Capítulo 11. El Diablo se Viste con Lencería
Me veía frente al espejo que estaba instalado a unos centímetros de donde estaba la salida a la pasarela.
Ahora estaba vacía. Ya no había modelos corriendo de un lado a otro ó que posaban frente al espejo antes de salir a desfilar.
Estaba yo sola. Mirándome en este hermoso vestido de color rosa que Jackie me había prestado. Era corto y hacía lucir mis torneadas piernas. El maquillista me peinó con una cola de caballo. Quería que esta hiciera alusión a mi peinado en la pasarela.
Llevaba una pulsera que nos habían regalado a todas las modelos. Era de joyería y estaba valuada en algunos de cientos de dólares. Tal vez no era tan fina o costosa pero se veía bien con este vestido de diseñador. Sólo había vestido prendas de diseñador en dos ocasiones cuando participé en en el Fashion Week de NY vistiendo algunas prendas de diseñadores en algunas pasarelas pero sólo había tenido un acercamiento con los diseñadores de renombre cuando entraba a las boutiques y vivía del sueño de muchas mujeres de mi edad que vivían en la ciudad de Nueva York y entraban a probarse los vestidos que estaban en el aparador con la esperanza, de un día, poder comprar uno. Hoy, ese sueño de tantas mujeres lo estaba viviendo yo. Lo estaba haciendo realidad y quería que todas esas mujeres lo supieran por eso tomé mi cámara para subir la selfie que me había tomado a mi cuenta de instagram. Le puse el hashtag de #GEFashionShow pues de esa forma muchas personas encontrarían la imagen.
La tela tan suave. El diseño bordado a mano. Todo en este vestido era perfect y creo que simplemente, no podía dejar de admirarne. Creo que todas las modelos empezamos a padecer de este mal una vez que empezamos a vivir dentro de esta industria. Ya no te miras de la misma forma, porque todo pasa a ser en función de lo que estás luciendo y de buscar la perfección en tu cuerpo, pues una aprende que como modelo, una pasa a ser un lienzo en blanco, un maniquí, que no hay defectos y que tu cuerpo pasa a ser realmente, un templo sagrado al que debes de cuidar con tratamientos y alimentación porque mientras el tiempo y la salud lo permitan, tu cuerpo y tu rostro, son tu herramienta de trabajo.
- Sophie. Te ves...
Harper me miraba sin haber podido terminar lo que quería decirme. Tomó su cámara y realizó unos cuantos disparos.
- ¡Hermosa!
Reí tímida. Me cubrí el rostro. Ya no quería que siguiera tomándome más fotos.
- En verdad eres una flor. La más hermosa de toda.
"Una flor". Algo en lo que jamás creí que me convertiría.
- Te tengo una gran noticia.
- ¿Cuál?
Harper tenía una amigo que era blogger. Hasta el día de hoy no lo conocí, hasta que supe que escribió un tweet con una imagen mía. Me pusó el nombre de "La Chica Caramelo". Harper se lo encontró cuando acabó el primer show y le mencionó que había escritó un tweet acerca de una amiga suya. Wes, el nombre del blogger, quedó prendado de mi y quería conocerme, tanto, que quería que participara en una editorial de moda para su blog.
Harper me platicó más acerca de Wes. Tenía 23 años y era toda una celebridad en el mundo de los blogs. Wes había puesto en el radar a todos los blogs de moda, en especial los de moda masculina, tanto que era una autoridad y líder de opinión en la industria. Los mejores eventos lo invitaban a hacer reviews de los desfiles de moda, restaurants, tendencias, tecnología. No era de esperarse que un evento tan importante como el del desifle de "El Jardín de Eva" lo invitara como host del after party al que ya íbamos tarde.
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Memorias de una Ex-Gorda
RomanceLa suerte de Sophie cambia por completo, cuando un día, se convierte en modelo para la marca de lencería más famosa del mundo. De ser una sombra entre los rascacielos, el tráfico y el caos de NY, pasa a convertirse en una top model, it girl, e inf...