Memorias de una Ex-Gorda

20. La Decisión de Sophie

Algunas horas habían pasado en mi cuarto. Al ver el teléfono vi que no habían sido tantas pero es que estaba esperando tan impaciente, que las horas habían sido eternas.

La maquillista me había hecho algunos tratamientos. Después llegó una persona que me hizo las uñas de los pies y de las manos. El estilista canceló. Se le había complicado llegar por un problema personal que tuvo que atender pero Britt había estado ahí con mi tía esperándome. Se ofreció a peinarme.

Nunca imaginé que iba tener en algún momento de mi vida, algo así como una hada madrina, mucho menos en una ciudad como NY, y tampoco, que esa "hada madrina", iba a ser una de las top models del momento, Jackie Taylor, quien no solo había cedido el vestido que iba a usar en una noche tan especial, sino que había conseguido al príncipe azul perfecto para llevara del brazo a una niña que alguna vez fue gorda y que creció en un pueblo que siempre estaba detenido por el tiempo.

Lo mejor de todo, es este era mi cuento; Las doce de la noche no iban a terminar con mi sueño, no iba a perder una zapatilla. Me estaba convirtiendo en una Cenicienta que iba a tener su final feliz; Mi debut en televisión en el desfile más emblemático del mundo de la moda.

Estaba lista.

La maquillista selló mis labios con brillo labial. Britt aplicó un poco de spray. Me levanté de la silla. Empecé a quitarme la bata pero antes, observé el espejo. Aprecié con detalle todo lo que habían hecho por mi. No me habían hecho más bella, simplemente, realzaron la belleza que siempre estuvo ahí, pero escondida debajo de kilos y kilos de grasa que se habían ido. Estaba aquí por mi esfuerzo y sacrificio, porque decidí cambiar mi vida. Solo que necesitaba terminar de creer que esta era yo. Que estaba trabajando para cumplir mis sueños, ganar dinero y poder hacerme de un futuro, de dedicarme a lo que me gustaba. Todo lo que siempre vi como sueños, se habían convertido en una realidad que no estaba tocando porque me preocupaba más de recordar esa vida pasada que estaba ahí, pero siempre traía al presente por mi inseguridad.

Vi el hermoso vestido que Jackie me regaló. Lo acaricié. Era muy fino. Britt también lo dijo. La maquillista pensaba igual.

Qué esperanzas que en el pasado hubiera entrado en algo tan ceñido.

- Hasta parece que fue diseñado para ti. Dijo Britt saltando de emoción.

Dejé caer la bata.

Tomé el vestido.

Ya lo tenía puesto.

Britt lo desarrugó un poco con la secadora.

Me puse los zapatos.

Giré nerviosa al espejo.

Esta era yo.

Sophie Sullivan.

La misma piel pero hermosa y triunfadora.

Yo soy el claro ejemplo de la superación, de que cualquier chica debe sentirse y saberse hermosa. Eso era lo más importante. Quería ser un ejemplo para ellas y para todas esas niñas que estaba allá afuera sintiéndose poco especiales.

No importa cuanto kilos tengamos encima, o si no cumplimos con los estándares de belleza del mundo. Lo más importante era sentirnos especiales y hacer de nuestras diferencias, un atractivo.

Salí de la habitación.

Britt no dejaba de tomarme fotos.

Vi a mi tía llorando de emoción al verme.

- Sophie. Estás tan hermosa. Nunca antes te había visto así.

Reí de emoción, tratando de contener el llanto que sentí iba a salir.