No podía seguir escuchando más.
Sus palabras estaban clavadas como ecos hasta que encontré a Harper caminando por el pasillo.
- ¿Dónde estuviste? Preguntó Harper acariciando mi cabello.
- Desperté temprano y fui a buscar un vaso de agua.
- Vamos a dormir.
- Estaba muy distraída mirando hacia la ventana.
- Quería que Nathan se fuera.
- Quiero seguir durmiendo... contigo.
- Harper volvió a decírmelo.
- ¿Hey?
- ¿Si?
- Parece que no te sientas bien.
Nuevamente me he quedado en silencio. Mi mente está concentrada intentando escuchar la discusión entre Marcia y Nathan.
Harper empieza a besar mi cuello con sutileza pero la humedad de su boca ni siquiera me hace reaccionar.
- ¿Quién está afuera?
Veo a Harper caminando hacia la puerta que estaba entre abierta. Corro hacia él y sin querer lo empujo hacia el sillón sobre el cual caímos. No podía permitir que Harper se encontrara con Nathan. Él no debía saber él también estaba aquí. Era un enredo muy grande, demasiado.
Nos quedamos quietos el uno sobre el otro en el sofá que estaba cerca de la entrada.
Nathan entró gritando.
Marcia caminó detrás de él.
Vi los ojos de Harper. Se sorprendió al escuchar la voz de Nathan.
Le hice una seña moviendo la cabeza.
Sólo deseaba que no entraran aquí porque iban a descubrirnos.
- ¿Qué crees que haces?
- Quiero ver a mi hijo ahora o voy a gritar.
- ¿Qué? Te fuiste durante mucho tiempo y ahora te entra el instinto paterno.
- Marcia, han pasado cosas en mi vida. Ya no soy el mismo de antes. Quiero ver a Pat.
Si Nathan. No eres como antes.
Ahora creo que eres mucho peor.
- No. Ya te dije que no. No puedes aparecer de la nada y decirle: "Hola, soy tu papá".
- ¿Por qué no?
- Pat tiene seis años.
Seis años, los mismos que han pasado desde que me fui.
- Pero ahora es tiempo de que sepa la verdad, de que me conozca.
- ¡Ok! Quieres conocerlo...
- Si. Ya te lo dije.
- Mañana es su fiesta de cumpleaños. Ven y veré la forma de que te acerques a él.
Estoy segura que Marcia no sabe lo que ha dicho.
Yo estoy aquí. Cómo es que se olvidó de eso.
Voy a tener que esconderme y lo peor es que le prometí a Pat que me quedaría a su fiesta.
- Es en serio o es una de tus mentiras. Preguntó Nathan.
- Nate, es verdad.
Escuché unos pasos acercándose.
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Memorias de una Ex-Gorda
RomansaLa suerte de Sophie cambia por completo, cuando un día, se convierte en modelo para la marca de lencería más famosa del mundo. De ser una sombra entre los rascacielos, el tráfico y el caos de NY, pasa a convertirse en una top model, it girl, e inf...