Estaba sentada sin saber que decir. El auto se había detenido en el tráfico que aún se dejaba ver a la medianoche en NY.
Estaba sudando. Sentía la piel del asiento pegada a mis piernas.
No quería mirarlo pues no sabía que decirle.
Impulsiva intenté bajarme del auto.
Samuel me detuvo.
- Estás loca. ¿A dónde vas?
- Perdón. Es que no sé que hacer.
- No tienes que hacer nada. Respondió.
Fui una tonta. Yo misma me había humillado. Besé a un hombre a quien no le parecía lo suficientemente atractiva como para tomarme aquí, en esta limusina. Cualquier otro hombre, como Nathan, por ejemplo, se habrían aprovechado de esto.
Me le puse en charola de plata pero claro, Samuel me rechazó porque es gay.
- No es lo que estás pensando.
Una respuesta bastante "cliché" para este tipo de situaciones.
- Samuel, no tienes que mentir. Está muy claro todo esto.
- "Esto". Define "esto" por favor.
- A que me rechazaste. Soy una de las flores. No se supone que soy muy hermosa, inteligente, todo un ramillete de virtudes. Y aún así me rechazaste.
- Es que no soy ese tipo de hombre.
Por qué quería seguir excusándose si la respuesta ya estaba más que obvia. Y es que ya estando dentro del mundo del El Jardín de Eva, podrías comprender que todo lo que Samuel me había dicho durante la fiesta, era verdad; Que a cualquier mujer le gustaría ser una de las flores, porque son consideradas lo más selecto de la creación. Todos los hombres querían tenerlas, y lo peor no era eso, sino que todas las mujeres soñaban con ser ellas.
Por una sola noche en mi vida pude gozar de saber lo que era eso realmente, porque ya no las había visto únicamente en publicidad, en el internet, o en la pantalla de la televisión, estuve dentro del desfile, fui una flor. Estuve ahí porque me consideraron como una de las mujeres más bellas, una flor que debía estar en televisión para ser admirada por todo el mundo, pero uno solo, casualmente, el actor más hot, y quien iba a interpretar a un adicto al sexo, se había tomado el atrevimiento de rechazarme.
Su cuerpo se dejó ir sobre el mío.
Sus labios alcanzaron a tocar los míos pero sutilmente.
Samuel no pude besarme.
- Discúlpame, pero no puedo.
- Me ha quedado muy claro.
No tiene porque seguir escondiéndome que es gay. En estos tiempos ya no es gay un hombre afeminado. "Caras vemos... preferencias no sabemos".
Reaccionó con asco al sentirme sobre él.
Nunca nadie había reaccionado así, bueno, solamente Nathan pero supo esconderlo muy bien.
Prefiero no acordarme de eso.
- Sophie, tienes que prometerme que no le dirás nada a nadie.
No hacía falta que me dijera esto.
Sé como se manejan las cosas con los gays porque conozco las historias de algunos; Uno que otro modelo, actor, conductor, etc.
Este medio está lleno del factor gay. No tiene nada de malo.
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Memorias de una Ex-Gorda
RomantizmLa suerte de Sophie cambia por completo, cuando un día, se convierte en modelo para la marca de lencería más famosa del mundo. De ser una sombra entre los rascacielos, el tráfico y el caos de NY, pasa a convertirse en una top model, it girl, e inf...