3. El Espejo Tiene Dos Lados

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Capítulo 3.

El Espejo Tiene Dos Lados


Durante muchos años la única amiga que tuve en esta ciudad fue mi tía Evelyn. 

Me daba miedo socializar con la gente porque no sabía cómo hacerlo. Siempre fui la burla de una escuela, la sombra, una bola de grasa que solo estorbaba. No sabía cómo desenvolverme. Todos esos años de bullying y de insultos solo me convirtieron en una retraída social.

Aunque ya no estaba gorda, ni fea, pasé mucho tiempo en NY, escondiéndome de la gente por temor a sentirme rechazada. El fantasma de mi pasado seguía acosándome aunque el presente tuviera colores muy distintos. 

Ya había pasado un mes con exactitud y durante ese período de tiempo me había dedicado al 100% a prepararme con todo lo necesario para el desfile de El Jardín de Eva.

El proceso no terminaba una vez que te llamaban de tu agencia para confirmarte que habías sido elegida en el casting. Ese era solo el principio. 

Casi con un mes de anticipación, tenías que acudir a un primer filtro; Una visita con un nutriólogo. Te daban una dieta especial después de medir tus tallas, de pesarte y de darte tu porcentaje de grasa corporal. La primer semana de dieta era la más pesada porque consistía en un proceso de desintoxicación, para pasar a una segunda semana donde sólo podías comer frutas, verduras y proteínas en horarios muy estrictos, claro, además de una pesada sesión de ejercicios para la quema de grasa y tonificación con box y pilates. 

La alimentación y el ejercicio eran muy importantes porque las modelos que desfilaban para "El Jardín de Eva" no podían tener ni un gramo de grasa en el cuerpo. Por si fuera poco, la marca se encargaba de pagar visitas al dentista para la realización de un blanqueamiento dental. Citas con dermatologos para el cuidado de piel; Esta debía verse radiante y sedosa, sin manchas. Además de sesiones de masajes, pedicure, manicure, y tratamientos para el cabello. Pero sin duda, el secreto de belleza más importante era, dormir.  Más de seis horas al día. Ese era el secreto de belleza más importante. 

Y así pasé un mes entero.Creo que hasta la fecha ha sido el trabajo más demandante que me había tocado cumplir. Fue muy difícil, aunque pareciera sencillo. Implicaba demasiado sacrificio. Pero así era el mundo de la belleza. Uno lo ve fácil en las revistas. No solamente se trata de los "buenos genes". Hay un gran trabajo de por medio. Espero pasar la prueba con excelencia. 

*   *   * 

Había pedido un auto para que me llevara  directo a las oficinas de El Jardín de Eva. Todas las modelos debían estar puntuales para subir al emblemático autobús lila que año tras año trasladaba a las flores y demás chicas al Lexington Avenue Armory, el escenario donde iba a realizarse el desfile anual.

Mis emociones estaban desbordadas que cada paso que daba me traicionaba. Las manos me temblaban. Estaba entrando a ese mundo de extravaganza del que hablaban todas las modelos que habían participado alguna vez en el desfile.

Subí al autobús recordando esos días en que iba camino a la escuela. Era criticada por cada una de las personas que iban sentadas ahí, mirándome de arriba a abajo y con repudio. Nadie quería compartir el asiento conmigo. 

Caminé hacia la parte trasera del autobús donde ya estaban algunas chicas ocupando los asientos. Fue casi como volver a vivir esos días de regreso a casa de la escuela, pero ahora, estaba rodeada de chicas hermosas, siendo yo una de ellas.

Platiqué con algunas de esas chicas, siendo las brasileñas las más amigables; Las asiáticas estaban todas juntas, protegiéndose entre ellas. Las modelos más famosas no dejaban de tomarse selfies y subir sus historias a instagram, solo que el equipo de producción había sido muy claro al prohibirnos que subiéramos imágenes de los atuendos o del escenario a las redes sociales.

Memorias de una Ex-GordaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora