Nunca más.

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La calida cama del hospital y la vista hacia la ciudad que tenía desde la ventana me hacia no querer salir nunca de este lugar.

Desde que desperté, el doctor que me ha tenido en observación ha dicho que debía descansar, pero extrañaba estar en la mansión y a su vez, extrañaba verlos a ellos.

-Ten- estiró su brazo hacia mi.- come.

Mikey quien se encontraba aquí desde mi llegada al hospital ha estado cuidándome, era realmente extraño ya que no estaba acostumbrada a que él me tratara de esta forma.

El doctor había dicho que hoy era mi último día en este lugar y que luego de haber comido algo ya podía retirarme y regresar a mi casa.

Y eso hice.

Comí la comida que Mikey había traído para mí, luego me duche y cambié mi ropa por algo mas cómodo.

Aún dolía caminar, así que el doctor dijo que tuviera el mayor cuidado en aquella zona y que hiciera el menor esfuerzo posible. Agradecí por todo lo que había hecho y salí del hospital.

Allí nos esperaba no uno, si no 3 autos color negro, Mikey me dirigió a uno y subió junto conmigo.

El trayecto hacia la mansión fue incómodo, Mikey no decía palabra alguna solo hablaba cuando lo llamaban al celular pero no me dirigió la palabra hasta que llegamos a la mansión y me dijo si me ayudaba a bajar.

Ya estaba en mi habitación, todo estaba cambiado, la seguridad aquí había aumentado al igual que los miembros de Bonten.

Al parecer Shinichiro aún seguía enojado con su hermano por lo sucedido en la reunión así que a Bonten no le quedó de otra que buscar refuerzos, entre los nuevos reclutas que tenía Bonten estaba Kakucho Hitto, Kanji Mochizuki y Takeomi Akashi.

Ahora Bonten contaba con las personas mas fuertes y temidas del mundo de la delincuencia, aún no se como es que llegaron estas personas a conocer esta organización pero si estaban aquí era para mantener en lo mas alto el nombre de Manjiro Sano al igual que Bonten.

Pasé los primeros tres días prácticamente encerrada en mi habitación, desde que llegué solo vi a Mikey rondando mi habitación, él había contratado a una mujer para que estuviera a mi cuidado las 24 hrs del día y eso ya me estaba cansando, necesitaba salir, ver algo que no fuera solo mi habitación pero la mujer tenía por ordenes de Manjiro el no dejarme salir de aquí.

Me encontraba buscando ropa limpia para ponerme, había salido de la ducha y solo quería volver a la cama, mi cuerpo estaba cansado ya que aún no podía hacer movimientos como antes.

Dolía.

Escuche como pequeños golpes tocaban la puerta, debía ser la mujer con mi comida, fui hasta la puerta y abrí pero mi sorpresa fue que no era ella, si no que era Mikey. Venía serio y vestido elegante.

-Quiero que me escuches.-dijo él mientras pasaba a mi habitación y se sentaba sobre la cama.

Yo asentí y me puse adelante de él. Mikey aveces tenía diferentes cambios de animo, recuerdo esos días en los que estuve en el hospital, él me trataba diferente como si realmente le importara pero había momentos en los que se comportaba realmente frío y su trato hacia mí cambiaba.

-No quiero que salgas de aquí, Asahi.-soltó frío.

-¿Por qué? Estoy cansada Manjiro.

-Maldita sea Asahi, solo obedece a lo que te digo.-paso su mano por el cabello.- No quiero que pongas un puto pie fuera de esta habitación ¿me escuchaste?

-No puedes mantenerme encerrada aquí para siempre Manjiro.

Él se quedó unos minutos en silencio, luego se levantó quedando a centímetros de mi, pasó su mano por mi cintura y me acercó aún mas a él, podía ver como su respiración disminuía y cerraba los ojos.

-Saldré de aquí unos días, no se cuantos... ¿Sabes en el lugar que vives Asahi?-había vuelto el Mikey que me había cuidado en el hospital, el Mikey tranquilo y sereno que me trataba bien.

Estaba de vuelta.

-Solo... quédate aquí ¿si? es el lugar más seguro que encontré para ti.-luego de aquellas palabras abrió la puerta y salió.

Días después me había enterado que Mikey y los demás integrantes de Bonten habían ido a un importante encargo de drogas y armas provenientes de las afueras de Japón, esto los mantendría ocupados varios días ya que era un gran cargamento para la compañía.

Era una mañana fría, decidí que por hoy solo me quedaría en pijama, Mikey había llamado a la mujer y le dio los últimos 3 días libre ya que en esos días sería la llegada de él.

En la cocina comencé preparando el que sería mi desayuno, puse un poco de agua a hervir y luego puse café en una de laa tasas.

Ya con mi desayuno listo lo lleve a la sala central cerca de la gran ventana que daba vista a la ciudad, deje mis cosas ahí y me acomode en el sofá a comer tranquila.

Miraba a toda la gente que paseaba por fuera de este gran edificio, escondido detrás de una fachada nadie sabría que aquí se tráficaba droga.

El vapor del café acariciaba mis mejillas frías mientras bebía, tomé una rebanada de tostada dulce y la comí.

Deseaba poder estar allí afuera, disfrutando de la fría brisa de invierno y la lluvia.

Al cabo de terminar mi desayuno, lleve todo a la cocina para poder limpiar hasta que un fuerte ruido de la puerta me asustó, me escondí cerca de un mueble de la barra y me quedé en silencio.

-¡OI MIKEY!-esa voz, no podía ser él, no otra vez.

-Aun no vuelve.-era la voz de Wakasa.

-Tsk... de seguro está con su pandillita de niños.- escuché como decía Shinichiro entre risas, sus pasos se oían directos hacía la sala y no me equivoque ya que se escucho como se sentaba en el sofá y prendía cigarro con su encendedor.

Odiaba ese desagradable olor a químicos y quien sabe que otras mierdas.

Me tape la nariz para poder evadir un poco ese olor.

-¿Que pretendes hacer hoy?-Wakasa tenía una voz muy gruesa y tranquila.

-Solo diré que... Lo que haga hoy cambiará el futuro de esta compañía.

¿Que pretendía Shinichiro? Aún faltaban días para la llegada de Mikey y el ya estaba haciendo planes sin su hermano.

Wakasa dijo algo que no pude entender pero se refería a mi hermano, no entendía por que seguían nombrando a Izana, el ya estaba muerto.

-Izana murió Wakasa, tú lo mataste.

-Tsk hasta cuando...- Wakasa se cayó unos segundos y luego le respondió Shinichiro.

-Será mejor que esperemos al idiota de Manjiro en otro lugar, sin tanta seguridad.- después de eso escuché como sus pasos se acercaban a la puerta y se cerraba.

Suspiré aliviada, al fin se habían ido, me sentía un poco mas segura sin esos dos en este lugar.

-Hola, preciosa.

Él me había encontrado.

No tenía escapatoria, el miedo que sentía en este momento era inexplicable, en mi mente solo pedía que no me hiciera daño, rogué porque llegará Mikey y lo apartará de mí.

Mi vida ahora estaba en las manos de Shinichiro y eso me asustaba.

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capitulo de regalo <3 desde la próxima semana empezamos a subir capítulos todos los martes <3

MY THREE DEITIES (𝐻𝑎𝑖𝑡𝑎𝑛𝑖'𝑠 𝐵𝑟𝑜𝑡ℎ𝑒𝑟𝑠 & 𝑆𝑎𝑛𝑧𝑢) (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora