Lo tuyo es mio

209 26 8
                                    

Desperté al otro día, una fría brisa acarició mi espalda y un vacío a mi lado llamó mi atención al darme cuenta que Rindou había desaparecido.

Era de esperarse ya que al terminar de hacerlo por 4ta vez, Rindou al caer sobre mi cuerpo susurro que no podía quedarse mucho tiempo en la misma habitación, ya que estaba evitando que Ran se enterara de lo que haciamos.

Suspiré cansada, este día solo quería pasear por la mansion de los Haitani's, cuando llegue vi que había un gran patio trasero y me gustaría poder caminar por ahí, así que eso haría.

Me levante, busque algo de ropa en la habitación ya que mi ropa estaba en la habitación que habían designando para mi, por suerte encontré una bata de baño color blanco, me la puse y luego fui a la ducha pero de pronto un sonido fuerte proveniente de la puerta hizo que girará hacía la dirección de donde venía el sonido.

Ran venía a mi dirección, parecía enojado ya que su cara era sería y en sus ojos se podía ver, se acercó a mí y me apoyo contra la pared.

-Asi es como te gusta jugar ¿eh?-Ran comenzó a subir su mano por mi cuello hasta llegar a la mejila la cual acarició lentamente.

-¿De qué me estas hablando?- probablemente lo sabía, pero quería que él me lo dijera.

-¿Crees que no te escuché como gritabas el nombre de mi hermano anoche?-bajo su mano y la puso en mi cuello, una sonrisa traviesa pasó por sus labios, se veía demasiado sexy a estas horas de la mañana.

-¿Y? ¿Estas celoso de que no fuera tu nombre el que gimiera?-lo desafie, Ran sonrió de medio lado y volvió a mirarme.

-Ja... risa me da que hayas tenido que recurrir a alguien con mi mismo apellido para poder creer que estabas conmigo.-sus palabras eran como cuchillos, mi respiración comenzó a volverse más pesada al sentir la presión de sus dedos en mi cuello.

-Rindou pudo haber sido tu plato de entrada pero...-bajo la mano que tenía en mi cuello y la metió dentro de la bata de ducha para luego bajarla lentamente y llegar hacia mi entrada, mis mejillas ardían de lo excitada que me estaba poniendo Ran.-Yo puedo ser el plato fuerte.-susurró y en mi oído, me mordí el labio cuando sentí como acariciaba mi punto mas sensible.

-¿Te gustaría ser el plato fuerte Ran?-me aferre a su cuello cuando sentí como aceleraba sus movimientos, Ran pasaba sus largos dedos de arriba hacia abajo, me lami los labios y soltaba pequeños gemidos.

-R-Rin dejó el puesto demasiado alto-sus movimientos aumentaron cuando nombre a su hermano, estaba celoso, celoso de que su hermano menor me pudo tener.

Ran soltó una pequeña risa cuando subí una de mis piernas a su cadera.

-Dudo que haya dejado el puesto muy alto...-susurró en mi oído mientras seguía los movimientos.

-¿Por qué?-mi respiración agitada y los movimientos de Ran me estaban excitando más de lo normal.

-Tú sola lo estás demostrando al darme más acceso a tu interior.-me separe de él unos centímetros para poder mirarlo, sus ojos lucían oscuros, tomé su cara y lo besé desesperada.

Con ambas piernas rodeando al mayor de los Haitani's seguí besando sus dulces labios, Ran me apoyo contra la fría pared de la habitación, estábamos cerca de la puerta de entrada ya que de un momento a otro puso el seguro a esta, quitó el cinturón que llevaba puesto, puso un preservativo en su miembro y se adentro en mi, estaba demasiado duro y podía sentirlo completamente dentro de mi por la posición en la que me tenía.

Un fuerte gemido salió de mi al sentir como Ran daba una estocada mas profunda.

-Al parecer te gusta ser escuchada por los demás-dijo Ran apoyándose en la pared mientras me sostenía con una mano.

-¿A ti no?- gemi nuevamente al sentir como sus movimientos disminuía para luego venir con mas intensidad.

Ran se me quedó mirando, me tomo por los muslos sin salir de mi interior y me dejó caer en la cama.

-No.-dijo serio, se acercó a la mesita de noche que había a un lado de la cama, tomó un preservativo dorado y lo abrió y se lo puso en su ereccion, necesitaba tener a Ran ahora, no podía pensar en otra cosa que no fuera en Ran haciéndome suya.

-No quiero que nadie en esta casa escuche tus gemidos. Nadie, solo yo.-y sin más entró nuevamente en mi, tomó mis manos y las aprisiono arriba de mi cabeza, un vaivén de movimientos placenteros por parte de Ran me estaba volviendo loca, los gemidos que soltaba y el sonido de nuestros cuerpos chocar me estaba haciendo desear más de él.

-No necesitas a Rindou cuando me puedes tener a mi.-sus movimientos seguían aunque esta vez mas fuertes y duros.

-R-Ran-me aferre a su cuello al sentir como se metia unos de mis senos a la boca y saba pequeñas mordidas.

-Si, así me llamo preciosa.-sonrió y siguió pasando la lengua.

Quería silenciar mis gemidos, pero era imposible, mis brazos debían estar rojos por la presión que hacía Ran en ellos.

-Haitani!-gemi al sentir una fuerte mordida, Ran comenzó a reír, se acercó a mi y me beso para silenciar  gemidos.

Ran cambio nuestra posición, se sentó en la cama conmigo encima, tomo mis caderas e hizo un movimiento de adelante hacia atrás podía sentir lo profundo que estaba.

-Ahora hazlo tú- seguí los movimientos que el había hecho anteriormente mientras que él se llevaba mi otro pezon a la boca y lo acariciaba.

Me movía lento y a la vez subía para que él también sintiera el placer que yo estaba sintiendo, sentía que en cualquier momento me vendría.

-Ran... yo...-no pude seguir ya que la puerta de la habitación comenzó a ser fuertemente golpeada.

-Asahi... ¿Estas despierta?

Era Rindou.

Ran al escuchar la voz de su hermano aceleró los movimientos de mis caderas mientras seguía lamiendo mi piel.

-¿Asahi?

-Responde, yo estoy ocupado.-me dijo Ran.

-S-si, ya, ya desper-ah! -mire enojada a Ran ya que había mordido demasiado fuerte mi pezon.

-No te escucho muy bien, abre la puerta.-Rindou desde el otro lado intentaba abrir la puerta.

Ran se levantó conmigo en sus brazos y me apoyó cerca cerca de la puerta.

-responde- susurro mientras pasaba la lengua por mi cuello y comenzaba un nuevo vaivén de movimientos, dios, me estaba volviendo loca.

-si Rindou...-solté en un pequeño gemido, Ran se dio cuenta que gemi el nombre de su hermano y sus movimientos empezaron a ser más rápidos y bruscos.

-Bien...-escuché desde el otro lado.- te espero abajo, Ran no está así que podemos desayunar sin él.

-S-si...-me mordí el labio al sentir a Ran más profundo- Bajo en un momento-logre decir.

Luego de unos segundos no escuché respuesta alguna así que Ran me llevó nuevamente a la cama para acabar de una vez por todas. Mis mejillas ardían por el calor de mi cuerpo, Ran marcó cada parte de mi piel.

Había una gran diferencia entre el sexo con Ran y Rindou pero ambas me encantaban.

*********

Quién pudiera🥱

Aparecí con un nuevo capítulo potente 🥵

MY THREE DEITIES (𝐻𝑎𝑖𝑡𝑎𝑛𝑖'𝑠 𝐵𝑟𝑜𝑡ℎ𝑒𝑟𝑠 & 𝑆𝑎𝑛𝑧𝑢) (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora