Vi como Mikey, Sanzu y Kokonoi iban en el auto negro en dirección al avión que los llevaría lejos de Japón...
Filipinas era el destino al que se dirigirán.
Luego de estar con Sanzu en la noche, fui directamente a la oficina de Manjiro, sus guardias me dejaron entrar y espere su llegada, no fue demasiada la espera ya que tardó solo unos minutos en atravesar aquella puerta y dirigirse al gran sofá del centro en donde se dejó caer cansado.
-Asahi-suspiro mientras pasaba su mano por la cara, parecía realmente agotado.- Sabes que Bonten últimamente esta decayendo por... bueno, tu hermano.
Al escuchar el nombre de mi hermano sentí un gran nudo en la garganta, Izana había dejado en claro que yo ya no era su hermana.
Asentí y seguí escuchando.
-Tch! ¡maldito Izana!-se quejó y se levantó del sofá para servirse whisky en un vaso.
-Mikey...-hablé bajo.
Mikey se acercó dejándome sentada en la gran mesa de madera fina que había atrás, acarició mis labios con las yemas de sus dedos y suspiró.
-Que voy hacer contigo- dio un sorbo al vaso de whisky. Mikey se acercó lentamente a mi y me besó, no fue un beso salvaje como los que me daba Sanzu o aquellos besos bruscos que Ran me daba.
Por primera vez podía decir que Mikey estaba besándome de la forma más tímida e insegura que pude sentir alguna vez, le seguí el beso sin saber hasta donde nos llevaría esto.
-Iré a Filipinas- soltó luego de terminar el beso, sus ojos estaban tristes, por alguna extraña razón.
-Mikey yo...-Manjiro se quedó mirándome unos segundos, parecían eternos.
-No creas que irás con nosotros Asahi, te quedarás con Rindou y Ran...- abrí mis ojos grandes al escuchar aquellos nombres.
-¿Como? Entonces tu...
-Kokonoi y Sanzu me acompañaran.
Kokonoi y Sanzu.
Kokonoi y Sanzu.
Sanzu.
A eso se refería Sanzu con que sería nuestra última vez... se iría de viaje con Mikey, un viaje que no tenía fecha de regreso, un viaje al cual yo no iria.
Un viaje al país de origen de mi madre. Es seguro que Mikey iría a reunirse con Izana.
-¿Ya tienes todo listo pequeña?-escuché su voz detrás de mí, di media vuelta para encontrarme con Ran Haitani.
El auto en el que iban Mikey, Sanzu y Kokonoi ya se había alejado bastante, solo estábamos Ran, Rin y yo.
-Creí que nos quedaríamos en la mansión-solté.
-Iremos a nuestra casa... Mikey no quiere que te quedes aquí-llegó Rin a nuestro lado, posicionó sus lentes y suspiro.
-¿Y eso? Volviste a usarlos...-dijo Ran molestándolo.
-Tks, callate.-respondió su hermano.
Mire a Rin unos segundos, se veía aún mas atractivo con aquellos lentes redondos cubriendo su mirada fría.
Unos minutos más tardes, después de sacar ropa y cosas que me serían útil en la mansión de los Haitani, subimos al auto de Ran y su chófer nos llevó a la que sería mi estadía por el tiempo en el que Mikey estuviera fuera del país.
Estos días la mansión de Bonten a estado tensa, la mayor parte del tiempo escuchaba como Sanzu tiraba cosas en su habitación, muchas veces quise entrar a calmar su ira pero Haruchiyo Sanzu es un hombre peligroso cuando se encuentra bajo los efectos de la droga o eso es lo que me quiso decir Rin, aunque Sanzu no era así conmigo, su forma de pensar cambiaba totalmente cuando estaba yo a su lado, podía sentir como la calma llegaba a su cuerpo cuando lo tocaba o le decía alguna palabra.
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MY THREE DEITIES (𝐻𝑎𝑖𝑡𝑎𝑛𝑖'𝑠 𝐵𝑟𝑜𝑡ℎ𝑒𝑟𝑠 & 𝑆𝑎𝑛𝑧𝑢) (+18)
Fiksi PenggemarDesde ese día sabia que mi lugar no era aquí, pero aún así quise arriesgarme, no podía hacer nada mas que obedecer a aquel hombre, es más, fue él quién me adentro a ellos, fue él quién hizo que todo esto se convirtiera en una peligrosa y extraña obs...