CAPÍTULO 1.

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Alma.

—Alma es en serio? —dijo Karen, mi compañera de piso.

—Peor es nada —digo encogiéndome de hombros mientras tomo mi abrigo del sillón.

—Pero, ¡por favor!, digo, te mataste estudiando relaciones publicas como para terminar siendo una simple secretaria —Dice molesta.

Suspiro.

Era verdad había estudiado demasiado como para terminar con un puesto de secretaria, aunque en realidad estaba yendo  para el puesto de asistente. Pero, ¿Que podía hacer? Llevaba ya  tres meses sin empleo, y  enserio estaba desesperada, ya llevaba dos meses atrasada con la renta. Por suerte un profesor  de la universidad se tomo la molestia de ayudarme a conseguir una entrevista con un conocido suyo que necesitaba  una asistente personal.

Sin nada mas que decirle a Karen, tome mi bolso y me marche hacia la entrevista.

Increíble como es la vida, quien iba a pensar que yo, la alumna con mejores calificaciones en la universidad, llevaba ya tres meses desempleada. El mundo es cruel, muy cruel.

Aunque antes llegue a  trabajar para  una empresa y era la encargada de las relaciones publicas de aquel lugar, le verdad es que  mi empleo era bien pagado y todo era perfecto hasta que conocí a Hugo.

En la escuela la verdad es que no era muy popular ni nada, siempre me la pasaba en la biblioteca leyendo o estudiando, no me gustaba salir mucho de fiestas, y con los chicos... bueno digamos que tengo malas experiencias.

Llegue a aquel elegante hotel, donde me dirigí directamente con el gerente, quien me mando hasta el ultimo piso, donde me iban a hacer la entrevista nada mas ni nada menos que Joseph Banks, el dueño de esta gran cadena de hoteles y otras importantes empresas.

Cuando entre a la habitación, la cual era sumamente elegante y enorme, vi que estaban sentados dos personas un poco ya mayores, como alrededor de unos 50, quienes vestían como... pues ...¿ ricos?

La mujer quien tenia el cabello rubio y ojos azules, traía un hermoso vestido verde olivo, que sin duda la hacian ver muy sofisticada, ella me miro con una gran sonrisa. El señor que estaba sentado tomándose una taza de café, estaba un poco canoso y tenia un traje de golf amarillo.

—Bienvenida, tu debes ser Alma Sotelo ¿no? —dijo el hombre, quien supongo es Joseph Banks.

—Mucho gusto señores Banks.

—Querido, es muy linda—Dice la mujer mirando a su esposo para después mirarme  sonriente—Me llamo Silvana.

—Un placer—Saludo con la mejor sonrisa.

—Bueno, he escuchado maravillas de usted señorita Sotelo, mi amigo Efren la ha recomendado por que es una persona muy seria y profesional—dijo el señor Banks.

—Me considero alguien seria cuando se trata de trabajo señor —digo.

—Necesitamos una asistente personal para mi rebelde hijo, tal vez lo conozcas, ya que ha estado de escándalo en escándalo —dijo la Señora Silvana—es Alan Banks...

Hago una mueca ladeando la cabeza. No tenia idea de quien demonios hablaban.

—Oh, por tu expresión puedo ver que no sabes quien es, aunque es raro todo mundo sabe de él, por tanto escándalo que hace ese niño—Dice Joseph.

—Lo siento, pero casi no leo revistas ni nada por el estilo —Digo.

—Bueno, te propongo un trato.

 —Soy toda oídos.

— He escuchado de Efren, que estas interesada en un puesto en R.P

—Si, en eso me gradué de la universidad.

  —  Si  decidieras trabajar aquí como asistente de mi hijo, y veo una mejoría en él.

  Lo miro confundida—¿Mejoría?  

  — A si es, si el se volviera mas responsable, llegara a tiempo a sus juntas, dejara la fiesta de lado, en pocas palabras si mi hijo se volviera mas productivo en la empresa. 

  — ¿Si el se volviera mas productivo? — Interrumpo casi murmurando para poder comprender esto. 

— Si el se hiciera mas responsable, cuando él tome mi puesto en la empresa, y espero que sea lo mas pronto posible, tu estarás a cargo del departamento de relaciones publicas —Dice el Señor Banks

Quedo prácticamente con la boca abierta, estos señores quieren una niñera para su hijo.

—Pero eso si, tendrías que asegurarte de que el viniera a trabajar y ayudarlo a ser lo mas responsable —Interrumpe la señora Silvana—algo así como su niñera.

Si, exactamente eso quieren para su hijo, una niñera.

Vaya, la verdad es que es una buena oportunidad.

—Y para tu comodidad, en tu trabajo los únicos que podrán despedirte seremos la señora Banks o yo, y claro si usted desea no continuar, aceptaremos —dijo el señor Banks.

  —Me parece una gran oportunidad— digo —  Pero, creo que es demasiado, ya si de por si el sueldo es alto, tengo la sospecha de que todas estas facilidades y condiciones hacen ver que su hijo es una persona muy difícil.

Los señores Banks sonríen y me miran. 

—Conocemos perfectamente a Alan y sabemos que al segundo te querrá despedir—dijo la señora.

  — Nuestro hijo es una persona muy difícil, ha crecido con muchas comodidades, nunca ha tenido algún sentido de la responsabilidad, queremos que el encuentre el buen camino y se haga responsable— Dice el señor Banks.

Los observo, en verdad se miran sumamente desesperados por buscar  a una asistente-niñera. Pero, ¿En verdad lo vale?, el aceptar este trabajo seria rebajarme no solo no ejercer mi profesión como tal, si no de pasar a ser una licenciada, a ser una niñera de un niño rico. Pero tomando en cuneta la situación, creo que sera lo mejor, necesito el dinero.

  — Acepto el trabajo.

Los señores Banks sonríen satisfechos. 

  — Bienvenida a su nuevo empleo señorita Sotelo. 

Después de tener una larga charla con los señores Banks y comenzar el papeleo de mi nuevo empleo, me dirigí hacia mi casa, donde Karen me esperaba  ansiosa.

— En pocas palabras seré la niñera de un niño rico— Termino mi experiencia. 

Karen me ignora y corre a la computadora inmediatamente.  

—¿Que haces? —Pregunto.

—Voy a buscar a tu jefe—Dice mientras mira a la computadora —Oh mira—Dice ahora mostrándome la pantalla.

Miro la pantalla, donde aparecía la foto de un joven de piel blanca, rubio,  de ojos azules, y con un cuerpo espectacular, comencé a ver la mayoría de las fotos de él, en todas salia con un montón de mujeres en antros y bares.

—Él es, sabia que él tenia que ser— Dice Karen casi soltando un chillido.

La miro confundida— ¿Quien es?

— Alma, Alan Banks es muy popular, y sus otros tres amigos, están para morirse, son parte de la Elite de Nueva York.

  —¿Y eso que tiene que ver conmigo?

—  Probablemente tengas que codearte con la elite de todo el mundo.

— Y por lo que veo, tendré que soportarlo a el y a  todos sus amigos. 

Dios tal parece que mi jefe sera un mujeriego y parrandero de primera, pero no importa, ya que en verdad esta es la oportunidad de mi vida y no lo arruinaré.

Enamorándome de mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora