Enamorándome de mi jefe

NO ESTAS SOLA

ALAN
¿Donde diablos esta Alma?

Necesita espacio y tiempo lo se, pero si demora más, es posible que no vea a su padre antes de que el... ya no este mas.

Corro de un lado a otro por todo el hospital, miro mi celular y le marco rápidamente.

El numero que usted marco esta ocupa...

Cuelgo.

Me ha mandado a buzón cinco veces, Alma tiene que ver a su padre, ella tiene que despedirse...

No como yo, no alcance a ver a mi padre en sus últimos momentos.

Mientras corría por un pasillo paso rápidamente por las habitaciones donde estaban Flerida y Edwin... Edwin, ella tiene que estar ahí.

Camino hacia la habitación de Edwin y abro rápidamente la puerta en busca de Alma, lo primero que veo es a mi esposa.

Tenia los ojos rojos e hinchados de tanto llorar,después mi vista llega a Edwin quien esta recostado en la cama mirándola con pena, de pie de su cama esta.. ¿Liam?, el esta poniendo su mano en el hombro de Alma para reconfortarla, y por último, la veo, es una Alma vestida de uniforme de enfermera, luciendo impecable con el cabello rojizo teñido en una cola de caballo. Todos me miran.

Alma.

Ella sabe la verdad.

Corro hacia ella y la abrazo, ella hunde su rostro en mi pecho sollozando.

-Lo siento Alma... no quería que te enteraras así... -digo

Ella al escuchar estas palabras pone la palma de su mano en mi pecho y se aleja mientras me mira confundida.

-acaso... ¿tu sabias esto?-dice mirándome

Suspiro.

-Si, lo sabia...-digo

-Todo este tiempo no me lo dijiste...-dice con lagrimas en los ojos.

-Alma, hay una razón fuerte para que nadie te lo haya dicho -dice Liam

-¿Todos sabían?, acaso, ¿Yo era la única tonta que no sabia?-dice mirándonos a todos.

-Alma, piensa lo que dices, todos lo hicimos por querer protegerte..-dice Edwin

-¡No soy una niña pequeña que ocupan cuidar!-dice

-¡Pues deja de comportarte como una!-interrumpe Alexandra

Todos la miramos sorprendidos.

Alma la mira confundida con lágrimas en los ojos, por su rostro puedo notar la confusión y el coraje.

-¿Que dijiste?-dice Alma

-Lo que escuchaste. No quieres que te traten como una niña, pero mira como te estas comportando, como una niña- Alexandra suelta un suspiro.

-¿tu que sabes de mi?, solo tienes cinco minutos conociéndome y ya sientes derecho a juzgarme, no sabes por todo lo que estoy pasando, mi papá está en el hospital grave...-Al terminar de decir esto Alma abre los ojos como plato.-El... ese hombre no es mi papá...

Al terminar de decir esta frase, ella se deja caer de rodillas al suelo, quedando incada y automáticamente lleva las manos a su rostro para cubrirlo y empezar a sollozar.

Me acerco a ella y la abrazo.

-Alma, tienes que ir a verlo, no le queda mucho... por favor -le susurro

Ella asiente en mi pecho, la ayudo a levantarse lo cual es complicado ya que su panza la hace batallar. No dice nada y sale de la habitación entre sollozos.