Desde donde estaban escondidos, fueron capaces de observar cómo Agni atravesaba un alto portón de rejas negras para ingresar a una enorme casa, no tan grande como la Mansión Phantomhive, pero aún así, tenía lo suyo.
-¿De quién es esta casa?-inquirió el joven príncipe indio, dejando escapar un leve suspiro de asombro.
-Ésta es la casa de Harold West Jebb. Él maneja muchas de las importaciones Indias. También está involucrado con bienes, en general, y café. Lo conocí una vez: está hambriento de riqueza y de fama. Un hombre odioso-contestó Ciel, observando casi con desprecio aquel lugar.
______ levantó la mirada hacia el muro que estaba a su lado; debía tener al menos unos tres metros de altura. Aún prestando toda su atención a lo que hablaban sus compañeros, retrocedió un par de pasos y saltó, cayendo ágil y silenciosamente del otro lado. Momentos después, Sebastian realizó la misma acción, sólo que llevando a Ciel consigo, volviendo para luego ayudar a Soma y Lau a saltar.
Cuando ingresaron a la casa, hicieron todo lo posible para pasar inadvertidos, escabulléndose en las esquinas de cada pasillo o escondiéndose detrás de las largas escaleras. Continuaron de esta manera hasta que una voz masculina, proveniente de una habitación, los hizo parar en seco.
-Hasta ahora, el plan es perfecto-decía ese hombre-. Eres muy apto, Agni. Ya no hay necesidad de que estos incidentes ocurran nunca más, estos oponentes ya están fuera de juego...
Ciel abrió ligeramente la puerta, y se dedicaron a observar la escena que se desarrollaba en el interior.
-...Es solamente natural para nosotros obtener la Autorización Real con esta "Mano Derecha de Dios"-añadió, tomando una de las manos del mayordomo de cabellos plateados.
-¿La Autorización Real?-preguntó la shinigami, más para sí misma que para el resto. Llevó una mano a su mentón, adoptando una pose pensativa y sumiéndose en sus pensamientos; ya tenía una idea de lo que estaba sucediendo y estaba segura de que el otro niño también se había dado cuenta.
La castaña pareció despertar de su ensoñación en cuanto notó como Soma irrumpía en aquella habitación, preguntando por una tal Mina que, según supuso, era la persona que amo y sirviente estaban buscando la tarde del día anterior, cuando se conocieron.
Suspiró, completamente exasperada.
-¿Es posible que sea tan idiota como para hacer eso?-masculló, apretando los dientes. Se volteó para observar a Sebastian, que cubría la boca de su amo y le susurraba que no hiciera nada o podrían terminar por delatarse.
Minutos más tarde, los menores observaron como el demonio entraba en acción, cubriendo su rostro con una cabeza de ciervo. ______ estaba estupefacta: nunca en su vida había visto a un adulto actuar de manera tan extraña, y, sin embargo, la situación había pasado de parecerle molesta a ser divertida.
Muy pronto, Agni y Sebastian comenzaron con una lucha, que más bien consistía en el moreno intentando capturar al de ojos carmesí para matarlo.
-La situación se está poniendo fea. Debemos salir de aquí ahora-comentó la niña.
Haciendo gala de la fuerza que poseía, cargó a Ciel en sus brazos, hecho que lo tomó por sorpresa. No obstante, comprendiendo lo que ella pretendía hacer, giró la cabeza en dirección a Sebastian, dispuesto a darle una nueva orden.
-¡Oye! ¡Este alboroto atraerá la atención! ¡Saca al príncipe de aquí!
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De vuelta en la Mansión Phantomhive, ______ caminaba de un lado para el otro en el dormitorio que el joven Conde le había otorgado para pasar la noche. Era evidente que su padre no iba a ir a buscarla tan tarde, y, aunque no le molestaba en lo más mínimo, no dejaba de extrañarle el hecho de que permitiera que se quedara en el mismo lugar donde residía un demonio.
Se dejó caer de espaldas sobre la cama, mientras un nuevo suspiro escapaba de sus labios. Recordaba cada detalle de la última conversación que habían mantenido antes de que cada uno se marchara a su respectiva habitación.
La información presentada era casi aburrida para la niña, que, al igual que el pequeño Phantomhive, no tardó mucho tiempo en atar los cabos sueltos, llegando a la conclusión de que Harold West había utilizado a Agni para eliminar a toda la competencia que podría llegar a tener en la muestra de evaluación de curry, que se celebraría en la semana entrante.
Este evento fue lo que consiguió despertar nuevamente su curiosidad. Sebastian había explicado de qué se trataba, y ella parecía sumamente interesada en ir a ver dicha muestra, sobre todo cuando Ciel mencionó que su compañía entraría en la competencia sólo para vencer a West en su propio juego y ganar la Autorización Real.
Apartó todos los pensamientos relacionados con el caso y con la competencia. Realmente había sido un largo día, y su mente comenzaba a reclamar casi con desesperación que le permitiera descansar durante esa noche. De esta manera, sus ojos comenzaron a pesar, y terminó por caer en un tranquilo sueño.
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-Debes estar bromeando-declaró, con aires de sorpresa.
-No lo hago, Señorita Spears-respondió el mayordomo negro, curvando sus finos labios en una sonrisa divertida ante la inquietud de su acompañante.
Ambos estaban en la enorme cocina de la Mansión, frente a una olla llena de un curry de aspecto delicioso. ______, que estaba de pie sobre un taburete para tener una mejor vista del contenido de la cacerola, observaba fijamente los ojos carmesí del demonio, como buscando en ellos alguna señal de locura.
-¡Pero es chocolate!-exclamó, tras unos cuantos segundos en silencio.
Sebastian rió levemente ante la confusión de la pequeña shinigami, y, sin perder aquella expresión de genuina diversión de su rostro, procedió a explicarle lo que pensaba hacer.
-¿Recuerda que Soma-sama mencionó que el curry perfecto se basaba en la combinación de especias e ingredientes?-preguntó, recibiendo un enérgico asentimiento como respuesta-. Bien, ninguno de los que he preparado hasta el momento, logra parecerse al curry de su mayordomo.
-No creo que ese sea un buen motivo para lo que estás pensando hacer...
-Aguarde, no sea impaciente. Ya que el Joven Amo me ordenó hacer lo que quisiera con esto-señaló un pastel de chocolate que se encontraba en la mesa-, creí que podía añadirlo a este curry para crear un nuevo sabor.
-Es una locura-comentó la niña, observando cómo las ágiles manos del demonio partían una de las mejores tabletas de chocolate de la Compañía Funtom y dejaban caer los pequeños trozos de aquel dulce dentro de la olla.
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Holiwis! Cómo están?
Espero que este capítulo les haya gustado... Personalmente, me da la sensación de que quedó bastante aburrido...
Si les gustó, voten y comenten ^^
Muchísimas gracias por todos los votos y los comentarios de la parte Grelliam! De verdad me sentí muy feliz de leer sus opiniones porque era la primera vez que escribía algo como eso xDD
Sin más que decir, no vemos en el próximo capítulo!
Bye byeee ~
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La Hija de William T. Spears
FanficLa historia de una shinigami que vivirá muchas aventuras~