La Hija De Shane [Carl Grimes y tu](The Walking Dead) *EDITANDO*

Cincuenta y cinco: Tras la paz

Todos estábamos listos para salir de la casa, así que aproveche y tome el arma que sebas me había dado para recargarla, pues no estaba del todo segura si la tendría que usar, la guarde en mi pantano y acomode la sabana de nuevo para cubrirme. Carl tenia a Judith y los demás estábamos esperando las instrucciones de Rick, ya que en cuanto salimos de la casa al porche, nos quedamos quietos, viendo la gran cantidad de caminantes que habían alrededor de la casa y en toda Alexandria. Rick bajo los escalones del porche al ver que todos lo mirábamos, poco a poco todos caminábamos detrás de él, evitando chocar con los caminantes que estaban demasiado cerca y que se tambaleaban haciendo que sus brazos chocaran con alguna parte de nuestro cuerpo, el segundo en que alguno de los caminantes chocaban, nos miraba tratando de averiguar si éramos personas o caminantes igual que ellos, pero como el olor a muerto era muy fuerte, solo seguían con su camino, pasándonos de largo.

El plan estaba resultando como Rick lo planeo, pues los caminantes no podían oler otra cosa que no fuera la sangre en las sabanas que usábamos, así que seguimos caminando, uno detrás del otro, hasta que escuchamos un disparo que hizo que todos nos mantuviéramos quietos por pocos segundos, se trataba de Deanna. El grito destrozado y enfadado de la antes mencionada nos hizo saber que los caminantes habían llegado hasta ella, y fue entonces cuando el silencio en la casa se hizo presente, ya que no habían mas gritos o disparos que nos indicaran que ella seguía luchando o que estuviera vivía. Miraba para todas partes, viendo como Alexandria estaba infestada de caminantes, mientras trataba de entender ¿En que momento llegamos a esto? pero no habían respuestas nuevas, solo las que antes me habían dado y que no dejaban de ser insuficientes, era aterrador pensar en que cualquier ruido o cualquier movimiento mal dado, nos llevaría a la muerte, haría que llamáramos la atención de los caminantes a nuestro alrededor y que nos destrozaran sin remordimiento alguno. Sin embargo, confiaba en Rick y su plan, pues nunca antes había hecho algo que nos llevara a estar al borde de la muerte, aunque esta situación me hacia dudar, no dejaba de tener esperanza.

Rick tomaba la mano de Carl, el antes mencionado tomaba a Jessie, ella a Sam, el pequeño a su hermano mayor, Ron, pero al momento en que yo lo tomara a él, volteo a verme rápidamente, sus ojos se quedaron fijos en los míos por unos pocos segundos antes de que levantara sus comisuras en una sonrisa amable, le correspondí con otra, pues inexplicablemente su gesto me había relajado un poco, dándome los ánimos para contestarle. Baje la cabeza, dejando de verlo, pues no quería que siguiera pensando cosas equivocadas de mi, pues sabia a la perfección que creía que a mi también me gustaba él, aunque definitivamente no era así, pues yo podía verlo en sus ojos, pero parecía que él no quería verlo en los míos.

Sam: Ma - escuche su voz, lo que me hizo levantar la cabeza preocupada - Ma.- levanto aun mas la voz, lo que me hizo dudar de ¿Si los caminantes se habían percatado su voz?

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Luego de escuchar como el pequeño Sam llamaba a su mamá con miedo, decidimos llegar a una división en la calle, en la que los arbustos eran grandes y podrían cubrirnos, no habían tantos caminantes cerca y podríamos hablar entre nosotros sin preocuparnos de ser escuchados, así que hicimos un pequeño circulo para que todos escucharan lo que Rick estaba a punto de decirnos.

Rick: Nuevo plan - miro a todas partes, asegurándose de no haber hablando tan fuerte - No nos basta con algunas pistolas - explico mientras todos lo mirábamos atentos - Hay demasiados caminantes dispersos, nos iremos a la armería... Necesitamos los autos en la cantera, manejaremos todos porque tenemos que rodearlos - estaba poniendo atención a todo lo que decía, pero no lo miraba, ya que solo veía a los caminantes que caminaban para donde nosotros estábamos

Como susurrábamos al hablar, aun no se daban cuanta de nuestra presencia como personas vivas, pero aun seguían rondando sin dirección alguna, tratando de encontrar algo que devorar y destrozar