𝒱𝐼- 𝓥𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪 𝔂 𝓒𝓪𝓷𝓮𝓵𝓪-

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*Separador: Krista*

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*Separador: Krista*

—¿Y cómo es la otra chica? Hoy no es el día en el que la gente me saca de casas a patadas, eso lo hago los sábados y hoy es miércoles.

Después de soltar una de mis típicas tonterías, conejito soltó una carcajada que hizo que temiera por mi vida al ver que el volante que iba en sus manos dio un movimiento de 45 grados muy brusco.

—¡Tampoco quiero morir! — Le grité un poco asustada por aquel acto tan mortal— Soy demasiado joven, hermosa y fabulosa como para que me quieras mandar a dormir tan pronto.

La risa no dejaba de brotar de los labios de la chica a mi lado, y estaba pensando seriamente en pedirle que parara el auto y me dejara conducir.

—¡Por Dios! Eres muy divertida. Ya quiero que ella te conozca.

—¿Tu amiga? —Conejito asintió con una leve risa y provocó que yo levantara la cabeza con el ego bien en lo alto— ¿Ella también me amará?

Otra carcajada inundó el lugar.

Oigan, eso no fue una broma.

Me siento muy indignada.

—Bueno, digamos que ansío con muchas ganas ver como se llevarán. — Dijo después de un rato de reírse.

—Seguramente bien, me considero una persona muy agradable y fácil de tratar— Si, si, eso ni yo me lo creo.

—Bueno, eso díselo a la recepcionista de la policía.

—¡Esa vieja te estaba ignorando olímpicamente! No merece un buen trato de mi parte ni de parte de nadie. Fuiste demasiado blanda, de ser tú, ya la habría tirado al piso para que me pidiera perdón.

—¿Dentro de la estación de policías?

Buen punto.

—Vale, tal vez la esperaría a que terminase su turno para darle su merecido. — Analicé un segundo mis palabras antes de gritar— ¡Espera! ¿Quieres hacerlo? Aún estamos a tiempo de regresar.

La risa de conejito me hizo consciente de que no había captado que yo lo decía muy en serio.

—Jamás le tocaría un solo pelo a nadie. El karma ya se encargará de todo.

—Ya me esperaba eso, pero ¿a tu amiga no le interesará salir hoy a patear traseros de viejas sin alma?

Castigo EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora