𝒳𝒳𝒱 -𝓥𝓮𝓷 𝓬𝓸𝓷𝓶𝓲𝓰𝓸-

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*Separador: Krista*

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*Separador: Krista*

Termino de guardar todas mis armas de nuevo en mi ropa ante la atenta mirada de flamita, que en algún momento había decidido que era momento de quedarse completamente callada.

Volteé en mi lugar y la observé, lucía consternada.

—¿Qué pasa? — Me acerqué a ella y deposité un suave beso en sus labios, al alejarme, sus manos volvieron a tomar mi rostro y volvió a besarme muy lentamente

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—¿Qué pasa? — Me acerqué a ella y deposité un suave beso en sus labios, al alejarme, sus manos volvieron a tomar mi rostro y volvió a besarme muy lentamente.

Algo se sentía raro, ella seguía sin hablar.

—¿Flamita? — Se alejó de mí, pero de inmediato se lanzó a mis brazos, abrazándome más fuerte de lo que mi cuerpo aguantaría— Dios, Adara.

Aflojó el agarre ante mi queja.

—Ven conmigo. — Fue lo primero que dijo después de un rato— Yo te protegeré, de quien sea...

Sonreí ante la idea de volver a vivir junto a ella y conejito, pero no podría hacerlo, no con el rastreador que teníamos los cazadores, aquel con el cual, en Argent podrían saber nuestra ubicación en segundos.

Esperen.

¡El rastreador!

—¡Adara, tienes que irte, ahora! — Fue lo primero que se me ocurrió decir antes de que una explosión nos hiciera separarnos.

Mi cabeza dio contra el duro suelo al caer, por lo que quedé un poco desorientada y para el momento en el que me di cuenta, ya tenía a Gabriel y a Camila turnándose para atacar a mi mujer.

Me apresuré rápidamente al ver la mano de Camila sostener un revólver bajo el mentón de Flamita, me tiré sobre ella quitándole la oportunidad de herirla.

Gabriel se encontraba tras de mí lleno de flamas cubriendo su ropa y a Adara mirándolo con una sonrisa. Corrí hacia ella.

—¡Basta!— Grité, pero pareció no escuchar, por lo que tuve que lanzarme al cuerpo de Gabriel para intentar extinguir las llamas. —¡Basta, Adara!

Castigo EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora