Ser un Cazador en Argent es agotador, pero lo es más cuando te encuentras en una de las líneas más bajas en el poder y terminas reprobando una prueba que definirá tu futuro.
Krista es aquella desdichada cazadora que por una mala respuesta en su exam...
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*Separador: Adara*
Mi cuerpo perdió todo el miedo que había adquirido en cuanto el cuerpo de mi ángel tocó el mío, ella era la única persona en el planeta tierra que podía lograr aquello.
Cally era simplemente perfecta...
Hice más fuerte mi agarre en su cuerpo al no sentir suficiente cercanía, por lo que la rizada terminó quejándose un poco.
— Auch, Ada, es demasiado fuerte.—La solté de inmediato.
—Lo siento, lo siento— Pasé mi mano por su hermoso cabello y comencé a recorrer su cuerpo con la mirada, cerciorándome de que todo estuviera en orden.— ¿Estás bien? ¿Ese hijo de puta no te tocó?
Cally comenzó a negar rápidamente.
—Estoy bien Ada, te he dicho mil veces que el señor Harris siempre ha sido extremadamente bueno y respetuoso conmigo. Tienes que parar con esa paranoia tuya.
Sus palabras causaron sentimientos no muy positivos en mi cuerpo, pero no podía enojarme con ella.
—Escúchame...
—¡No! La última vez casi lo matas, literalmente— Su mirada lucía amenazadora, pero seguía siendo demasiado tierna— Creí que si te dejaba con Krista lograrías calmar los nervios que te invaden, pero veo que no. ¿Al menos se dirigieron la palabra?
—Si.
Un poco más que la palabra, de hecho...
El enojo de Cally pareció desaparecer un poco al escucharme decir aquello.
Sigo sin entender porqué quiere que nos hagamos amiguitas.
Es ridículo.
—Oh, pues eso está bien.̶ Dijo mientras intentaba no sonreír —Pero volviendo al señor Harris, no tienes porqué ponerte así, menos mal esta vez no intentaste lanzarte sobre su cuello como la última vez.
—Te dije que ese día estaba agotada con todo lo que pasó con Infinity, no volverá a suceder.
—Pues más te vale.
Al mirarla fijamente a los ojos, decidí que era necesario decirle lo que había pasado esa misma tarde antes de que se pusiera en más peligro por la ignorancia que tenía en aquel tema.
—Hay algo de lo que tenemos que hablar urgentemente, Calliope.
Cerré mis manos con fuerza sintiendo el fuego en mis venas, preparándome mentalmente para lo que estaba a punto de suceder...
✞
Estábamos dentro del bosque, junto al enorme y brilloso árbol que me era tan familiar.
Parecía que ahora todo era seguro, nadie podría escucharnos en aquel lugar, ni siquiera la entrometida que había invadido nuestro hogar.
