La primera vez que Lucas le pega, Susana no sabe a dónde ir.
Dejó su celular en la casa de él, y solo hay un número que se sabe de memoria. Está descalza y lo que tiene en el bolsillo solo le alcanza para comprar una cerveza en la tienda.
Aunque quiere bebérsela, usa la lata fría para calmar el dolor palpitante de su sien.
La chica tras el mostrador le da una mirada de lástima. Son cerca de las 12 de la noche, y fue la única tienda abierta 24 horas que encontró cuando salió corriendo.
La chica debe tener 18 años escasos, y Susana no sabe si la está mirando de esa manera porque tiene un ojo cerrado por la hinchazón posterior al golpe o porque sabe quien es ella.
- ¿Quieres un poco de agua? – Le dice la chica con timidez
- Si. Gracias – Solloza Susana
La chica se inclina bajo el mostrador y extrae un botellón de agua de Hello Kitty enorme. Destapa un paquete de vasos desechables y sirve agua en uno.
Luego, le tiende el vaso a Susana.
- Gracias – Dice ella con una sonrisa llorosa
- No quiero meterme donde no me llaman, pero...uhmm....A lo mejor deberías ir al hospital. Eso no se ve bien
Susana toca su ojo, y el solo toque delicado de sus propios dedos la hace estremecerse de dolor.
Su ojo está cerrado del todo, así que ella solo se puede imaginar cómo se ve.
¿Fue un accidente?
En gran parte fue culpa de ella. A lo mejor no debió haber salido corriendo así.
¿O sí?
Susana se traga el nudo en su garganta y asiente hacia la chica.
- Lo haré – Miente – No quiero abusar de tu amabilidad, pero...¿puedo hacer una llamada? – Le pide, apuntando al teléfono que se encuentra junto a la registradora
- Claro que sí. Todo lo que necesites. Voy a estar ordenando la nevera de helados – Le dice la chica, apuntando al otro lado del establecimiento.
Susana se da cuenta de que solo quiere darle privacidad, y asiente agradecida.
Su madre diría que la vida a veces pone ángeles en tu camino. Su hermano diría que simplemente hay gente buena, y que a veces la vida te sorprende con ella. Y él le daría esa sonrisa de lado y le diría "Relax, flaca. La vida se equilibra sola".
Pero eso es otra historia.
Sin embargo, pensar en su sonrisa es lo único que le da el coraje de marcar los números.
La primera vez, no le contesta.
La segunda, lo hace con voz somnolienta.
- ¿Sí?
- Hola, flaco – Responde ella con un susurro.
No lo ha llamado así en años, y un silencio pasmado le sigue a su saludo.
- Susana, ¿qué pasa? – Escucha su voz ponerse alerta. Solo le dijo dos palabras, y él sabe que algo pasa.
Se le vuelven a escurrir las lágrimas, y se cubre la boca para callar sus sollozos.
- Susana, ¿está bien?, dígame dónde está – Le exige él
- No lo sé, yo... – Esnifa para lograr hablar – En una tienda, cerca a la casa de Lucas. Lamento despertarte, no sabía a quién llamar y....

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Primeras veces
Fanfiction¿Cuántas primeras veces le puedes dar a una persona antes de que su marca se haga imborrable? Ella está dispuesta a tensar la cuerda solo para compartir esas primeras veces con él. Él habría hecho cualquier cosa que ella le pidiera. Hasta que no lo...