6. Primera canción: Parte II

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Dani levanta su pelo largo y se lo enrolla en lo alto de la cabeza mientras baila.

Me acerco a su espalda y le rodeo la cintura con los brazos.

Ella sigue bailando, y se roza descaradamente contra mí.

No fingiré que el hecho de que sea tan descarada no es una de mis cosas favoritas de ella.

Gira en mis brazos y me rodea el cuello con los suyos. Sigue bailando, así que la imito con movimientos torpes.

- Vi que te siguió cuando te fuiste – Observa casualmente

- Hablamos un poco – Admito

- ¿Y?

- Me dijo que le encanta Mateo – Resumo. Ella sube una ceja

- ¿Solo eso?

- Me dio algo de discurso moral por estar contigo sin estar enamorados y eso – Añado. Dani se ríe

- ¿Me dejarás probar algo simplemente por curiosidad científica?

- ¿Qué cosa?

- Sígueme la corriente un segundo, ¿vale?

La canción que suena es un reggaetón viejo con un beat pesado. Ella se acerca a mis labios provocadoramente mientras su cuerpo se roza contra el mío.

Es una mujer muy guapa que siempre lo ha usado a su favor, y la manera en la que baila es simplemente pecadora.

- Estoy segura de que a Susana le encanta ese chico, pero definitivamente siente algo por ti -Me dice Dani al oído. Subo una ceja

- ¿Qué?

- Solo mírala – Responde mientras se inclina más cerca

Levanto la mirada. Susi está junto al mismo árbol que ha ocupado toda la noche un grupo de sus amigos, en donde ha estado hablando y riéndose.

Excepto porque en este momento no lo hace.

Sus ojos se encuentran con los míos, y la censura en su cara es evidente. Nuestras miradas se sostienen por un segundo escaso, antes de que Mateo le ponga la mano en el hombro y llame su atención.

Suspiro.

- Tenemos una muy buena química – Admito – Eso debe ser algo confuso para ella

- Mi sincera opinión femenina es que solo está con ese niño porque es lo que cree que quiere, y es demasiado terca para renunciar a algo que solía pensar que deseaba tanto, sobre todo porque por fin lo consiguió

Vuelvo a levantar la mirada.

Él la está besando.

¿La está escuchando hacer ese gemido bajito que hizo conmigo la primera vez?

Basta.

Aparto la mirada de inmediato.

- Si, se nota – Digo con sarcasmo. Dani mira por encima de su hombro y hace una mueca

- Ew, lo siento. No dije que a los 16 uno tome decisiones muy inteligentes

- Solo quiero olvidarme de ella y ya

- ¿Todavía quieres que te ayude con eso?

Me lo pienso un momento.

Estamos tan cerca que puedo sentir cada curva suave de su cuerpo, y no te mentiré, eso es muy distractor. Solo soy un hombre, por Dios.

Primeras vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora