La petición de Ares y unas zapatillas voladoras

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Percy estaba cayendo. No se encontraba muy bien pero por lo menos había conseguido matar a la madre de los monstruos.

Lo poco que recordaba antes de estar cayendo fue que la cabeza de la serpiente le había mordido y que había conseguido quitarle esa cabeza a la quimera y después esta le atacado con una bola de fuego poco después de haber apuñalado de muerte a Quimera.

Hasta ese momento el veneno que había en su torrente sanguíneo estaba comenzando a surtir efecto y estaba empezando a perder la consciencia y el río se estaba acercando. Él había escuchado que a más altura más dolor había al colisionar contra el agua, por lo que llegó a pensar que ese sería su fin y que podría volver a ver a su madre.

Lo que no esperó que pasara fue que en el momento de chocar contra el agua, esta lo recibiera como si fuese un gel balístico que lo frenó sin que este recibiera daño y este comenzó a sanar a Percy.

Mientras este estaba en el agua comenzó a sentirse mucho mejor. Por un segundo se extrañó pero luego de unos segundos recordó una cosa muy importante. Poseidón era su padre, por lo que el agua lo ayudaría siempre que estuviera en problemas.

Una vez este se sintió mejor salió a la superficie. Por suerte para él todo el mundo estaba pendiente de lo que podría haber pasado en Gateway, por lo que no prestaron atención a un posible escombro que hubiera caído en el río que había más abajo.

Sin querer llamar mucho la atención comenzó a nada hacia un costado para intentar subir, pero el bordillo estaba más alto de lo que podía alcanzar, estuvo por usar sus poderes, pero una mano amiga se hizo presente.

Shirou estaba delante de él con una mano extendida para ayudar a Percy a salir del agua, el cual estaba completamente seco.

- ¿Qué te ha pasado? - Dijo Rin, la cual estaba observando a la multitud para asegurarse de que nadie los estaba mirando.

- Nos atacó Equidna. - Dijo este mientras miraba lo seca que estaba su ropa. - Estaba con su hijo la quimera y nos atacaron. Esto de la ropa es un chollo.

- Céntrate. - Dijo Shirou llamando la atención de Percy. - ¿Qué ha pasado con Annabeth y Grover?

en ese momento Percy recordó que habían dejado solos a Annabeth y a Grover, por lo que intentó llegar de nuevo al monumento, pero fue detenido por los dos magus que lo pararon en seco.

El pelirrojo le dijo que había conseguido captar el olor de Annabeth y Grover, por lo que deberían estar bien y dirigiéndose al coche para reencontrarse con todos. Percy no tuvo más remedio que seguir a esos dos ya que si el solo quisiera llegar hasta  el arco pasaría mucho tiempo y era posible que no los pudiera encontrar debido a la multitud de gente.

No tardó mucho tiempo en volver al coche de Rider. esta estaba leyendo un libro mientras una chica rubia y un chico cabra se hacían presentes de la estación de servicio, al parecer habían entrado a conseguir una bebida.

En el momento que Grover logró encontrar con la mirada a Percy este se dirigió dando brincos hacia él, poco le importaba que la gente pudiese notar ciertos movimientos caprinos. Annabeth fue detrás de él la cual mantenía una distancia de seguridad con el monstruo.

En el momento que llegaron el chico cabra no paró de hacer preguntas que una madre podría hacer cuando su hijo llegaba muy tarde a su casa de quedar con sus amigos. El hijo de Poseidón contestó como pudo ya que el sátiro no paraba de hablar.

Tras un tiempo hablando Rider dejó su lectura de lado y habló.

- ¿Estamos todos? - Dijo para luego mirar a todos lo que había a su alrededor. - Estupendo, me da igual lo que hayáis hecho, pero nos largamos de aquí.

Fate: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora