Fate: Percy Jackson

El autobús mágico

unas cazadoras habían entrado en la tienda de Artemisa en la que estaba la propia diosa y Percy mientras estas escoltaban a una Bianca que parecía estar un poco confundida por lo que estaba pasando. Percy, confundido por la presencia de las cazadoras, las miró y solo pudo darse cuenta de como lo estaban ignorando de una forma deliberada a favor de la diosa adolescente.

- Buenas noches señorita... - Dijo Artemisa dirigiéndose a Bianca.

- Bianca. - Dijo la chica. - Bianca Di Angelo.

- Señorita Bianca. - Dijo la diosa. - Me gustaría ofrecerte un puesto entre mis cazadoras, en este grupo estarás segura y siempre acompañada de compañeras y no te veras coartada por ningún hombre, serás libre.

- ¿Qué significa eso de no verme coartada? - Dijo la chica confundida por la elección de palabras de la diosa.

- Básicamente que no tendrás que verte obligada a estar bajo el mando o aguantar estar con un hombre. - Dijo la diosa con tranquilidad haciendo que Percy abriera los ojos al darse cuenta de que le estaba ofreciendo Bianca que abandonara a su hermano pequeño.

En un primer momento pareció pensar en lo que estaba diciendo, por supuesto, Percy pensaba que ella nunca aceptaría la oferta. Él estaba tan seguro de que lo iba a rechazar que se quedó pálido al descubrir que ella había aceptado la oferta.

Percy quiso encararse con ella, quería exigir una respuesta de porque dejar de lado a su hermano pequeño, cómo es que ahora ella podría dormir tranquila sabiendo que su hermano no estaría con ella. Se enfadó de cierta manera cuando dijo que ella siempre había estado viviendo por y para él y que deseaba tener una vida aparte de Nico y que ahora tenía la posibilidad de ser feliz viviendo una vida.

Percy no entendía cómo podría alguien separarse de una manera tan rápida de un familiar, pero también sabía que cada persona era diferente, eso se lo había enseñado su madre, Rin y Shirou, por lo que, ahora, quería salir a tomar un poco de aire para poder pensar con claridad.

Este caminó por el campamento hasta que llegó hasta el acantilado en el que había caído Annabeth y se sentó en la fría nieve mirando a la oscuridad del océano que le hacía sentir más tranquilo. No supo con claridad cuanto tiempo estuvo ahí sentado, solo se dio cuenta de que el tiempo había pasado solo cuando Thalia se sentó a su lado.

Esta lo miró, como si ella quisiera decir algo pero se mantuvo callada durante unos segundos hasta que al final pareció reventar por no decir nada.

- ¿Y bien? - Dijo ella tras unos segundos. - ¿Qué te han parecido las cazadoras?

- Digamos que no comparto su mismo punto de vista. - Le dijo Percy ya un poco más calmado. - Más cuando han reclutado a Bianca haciendo que esta dejase de lado a Nico.

- Joder, incluso separan a dos hermanos, esas tipas no se contentan con nada, no pueden dejar a nadie feliz de verdad. - Dijo Thalia con algo parecido a la rabia. - ¿Tú como te encuentras?

- No lo sé. - Dijo Percy mirando a la oscuridad. - Tal vez debí asegurarme de que la quimera estuviera muerta en un primer momento en vez de asegurarme primero antes de atender a Annabeth y a los hermanos.

- Mira, no quiero sonar como alguien que quiere dar ánimos vacíos, pero te diré una cosa. - Dijo Thalia. - Conozco a Annie desde que ella tenía siete años y cuando nos conocimos ella saltó sobre Luke con la intención de defenderse, por lo que sé que ella no se dejará matar sin luchar, y su materia gris es más fuerte que sus músculos, por lo que logrará improvisar un plan para salir de esta, por lo que no tienes que tratarte como si hubieras causado un holocausto. Ella va estar bien, te lo aseguro.