La ida de un maestro y la venida de un hermano

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Percy había estado aguantando en el taxi que iba a velocidad Rider. Por otro lado Tyson no había aguantado y ahora estaba usando la mochila de Annabeth para vomitar haciendo que una de mirada de asco se formara en la cara de la rubia.

Poco después de eso, con la fuerza de un asiento eyectable salieron volando del taxi hasta la tierra firme con un gruñido de dolor. Annabeth fue la primera en recomponerse para luego tirar su mochila fuera de su vista, le siguió Percy para que este ayudase a Tyson a ponerse de pie.

Caminaron durante unos metros hasta que escucharon algo raro más adelante. Había sonidos metálicos más adelante, eso confundió al hijo de Poseidón y se dirigió a ese sonido. Lo que vio lo sorprendió. Había un montón de adolescentes peleando contra dos toros mecánicos del color del bronce. Delante de ellos, los adolescentes estaban vestidos con armadura griega y por el tipo de arma que llevaba un de los soldados pudo notar que Clarisse estaba entre los que estaban luchando. En el fundo pensó que Shirou también estaría en el lugar luchando, pero no pareció verlo por ningún lado.

- Annabeth. - Dijo Percy haciendo que ella le escuchara. - ¿Qué está pasando?

- Muchas cosas han estado pasando desde que no fuimos. - Dijo Annabeth con seriedad. - esto solo es una más, venga, ayudémoslos.

Annabeth no dijo más para luego sacar su daga de la parte de atrás de su cinturón y saltó hacia la refriega. Percy le indicó a Tyson que se quedara atrás ya que podía ser peligroso para él y este pareció entenderle y se quedó en el lugar mientras Percy sacaba su espada del bolsillo y la desplegaba.

Sin tardar mucho se dirigió a uno de los toros de colquide. Percy hizo un corte en la dura coraza del toro con la intención de cortarla teniendo la esperanza de que fuese un recubrimiento débil, pero al final terminó haciendo solo un pequeño arañazo en el lomo del toro ganando su atención.

Unos pocos segundos después de eso, dos grandes ojos rojos se fijaron en Percy como si este se hubiese enfadado. Inmediatamente después este comenzó a cargar contra Percy obligando a este a dar un salto a un lado para evitar los cuernos.

Los semidioses que estaban a la espalda de Percy lo recibieron con un grito grupal dándole la bienvenida pera luego ser obligados a separarse porque el toro había vuelto a cargar contra ellos. Para evadir al toro Percy saltó y rodó para luego ponerse en una posición defensiva mientras mantenía al espada cerca de si mismo.

El toro volvió pocos segundos después. El semidiós miró con atención, o toda la que pudo reunir, en ver su estructura. Por lo que podía ver había unas hendiduras a la altura de las articulaciones que facilitaban la movilidad del los toros mecánicos. Estas eran finas, pero lo suficientemente anchas como para que cupiese la hoja de la espada de Percy.

Con un gesto hizo que los semidioses que estaban a su alrededor corriendo como si fuese San Fermines se reagruparan para que distrajeran al toro mientras este intentaba cortarle las patas a su enemigo. Su plan funcionó, mientras los semidioses hacían de toreros con parte de sus armaduras Percy corrió hacia el toro y le cortó las patas traseras haciendo que este quedara en una posición en la que solo podía mirar al cielo, cosa que aprovecharon los demás semidioses para cortar las patas delanteras, después de eso ellas se encargaron de destruir la cabeza del toro a base de golpes con escudos y los pomos de las espadas.

Poco después de eso Percy se giró solo para ver como Clarisse se había subido al lomo del toro para luego darle un choque eléctrico en las hendiduras del cuello para que luego este se quedara quito en el suelo.

En ese momento él se reunió con Annabeth y le indicó a Tyson que volviera con ellos. Los semidioses actuaron de una forma un poco extraña al ver al chico, cosa que sorprendió a Percy ya que no se esperaba que estos intentaran atacarlo.

Fate: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora