Fate: Percy Jackson

Planeando una salida

Percy había llegado justo a tiempo para poder escuchar la sentencia de los demás sátiros que, al parecer, estaban por encima de él en un supuesta jerarquía que él desconocía. Ignorando por completo las miradas de los sátiros que estaban alrededor, este fue por él.

- Ey Grover. - Dijo Percy en voz baja cuando estaba a su lado. - ¿Estas bien?

- No, lo que me han dicho es imposible. - Dijo el sátiro. - Si en todos estos siglos no han podido encontrar a Pan, no creo que pueda en tres meses, no voy a poder hacerlo.

- Podremos resolverlo. - Le dijo el hijo de Poseidón. - Siempre conseguimos salir de estas situaciones, lo arreglaremos.

Grover no supo como responder a eso y, con la ayuda de Percy, se puso de pie para luego recibir a Annabeth y ver a una Clarisse que se estaba alejando del lugar confundiendo a Percy. Una vez se juntó el trio de amigos estos intentaron calmar y animar un poco a Grover. El punto es que eso le ayudó y poco a poco comenzaron a cambiar de tema hasta que al final terminaron en un tema que hizo sentir un poco mal a Percy.

- Al parecer Nico no está muy contento. - Dijo Grover. - Sabe que lo que pasó es algo que suele pasar en los comics, pero no se si te llega a culpar por lo que le paso a Bianca, tampoco quiere estar cerca de Rin.

- Bueno, no ayuda que diga que fue cosa del destino que su hermana muriera. - Dijo Annabeth. - Para algunos temas ella es muy brusca.

- Pero por alguna razón suele ir a ver a Shirou de vez en cuando. - Volvió a hablar Grover. - Debe estar preocupado.

Percy asintió a lo que dijo y siguieron caminando hasta que llegaron a la arena donde un perro infernal estaba jugando alegremente con una especie de autómata que estaba agitando una rama muy grande que parecía una especie de lanza de madera para el can enorme.

Percy se acercó un poco más al perro, lo que hizo que este ignorara por completo el palo enorme y al autómata para centrarse en el nuevo amigo que acababa de aparecer. Este se tiró en el suelo para oler mejor al chico y cuando lo hizo comenzó a lamerle entero, lo que causó la risa de todos los presentes.

Después de lo que pareció una hora de juegos con el perro, Percy decidió ir a su cabaña a cambiarse de ropa para sentirse uno más del campamento, vistiendo de calle se sentía extraño. Ya sintiéndose como uno más en el campamento salió a dedicarse a hacer sus actividades del días de hoy para luego ayudar en todo lo que pueda a Grover con su problema.

Poco después de salir de la cabaña notó como una gran cantidad de campistas se juntaban alrededor de algo, lo que llamó mucho la atención del chico. Resultaba que estaba Quintus haciendo que los semidioses se reunieses para poder hacer un juego.

- Bueno, veo que ya se ha reunido mucha gente. - Dijo este con una sonrisa. - Vamos a jugar a un juego que os va ayudar en posibles casos en el futuro, voy a colocaros por parejas, la mitad de las parejas tendrán de que esconderse mientras que las otras vana a buscarlos. El juego durará unos minutos y los que se escondan tendrán que idear tácticas para perder a los perseguidores que yo les pondré, es decir, si Bekendorf y Michael se esconden solo la pareja de, por ejemplo, Nico y Clarisse podrán atraparlos. - Dijo Quintus mientras explicaba el juego que iban a realizar.

Después de esa explicación, Quintus procedió a hacer las parejas. Por suerte para Percy, le tocó con Annabeth, una buena mente pensante en el equipo le vendría bien. Quintus les anunció que la pareja de Charles y Silena serían los que le diesen caza, lo que puso un poco nervioso al chico y Percy no sabía muy bien porqué era.

Ya cuando el juego iba a empezar Quintus les dijo que tenían tres minutos de ventaja para que localizaran un buen lugar en el que esconderse. Percy dio la idea de que tenían que esconderse lejos para intentar ganar el mayor tiempo posible para ganar la partida, pero Annabeth discrepó.