Fate: Percy Jackson

El poder del ámbar viejo

Rin había ganado cierto prestigio en el campamento, el hecho de que podía mandar callar a todos lo hijo de Ares  por haberle hecho un suplex y haberle enterrado la cabeza a Clarisse en la tierra, además de que podía hacerlos estallar con un hechizo llamado Grand.

Ella había consentido al estúpido de su novio, le había permitido salir en busca de unas niñas que habían sido estudiantes de Circe. Ella sabía que él estaría bien, después de todo Rider estaba con Shirou y ella no dejaría que lo mataran tan fácilmente.

Su día había comenzado como otro cualquiera. Ignoraba por completo lo que ese hombre que se hacía llamar dios decía y se levantaba tan tarde como ella quería y comiendo tanto como quería, pero a cambio de ello tendría que ayudar a Quirón, por lo que se reunió con él en la zona de la gran hoguera para hacer la planificación del día. Pero todo se vio interrumpido cuando un autobús escolar paró en medio de la zona.

Las primeras en bajar fueron las cazadoras que habían aprovechado la puerta trasera, después salió Grover después de tambalearse un poco, un chico que nunca había visto antes lo siguió con una cara muy parecida a la que tendría un niño después de una vuelta en una montaña rusa, Percy salió después para tirarse el suelo, abrazar y besar la tierra para luego decir "Por nada en el mundo dejaré que Thalia conduzca de nuevo.", y Thalia fue la última que bajaba con la piernas temblorosas.

- ¿Se puede saber que ha pasado? - Dijo Rin mientras se acercaba al grupo. - ¿Y porqué hay un autobús escolar en mitad de la zona de la hoguera?

En ese momento un hombre rubio salió del bus y comenzó a caminar hacia la chica con dos coletas.

- Oh, lo siento señorita, espero que mi carro solar no te haya importunado bella dama. - Dijo Apolo mientras ponía su brazo por encima de sus hombros solo para que ella lo quitara de un golpe sorprendiendo a todos los presentes, incluido el dios.

- No te me acerques. - Dijo Rin mientras le mandaba una mirada de asco. - He conocido mucha gente con esa personalidad y nunca me han gustado, aparte de que después de cierto suceso como que no me gusta tanto el dorado. - Dijo señalando sus ojos.

Esto, no ofendió al dios, solo los sorprendió y retrocedió un poco, esos ojos eran dignos de su hermana. Después de eso, la chica dirigió su mirada a Percy ya que sus preguntas todavía no habían sido contestadas.

El hijo de Poseidón tardó unos segundos en contestar, pero al final dejó de abrazar el suelo.

- Tuvimos un problema, uno muy gordo. - Dijo Percy mientras su mente volvía al pensamiento de Annabeth y la quimera cayendo por el acantilado. - Tuvimos una pelea contra una quimera, que terminó cayendo por un acantilado, pero se llevó a Annabeth con él, tenemos que buscarla.

Cuando dijo eso se produjo una verborrea por parte de Percy diciendo, básicamente que tenían que ir a buscar a Annabeth. Cuando los escucharon Rin y Quirón intentaron tranquilizar a Percy como pudieron, pero al poco rato Quirón se vio obligado a separarse para dar la bienvenida a las cazadoras, las cuales parecían indiferentes a la presencia del centauro.

Rin acompaño a Percy y Thalia, los cuales tenían a un Nico muy impresionado por lo que veía. Tenían que llevar a Nico a que viese el video introductorio para semidioses en el campamento.

Allí estaba Dioniso leyendo una revista sobre vino, a los semidioses y magus le pareció una tendencia sadomasoquista ya que no podía beber en el campamento. En ese momento el dios comenzó a hablar refiriéndose a Annabeth por un nombre que no era el suyo, lo que terminó enfadando aún más a Percy y causando un suspiro de exasperación de Thalia.

Con unas pocas palabras fue suficiente para que Rin, que era la que más peleas controlaba, se vio obligada a sacar a Percy del lugar prometiéndole que irían a buscar a Annabeth ellos solos si fuese necesario.