El ultimátum de las cabras

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Todo pasó y Percy fue testigo de como ese ser que había poseído a Shirou se fue caminando hacia la casa grande. El, siendo sincero, no llegó a entender muy bien que es lo que había pasado, no entendía que era eso de Angra Mainyu, pero la chica rubia que estaba a su lado estaba mirando la figura del chico con fascinación.

- ¿Annabeth estás bien? - Dijo Percy al darse cuenta de lo que le pasaba a su compañera.

- Es fascinante. - Dijo ella haciendo que Percy frunciera el ceño. - No te equivoques, lo que ha hecho es algo horrible, pero ha demostrado que no solo queda nuestro panteón solo, el hecho de que esté vivo un dios del zoroastrismo indica que no estamos solos, ¿Quién dice que no existen dioses nórdicos o precolombinos? ¿Y si hay semidioses de esos dioses? Debemos investigar más.

- A mí me preocupa más el cómo está nuestro amigo japonés. - Dijo Percy preocupado. - Ese ser dijo que estaba muy mal y por lo que vimos debe estar realmente mal.

- Lo único que podemos hacer ahora es esperar, dijo que se iba a dormir. - Dijo Annabeth.

- Bueno, puede que duerma un par de días. - Dijo Percy.

- No, Percy, si de verdad tiene un dios viviendo en su interior puede que duerma lo mismo que un sueño divino. - Dijo Annabeth confundiendo a al hijo de Poseidón. - Un sueño divino puede llegar a durar años, pero como es humano puede que sea algunos meses, por lo que lo más seguro es que Quirón le ponga a unos hijos de Apolo para que lo monitoreen.

Con eso dicho los dos se fueron a sus cabañas, pero Percy estaba preocupado. En cuanto a Shirou, Angra Mainyu estaba llevando su cuerpo hacia la casa grande donde Quirón estaba esperándolo.

Este le dijo lo mismo que le había dicho Annabeth a Percy, que tendría a tres hijos de Apolo que lo vigilaran durante el tiempo que estuviera dormido y en el momento que terminó la explicación, Angra Mainyu llevó el cuerpo a una cama en la cual quedó inconsciente para luego sus tatuajes comenzaran a retroceder en su cuerpo hasta el nacimiento de su cicatriz en el corazón.

- La energía que emanaba de ese ser era completamente agobiante. - Dijo Quirón para si mismo. - Menos mal que ha abandonado su cuerpo de forma voluntaria, sino, no sabría decir que podríamos haber hecho para detenerlo.

El tiempo que pasó durmiendo fue elevado, pasaron las semanas y el chico no abrió. Percy fue de vez en cuando a ver a su amigo, el cual estaba tumbado bocarriba mientras estaba enchufado a una máquina para tener controlado sus constantes.

Ellos no podían hacer nada para ayudarle que no sea esperar para que su cuerpo se recuperara. Percy tuvo que volver a casa para continuar sus estudios al igual que Annabeth. Nico decidió quedarse en el campamento junto con Rin para mantener un ojo en el pelirrojo.

Tras un tiempo, la nieve comenzó a desaparecer y comenzó a dar paso al buen tiempo y a las temperaturas más altas. Percy había logrado tener una plaza en un instituto gracias al novio de su madre, Paul Blofis. Él estaba un poco nervioso, había algo que le parecía anormal todo lo que había.

No sabía si era su sexto sentido o su intuición, pero algo estaba mal. Ese sentimiento comenzó en el momento que vio a una de las animadoras, no os equivoquéis, el había superado la fase de las animadoras en el momento que vio que la gran mayoría de ellas eran una creídas que se reían de las demás chicas en las series, esa chica era muy rara.

Siempre que pasaba por delante de ella esta se le quedaba mirando como si estuviese viendo un trozo de carne, como si fuese Kiara cuando vio a Shirou en la sala del trono. Él intentó apartarse todo lo que podía de esa animadora, por mucho tiempo había logrado hacerlo, pero luego de que empezara la charla inaugural para los nuevos alumnos que acudirían después del verano alguien activó la alarma de incendios causando el terror en todos los invitados y haciendo que la evacuación fuese caótica.

Fate: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora