Caribdis y unos monstruos muy extraños

367 49 4
                                    

Percy había permanecido en la cocina viendo como es que Shirou era despreciados por los zombies que pasaban por ahí. En algunos casos le llegaban a decir monstruo cosa que Percy no podía entender. Desde que conoció a Shirou este no le había dado ningún indicio de que era una mala persona, y mucho menos un monstruo.

Intentó defender al pelirrojo durante un tiempo, pero llegó a parar ya que algunos salían huyendo, otros lo insultaban llamándolo yankie y otros solamente decían que el chico era peor que un zombie.

Shirou no le dio ninguna importancia, solo se limitó a hacer la comida. Después de ver  a un gran número de no muertos insultando a su compañero, Percy, decidió a salir de la cocina con la intención de ir a cubierta ya que la brisa marina le relajará.

Por el camino pudo ver como es que Tyson se había hecho amigo de algunos zombies que trabajaban en la caldera, por lo que lo dejó a su aire. Annabeth se había encerrado en su camarote ha estudiar o algo por el estilo, no la había prestado mucha atención en ese momento.

Ya en cubierta se asomó por la barandilla, hacía un rato que se habían puesto en marcha y todavía no habían salido del agua dulce, pero se sintió un poco mejor al estar cerca del agua. No supo con exactitud cuanto tiempo estuvo fuera ya que salió de su ensimismamiento cuando uno de los tripulantes le dijo que era la hora de comer.

Cuando entró nuevamente pudo ver a todo el equipo sentado a la mesa comiendo como si no hubiera un mañana que vivir. Miró la escena con risa, le pasó lo mismo la primera vez que él había preparado algo por primera vez.

- ¿Cómo está? - Dijo Percy a sabiendas de la respuesta que le iban a dar.

- Nunca antes había comido nada como esto. - Dijo Annabeth. - Y una vez fui a comer al Olimpo con los demás líderes de cabaña.

- ¿Seguro que no quieres trabajar en el campamento para servir la comida? - Dijo Clarisse mientras rebañaba lo poco que le quedaba en el plato ignorando por completo al hijo de Poseidón.

- Por el momento no. - Dijo Shirou con una sonrisa. - Además, no estoy solo, por lo que no puedo decidir de buenas a primeras.

- ¿Y qué más da? - Dijo la hija de Ares. - Ella no parece que le importes, ¿Por qué no la dejas y te quedas con nosotros?

- Puede que ella no lo muestre de buenas a primeras. - Dijo Shirou con calma mientras comenzaba a mover su comida en el plato. - Pero ella demuestra mucho amor de diferentes formas, cuando se enfada por una tontería que se refiere a mí es una de las muchas formas.

- Pues parece más una tacaña y cínica. - Dijo Annabeth para luego procesar que lo había dicho en voz alta. - Lo siento, no pretendía.

- Cierto es que no actúa como siempre delante de los demás, quiere mantener una imagen acorde con su familia. - Dijo Shirou para luego empezar a comer. - Pero si logras atravesar esa coraza que tiene y logras ver como es en realidad te sorprenderá.

Después de eso todos siguieron comiendo, menos Clarisse, ella se fue nada más terminar. Percy ignoró su destino, solo se preocupó por lo que tenía delante en su plato.

El día siguió avanzando hasta que llegó la noche, Percy pudo sentir como la sal en el ambiente se fue acumulando. Caminando por el pasillo de los camarotes llegó a la puerta de Annabeth, curioso por lo que se podría encontrar en el mar de los monstruos decidió visitar a la biblioteca andante.

Llamó a la puerta obteniendo un "Adelante" por parte de la hija de Atenea, la cual se sorprendió de ver a Percy y más cuando este preguntó sobre lo que podría haber en el mar de los monstruos.

Annabeth le contó, de una forma muy resumida, que lo que podría encontrar sería o un monstruo marino que se come a los barcos junto con un risco por donde salen un montón de cabezas de monstruos que se comerían a todos en el barco, después de eso es posible encontrar un montón de sirenas que buscaran matar a todos en el barco haciendo que se tiren por la borda, también cabía la posibilidad de que aparecieran un par de montañas que se chocaban entre si cuando un barco pasaba entre ellas.

Fate: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora