Fate: Percy Jackson

Un encuentro en la ciudad

Había pasado la noche, una noche en la que Percy había conseguido la movilidad de nuevo cerca de las cuatro de la mañana y hasta ese tiempo este se vio obligado a reflexionar sobre lo que había pasado.

Ciertamente, este había tenido parte de culpa en la pelea, se había visto superado por el estrés y al final terminó explotando, por lo que no le daba derecho a pagarlo con la pobre Thalia. También llegó a pensar que ella debía de sentirse casi igual a él, aparte de que tenía ya una historia con las cazadoras y por lo que él había visto no era una muy buena relación, si a eso le sumamos que se había perdido su mejor amiga y que encima perdieron el juego cuando ella pensaba que lo estaba haciendo bien terminó explotando también.

Cuando pudo conciliar el sueño, pudo ver como su amigo pelirrojo estaba acompañado por la mujer alta de gafas a la que llamaban Rider. Este estaba olfateando el aire mientras Rider observaba a su alrededor.

Poco después hablaron sobre que el grupo estaba cerca y ahí se cortó el sueño ya que la alarma del campamento que marcaba la hora de despertar estaba sonando, esa maldita caracola le daba alegrías a Percy, pero por las mañanas solo le daba disgustos.

Este fue lo más rápido que pudo a la zona de duchas, muchos de los semidioses en invierno querían monopolizar las duchas de agua caliente por la mañana y para una par de horas más tarde ya no había agua caliente y se tendría que esperar cerca de una hora para poder reponerla.

Afortunadamente para Percy, este había conseguido llegar antes que las hijas de Afrodita y tenía un turno prestigioso que disfrutó sin ninguna prisa pero sin aguantar demasiado tiempo para no fastidiar al resto.

Poco después fue el desayuno donde se vi obligado a permanecer solo en la mesa de su padre mientras el resto cuchicheaban sobre la pelea que había habido en partida de atrapa la bandera, tampoco ayudaba que Thalia no quisiera dirigirle la mirada, puede que ella no haya llegado a la misma conclusión que él.

Cuando estaba por terminar el desayuno, Quirón anunció que los líderes de cabaña deberían reunirse en la casa grande ya que se iba a discutir un tema importante. En ese momento Percy pensó rápidamente que sería una misión para buscar a Annabeth, por lo que se motivó de inmediato.

Comió lo más rápido que pudo y se fue a la casa grande. Poco tiempo después llegaron todos y Quirón lo felicitó por ser puntual a Percy y entraron en la casa grande. La habitación en la que se reunían era solamente una sala de juegos donde se sentaban alrededor de una mesa de pingpong y una cabeza de leopardo disecada que estaba colgada de la pared, pero que también estaba viva, pero Percy no pareció juzgar el porqué estaba vivo, solo lo aceptó.

En diez minutos ya estaban todos reunidos y comenzó al reunión cuando Quirón se aclaró la garganta, haciendo que todos mirasen al centauro.

- Imagino que os estaréis preguntando porqué os he llamado aquí. - Dijo el centauro. - Pero hemos notado la ausencia de Annabeth, por lo que hemos decidido mandar un grupo de búsqueda, pero Apolo nos ha mandado un apunte. - Dijo este sorprendiendo a la sala. - Por lo que ponía, Apolo no ha podido contactar con Artemisa a ninguno de sus mensajes y eso parece preocuparle, por lo que también quiere que mandemos otro grupo de búsqueda. Pero por lo que también ha contado estaba en busca de la criatura con la que se habían encontrado Annabeth, Percy, Thalia y Grover, por lo que sugiere que sea un mismo grupo de búsqueda con un número superior.

Debido a eso se creó un pequeño silencio en la sala que Percy no entendió muy bien, pero ese silencio terminó cuando la representante de la cabaña de Artemisa habló.

- Si esa misión tiene que ver con mi maestra, yo tengo que estar presente, junto con mis cazadoras. - Dijo Zöe.

- Pero también está mi mejor amiga, por lo que yo también tengo que ir. - Dijo Thalia mirando fijamente a la cazadoras.