Fate: Percy Jackson

La llegada de las cazadoras

Annabeth había olvidado por completo como debería actuar con raciocinio en un combate. En el momento que había dicho la quimera que había llegado a drogar a la hija de Zeus ella se cegó y fue a por él con su daga en mano.

La quimera sonrió por lo que había hecho la chica, él lo había estado esperando. Cuando ella llegó a estar en su rango de acción este dio un golpe con su cola dando en el costado de la chica. Esto hizo que toso el aire que había en sus pulmones desapareciera y la dejara tosiendo en el suelo, pero no hubo descanso.

La quimera lanzó sus púas a la chica, pero Percy pudo llegar a tiempo para usar el escudo que le había hecho su hermano para proteger a la hija de Atenea. En el momento que las púas dejaron de ir por él, este se sorprendió. Las púas se había clavado en el escudo de bronce celestial y casi o atravesaban.

Percy soltó un silbido de alivio al ver que se había mantenido a salvo mientras le arrojaba parte de su pequeño equipaje a la rubia para que buscara néctar si fuese necesario.

Percy miró a su alrededor. Luchar a cerca distancia podría ser un error muy grave contra este ser que había demostrado tener opciones tanto de cerca, media y larga distancia, por lo que solo podría hacerle frente si encontraba algún punto por donde atacar o si manipulaba el agua que había presuntamente al final del acantilado, pero debido al altura esto causaría mucho gasto de energía por su parte.

Por tanto pensar este se vio obligado a dar un salto cargando a Annabeth ya que había vuelto a lanzar sus púas hacia él. Por el hecho de que había cargado a alguien más con él este tuvo problemas al aterrizar y terminó cayendo en la nieve empapándose con esta.

En ese momento, el hijo de Poseidón abrió los ojos, se había dado cuenta de que había sido un estúpido. La nieve era agua en estado sólido, por lo que podría manejarla.

Este se levantó lo más rápido que pudo y comenzó a manipular la nieve. En un primer momento solo consiguió hacer que se levantara un poco de la capa superficial de la que había caído para luego lanzársela. La quimera se deshizo de ella con simples golpes de sus brazos, ignorando por completo se que este se había mojado en el proceso, cosa que si notó Percy.

Este siguió lanzando nieve mientras Annabeth se ponía en pie y una vez vio que estaba bastante mojado este intentó hacer algo que nunca se había planteado. Intentó bajar la temperatura del agua que había conseguido poner en el cuerpo de la criatura y congelarla.

En un primer momento pareció funcionar ya que parecía que cierto nivel de escarcha se hacía notoria en el cuerpo de la criatura. En ese momento Annabeth volvió a lanzarse sobre él. Espino intentó defenderse, pero debido a la bajada masiva de su temperatura corporal este fue mucho más despacio de lo que pretendía y terminó por llevarse un corte en el pecho causando que este gritara por el dolor.

Percy intentó hacer lo mismo otra vez, pero esta vez la quimera estaba al tanto. Cuando vio que la nieve se cernía sobre él este la disipó usando sus púas y obligando a Percy a esquivar, pero se dio cuenta de algo malo. Escuchó los gritos de Bianca viendo detrás de él.

Este giró lo más rápido que pudo para ver como las púas iban a por ellos a cámara lenta. Llevando al máximo exponente su capacidad para manejar el agua para crear un muro de nieve lo más rápido que pudo, tenía que salvar a los dos hermanos que había olvidado.

Para los dos hermanos todo había pasado muy rápido. Bianca abrazó a Nico con todas sus fuerzas mientras este último cerraba los ojos a la espera del golpe, pero nada llegó. En menos de un segundo se había formado una pared de nieve que había parado las púas.

Esto hizo que Percy quedara exhausto y tuviera que detenerse un momento para hacer que el mundo dejara de dar vueltas. Esto lo aprovechó Espino haciendo mandando sus púas a por él. Percy no sabía que era lo que le venía solo notó como alguien le daba un empujó para sacarlo de la trayectoria.