Capítulo 4

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'No está mal tener secretos, solo depende de la clase que sean.'

Hyunjin comenzaba a arrepentirse de haber sido el buen samaritano. Algo no cuadraba en todo ese embrollo. Debería simplemente demostrar más fuerza con Seungmin. No era posible que una chico controlara las decisiones y él lo permitiera. Peor aún, lo ocultara.

— ¿Qué te ocurre, Hyunjin? — Preguntó la voz maternal de Krystal, sacando al adolescente de sus ideas. Ella lo conocía, literalmente, desde su nacimiento. Y él la veía como el eslabón más fuerte de su vida, por lo cuál  er asumamente dificil guardarle algún secreto.— Tú no sueles estar tan callado, ¿ocurrió algo en el colegio?

— Felix se cayó en la clase de física tratando de jugar básquetbol —le contó, enrollando algunos tallarines en sus palillos.

— ¿Para llamar la atención de Jisung? —Preguntó divertida, Hyunjin asintió— Félix es tan lindo, como siempre —rio de nuevo—, ese tal Jisung algún día tendrá que notar la belleza y lindura de nuestro querido chico.

— Sí. En verdad lleva todo el bachillerato enamorado de él, ojalá algún día lo note.

— Esperemos que sí. Cuándo el motivo de tus ilusiones no percibe tu presencia, la decepción es más lastimosa que cualquier otra.

Hyunjin asintió de acuerdo con sus palabras. No las entendía y no le aplicaban, pero de cualquier manera estaba de acuerdo.

— Y por otro lado, va a venir alguien, para terminar unas tareas...

Krystal le miró sorprendida, sobre todo por su expresión de desgano.

— No te agrada esa persona, ¿a que sí?

— No es tanto que no me agrade, sino que... es familiar de alguien cercano.

— Ah ¿sí? ¿De Félix y Chris?

— No, en realidad es el hermano de Sunghae —sus simples palabras fueron impactantes en la dama. Krystal dejó caer sus cubiertos, mirándolo con ojos bien abiertos. Hyunjin frunció el ceño levantando la mirada para observarla, pero ella intentó mantener la compostura— ¿Está todo bien, Krys?

— Sí —murmuró segura, limpiando el cristal de la mesa con una servilleta. Pasó un trago grueso antes de volver a hablar—. No sabía que Sunghae tenía un hermano.

— Lo tiene —afirmó incómodo, verificando la hora en el reloj—. De hecho, es su hermano gemelo.

Krystal no hizo más preguntas, siendo curioso para el adolescente, tratándose de que ella solía pedirle los detalles para todo. Pero en lugar de hacerlo decidió llevar la conversación hasta otro rumbo mientras terminaban de comer. Hyunjin la ayudó a recoger la mesa. Su compañero no tardaría en llegar y aunque preferiría que no lo hiciera, sucedería y no podría evitarlo.

Cuándo el timbre de la casa sonó Krystal secó sus manos con un paño y se adelantó a abrir, siendo seguida por el adolescente. En cuanto la puerta se abrió, Hyunjin se llevó la sorpresa al ver a Seungmin bien arreglado. Su cabello no estaba desaliñado como otras veces e incluso había buscado la manera de que sus ropas combinaran. Krystal lo observó de pies a cabeza, el adolescente hizo lo mismo con ella.

— Hola —saludó Seungmin con una gran sonrisa, tomando por sorpresa a Hyunjin.

Era un gesto diferente al que él le conocía. Esa sonrisa pintaba alegría y carisma. Krystal correspondió el gesto de la misma manera. La criada los dejó irse para que trabajaran, pero Hyunjin de todos modos la percibía más emocionada que otras veces en las que había conocido compañeros suyos.

— Cierra la puerta, no es como que pueda hacerte daño —declaró Seungmin al notar al alto dubitativo al respecto. Su voz, más tranquila que otras veces, ayudó al chico a tomar una decisión y terminó optando por cerrar la puerta— ¿Lo hiciste tú realmente? —Preguntó, al ver un cuadro en la pared, firmado con el nombre de Hyunjin.

Quiereme como a ella (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora