Parte 2

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Supervivencia del más fuerte

Seungmin aprendió a encontrar su lugar en la cadena alimenticia desde su cumpleaños número ocho. Podía recordar perfectamente el estruendo de su padre al hacer reventar una botella de alcohol contra la pared mientras su madre lloraba, abrazada a sí misma en un rincón.

Él y Sunghae estaban tan ocupados mirando dibujos animados qué, acostumbrados a los constantes escándalos, ignoraban la pelea. Por esas mismas fechas su madre había amenazado vez tras vez que tomaría a los niños y se iría. Pero él tenía siempre algún haz bajo la manga.

Seungmin comenzó a observar por ese entonces. Dejó de refugiarse en las caricaturas para prestar atención a las discusiones. Siempre eran por temas distintos, jamás hubo un discusión repetitiva. Él la golpeaba y engañaba todo el tiempo, mencionaba algunos reproches con los que dejaba en claro que no era feliz, también bebía sin parar y llenaba su hogar con sus amigos.

Cuándo Jessica, su madre, dio inicio al divorcio, Seungmin creyó que podrían irse los tres juntos, pero después de que la corte cediera solo su custodia compartida, no pudieron hacer más que establecer vivir por cortas temporadas con su madre y hermana. Sunghae podría irse con Jessica, pero Seungmin únicamente podía visitarlas por tiempos cortos.

Todo comenzó cuándo Sunghae y él se separaron por primera vez. Después del divorcio irse a vivir solo con su padre no significó más que rechazo, burla y dolor por parte de la familia paterna. En una visita de Sunghae, el problema se hizo algo desastroso de sobrellevar. Además de que antes nunca se habían separado, ella era, conforme crecía, una chica demasiado idealista. Como si viviera en un peculiar mundo de chocolate.
Le bastó una semana en casa de su madre para descubrir lo que ocurría. Su tío, un primo de Jessica, les había dado alojamiento, pero a cambio, sin que nadie supiera, se metía en la habitación de Sunghae. Seungmin decidió que tomar medidas drásticas luego de haberlo descubierto en el acto, Jessica no dudó en defenderlos, pero Sunghae fingía que nada ocurría y que todo estaba bien.

A partir de entonces, Seungmin se obligó a sí mismo a crecer más rápido que ella. Si era necesario velar por su bienestar lo haría sin importar lo que eso implicase. Sunghae era una persona demasiado confiada, no medía la maldad de las personas. Por lo que él tuvo que encargarse de algunos, hasta descubrir que su hermana eventualmente comenzaba a odiarlo. Sunghae que él intentaba aislarla, Seungmin no tenía las suficientes agallas para recordarle lo que su mente ya había bloqueado. Np obstante, protegerla era un reto doloroso mientras estuvieran separados. Seungmin no comprendía, porqué un juzgado le entregaría solo la custodia total de uno de ellos y al otro lo había dejado bajo el cuidado de un alcohólico.

Con trece años de edad comenzó a escarbar entre archivos, preguntas, sacerdotes e incluso consejeros... hasta encontrar algo que le diera la respuesta. No fue sino hasta cuando el abuelo murió que su abuela materna, al ver su determinación, decidió echarle una mano. Le indicó donde buscar, señalando una vieja caja metálica que yacía oxidada en el sotano.

— Encontrar las respuestas, dependerá de tus capacidades —le dijo por último, retirándose para dejarlo a solas mientras ella se fumaba un cigarrillo.

Era una caja vieja donde había toda una variedad de artículos que, en algún momento, pertenecieron a distintos miembros de su familia. Entré estos logró encontrar en una bolsa los archivos médicos familiares, las pulseras que todos los primos, hijos y nietos habían usado en su nacimiento. La de Sunghae era rosa, llevaba su fecha de nacimiento y nombre de su madre, Jessica. Sin embargo, la de él era lila y llevaba una fecha y nombre diferente.

Krystal Jung — 22 de Septiembre

La respuesta fue fácil. Un juez no dio su custodia a Jessica porque solo era la madre de Sunghae, no de él. La abuela le contó la historia con tanta seriedad que parecía ser inventada, no mostraba sentimientos de culpa, no se arrepentía de haberlo engañado toda su vida. Pero ya que lo sabía Seungmin se concentraba en encontrar a la mujer que había provocado su nacimiento, a la hermana de Jessica, a Krystal. Se mudó a vivir con su madre y su hermana gemela cuando localizó a la mujer.

En un principio había esperado poder verla, aunque fuera de lejos, pero cualquier plan suyo se fue al olvido cuando la encontró más cerca de lo que pensaba. Sunghae, de hecho, la conocía muy bien. Nunca la había mencionado, Sunghae vivía en su propio mundo, siempre ignorando lo que pasaba a su alrededor. Pero para Seungmin ver que su verdadera madre no estaba sola había sido un golpe duro. Ella estaba acompañada, por un intruso, un ladrón. Un chico de su edad, amigo de Sunghae, y que sostenía con Krystal una relación como de madre e hijo, cosa que debió corresponder a él en primer lugar. No solo eso. El desubicado chico también había tenido la osadía de llamarse el mejor amigo de su hermana.

¿Cómo no sentiría desprecio por ese sujeto que le había robado todo por lo que había luchado y vivido? Hwang Hyunjin se había inmiscuido en su vida primero y él debía encargarse de alejarlo. O al menos, ese era el plan inicial.


• PARTE 2 •


El dolor más intenso es el que se vive por dentro, del que nadie se da cuenta sino hasta que es demasiado tarde》



Suspiró al ingresar a su habitación, la puerta se cerró tranquilamente con el sonido vacío de la madera encajando en el marco. Seungmin dejó caer la mochila a mitad de la habitación y arrastró los pies hasta el tocador para mirarse en el espejo. Con lentitud llevó las manos al cuello de la playera de Hyunjin que llevaba puesta y lo acarició unos momentos antes de quitársela con rapidez, como si fuera nociva.

Todo él era nocivo. Todo él era prohibido. Algo que no debía pensar, ni desear, ni sentir. Él era el fuego en el que se consumía, pero aún así quería tocar. Era la manzana envenenada que lo mantenía en ese limbo. Hyunjin era todo lo que no podía tener, pero anhelaba conseguir.

¿Qué le daba el derecho a ese chico de pasar y tomar todo a su paso? Porque incluso le había estado robando el corazón.

Quiereme como a ella (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora