Capítulo 17

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— ¡¿Como que tienes novio?!

— Shhh, Chang, por favor haz silencio —Pidió Seungmin, con los brazos sobre el mármol, su mentón apoyado sobre los mismos. Una sonrisa tonta acompañaba su expresión, mientras Changbin analizaba lo que acababa de contarle.

— ¿Y qué pasó después? ¿Se quedó contigo toda la noche? Más vale que no haya pasado nada raro o lo mataré.

— No pasó nada. Se fue a su casa, obviamente. Pero fue como tener un lindo sueño en el que yo era un príncipe atrapado en el castillo, siendo rescatado por un guapo caballero.

Changbin dejó escapar una sonora carcajada. Adoraba esa faceta romántica, inocente y tierna de Seungmin. Algo que probablemente Hyunjin aún no conocía. Pero suponía que si ahora eran novios iba a saberlo en poco tiempo. Si Seungmin se dejaba, claro.

— Al final, sí que tenías oportunidad con tu príncipe azul.

— Hyunjin es todo, menos un príncipe azul —declaró, cambiando su expresión a una de más seriedad. Changbin volvió a reír, amaba esa dualidad en Seungmin.

— Puedes despertar el lado dulce de Hyunjin, para ello solamente tienes que dejar el malhumor y cambiar esa mueca rara por una sonrisa, quizás peinarte más a menudo y uno que otro coqueteo sutil.

— Idiota, ¿por qué siempre eres tan idiota?

— Me amas —dijo en tono de burla—, y es tan evidente que incluso Hyunjin se puso celoso.

— Quizás...

— En fin, solo necesitas poco de esto y aquello y listo, consigues que sea el noviazgo de tus sueños. Romántico y sexy, todo a la vez

— ¿Algún día podremos conversar en serio, Changbin?

— Conmigo eso simplemente no existe.

Seungmin se permitió reírse junto con él. Era el novio de Hyunjin desde el sábado en la madrugada, pero ni siquiera se habían visto. Luego de, prácticamente, echarlo de su casa, no se habían vuelto a hablar y él mismo decidió no entrar a clases en lo que llevaban del lunes. Era una relación sentimental con todas las circunstancias de dos chicos inmaduros, pero le gustaba.



Hyunjin dejó escapar una risita tonta mientras movía sus fideos de lado a lado. Christopher y Félix intercambiaron miradas, observando cuando el pelinegro suspiró, apoyando su mejilla en la palma de su mano. Se le veía perdido.

— Hyunjin, cariño... —le llamó Félix, sin obtener respuesta, solo otra risita aleatoria.

— Jin, amor... —intentó esta vez Christopher, golpeando su hombro.

El susodicho volteó a verle en ese momento, sentándose de manera correcta.

— ¿Qué quieres? —Preguntó con voz tranquila, demasiado relajado, más de lo habitual.

— ¿Estás bien? Has estado sonriendo y riendo solo toda la hora.

Sus amigos no lo sabían, él no podría explicarlo con palabras. Un tiempo atrás, Seungmin en serio le desagradaba, no pudo darse cuenta de cuando le empezó a gustar. Pero de un momento a otro incluso eran parte de una relación. Se gustaban mutuamente, eran novios.

El chico malhumorado, el que a nadie en el salón de clase le agradaba, el mismo quejoso, caprichoso y... al mismo tiempo, tierno, era su novio.

— No sé cómo explicarlo —confesó. Félix pudo saberlo inmediatamente.
Saltó en su lugar, dirigiendo la mirada al asiento vacío de Seungmin en la mesa;

— Te gusta Seung.

Christopher le miró con ojos bien abiertos cuando su primo rubio dijo eso. Hyunjin se los confirmó con un suave asentimiento. Félix exclamó emocionado mientras Christopher sonreía, aún incrédulo.

— Jin... estás... enamorado.

— Bueno, sí —confesó con las mejillas coloradas. La emoción en sus amigos le hizo saber que por fin podía entender lo que se sentía.

— ¿Y por qué no se lo has dicho? — Quiso saber Félix, comenzando a soñar despierto— Imagínalo no eres demasiado feo, además, tienes un buen carácter. Son buenos amigos y con un poco de esto y aquello podrías conquistarlo.

— Ahg, aún dices frases de Changbin —masculló Christopher, observando a su primo hablar y hablar. Hyunjin, sin embargo, solo reía—. Pero ya hablando en serio —interrumpió, obteniendo la atención de ambos—, ¿se lo dirás?

— Él ya lo sabe —confesó con un suspiro—. Nosotros... somos novios ahora.

Otro grito emocionado se llevó la atención de quienes merodeaban por ahí. Christopher y Félix no cabían en la sorpresa, saber que Hyunjin tenía novio y que ese novio era otro de sus amigos les llenaba de curiosidad. Jamás lo habían visto enamorado, simplemente.


Hyunjin sonrió cuando vio a Seungmin ingresar al salón para las últimas horas de clase. Había pensado que no iba a verlo sino hasta después del colegio, pero le alegraba tenerlo ahí. Pudo notar el sonrojo en las mejillas de Seungmin al establecer contacto visual con él. Ambos sonrieron, avergonzados. El más bajo se acercó con tranquilidad, intentando mantenerse sereno con la situación.

— Hola, Min.

Al ser llamado de esa manera no pudo evitar sonreír. Se sentó a su lado, la naturalidad con la que antes había podido disimular sus sentimientos se había ido por completo al olvido. Ahora no podría fingir que no sentía nada, él sentía todo. Y que Hyunjin le llamase de esa forma, no ayudaba.

— Hola, Jin...

Diminutivos. Según Changbin era un avance si lograban usarlos, pero a su parecer Hyunjin estaba tan decidido como él para que esa relación funcionase. No dijeron algo más durante las últimas horas. Se concentraron cada uno en sus actividades, intentando ignorar el hecho del nerviosismo. Ambos eran conscientes de que estaban en una situación nueva y, aunque a Seungmin le costaba admitirlo, Hyunjin parecía estarlo llevando mejor que él.

No obstante... era que todo cambiaba en ese momento. La farsa se había terminado, ya no tenía que fingir, ya no era necesario mostrar una imagen fría ante Hyunjin. Era su novio, se suponía que debían sentir confianza. Pero tan solo pensar en demostrar que era en realidad alguien sensible y frágil le asustaba. No lo había hecho antes y temía salir herido pero, de hecho, ya era tarde para pensarlo mejor. Al termino de las clases, Hyunjin esperó a que terminase de guardar sus cosas, él lo hizo de manera lenta, intentando apaciguar el ritmo de su corazón. Hyunjin era un buen chico, podía confiar en él. Saliendo del salón de clases el pelinegro se permitió tomar su mano. Seungmin se lamentó no haber verificado antes que su diestra no estuviera sudando, pero lo último que quería era soltar a su novio.

— ¿Se lo diremos a Krystal? —Preguntó Hyunjin mientras avanzaban por el subterráneo. Seungmin se lo pensó un momento, antes de negar.

— Creo que mejor mantengamos esto así. Los chicos y los demás, van a saberlo, pero creo que Krys aún no debería.

— Estoy de acuerdo.

Quiereme como a ella (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora