Capítulo 24

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Al volver a casa el sentimiento de vergüenza era inmenso. Sabía que si Sunghae se enteraba de su embarazo iba a burlarse de él y lo último que quería era eso. No soportaría decepcionarla de nuevo. Todavía no sabía cómo iba a terminar con Hyunjin, ni siquiera estaba seguro de que hacerlo fuera la solución a su problema, pero si en algo su madre tenía razón era en que Krystal y ella ya habían tenido suficiente y, además, en que Hyunjin, de entre los dos, era el que debía formarse un futuro. Tenía un padre grandioso y muy querido, por lo que el pelinegro aspiraba a ser como él o incluso mejor. Hyunjin merecía una vida tranquila, no llevar sobre sus hombros la carga de un hijo.

Suspiró, sentándose frente a la barra para servirse cereal como cena. Levantó la mirada al tomar la primer cucharada y se llevó un pequeño susto al descubrir a Sunghae, apoyada en el frigorífico, mirándolo fijamente.

— Sunghae... —dijo en un murmullo. Ella le dedicó una sonrisa tranquila. Era la primera vez que la veía en semanas, no estaba en una situación muy cómoda como para sentirse contento— ¿Como has estado?

— Bien —respondió de manera rápida, parándose correctamente para acercarse un par de pasos, mientras buscaba en sus bolsillos—. Mientras estabas en el hospital, mamá me pidió buscar tu carnet del seguro y al hacerlo me encontré con algo bonito entre tus cosas —mientras todavía hablaba, dejó ver una delgada cadena que hizo caer suavemente sobre el mármol de la.
barra. Seungmin pasó un trago grueso.

— Sunghae... no es lo que piensas —le aseguró de inmediato, pero ella mostró nuevamente su sonrisa—. Fue... hace tiempo. Al principio no me agradaba y accidentalmente se le cayó la cadena, yo la encontré y le dije que... que se la devolvería si se volvía más cercano a mi... así como contigo —al confesar su trato inicial, pudo escucharla reír.

— Que conveniente. Todos a mi alrededor dicen que intentas cuidarme, pero siempre acabas quitandome a mis amigos.

— Pensaba que Hyunjin era un idiota, por eso quería alejarlo de ti, asi que le pedí eso para poder encontrar algo negativo. Pero la situación cambió y...

— Cambió —le interrumpió, tomando el cuello de su polera—, tanto que ahora incluso vas a tener un hijo suyo. Pero al menos algo debe quedarte muy claro: Hyunjin está contigo no porque le agrades, mucho menos porque le gustes, solo quiere recuperar el regalo que yo le di. No te la creas, Seungmin, no eres tan especial. Hyunjin finge estar enamorado de ti solo y únicamente para apresurar las cosas. ¿Crees que no está cansado de ti y de tus juegos tontos? Detente ahora, porque yo jamás, escúchalo bien, jamás voy a rendirme con Hyunjin.





Hyunjin sonrió al ver a Seungmin esperándolo en el jardín de su casa. Había estado emocionado por llevarlo de paseo y, por fin, tener unas vacaciones que valieran. Lo saludó con una gran sonrisa, acercándose para besar sus labios. Seungmin no correspondió el gesto.

— ¿Estás listo? Vamos, la función comienza en una hora, aún podemos llegar tranquilamente.

— No hay que ir al cine —pidió Seungmin, tomando su mano con firmeza para comenzar a caminar con él por la acera—. Hay algo que quiero darte, será mejor que vayamos al deportivo que está por aquí cerca.

— ¿Seguro? —Indagó, curioso— Estábamos entusiasmados por ver esa película.

— Perdí el interés —acotó con naturalidad, casi volviendo a mostrar la frivolidad con que acompañó su habla en un comienzo.

Hyunjin decidió hacerle caso, andando con él por la acera. Era invierno, hacía frio y aunque hubiera preferido estar en una sala de cine abrazado a él también le gustaba la idea de mantenerse a la intemperie. Con Seungmin esas cosas solían suceder, era un chico que siempre rompía las reglas y eso le encantaba.

Quiereme como a ella (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora