Quiereme como a ella (HyunMin)

Capítulo 21

La música retumbaba fuertemente por doquier. Las fiestas en la casa de Jisung siempre eran tema de conversación. Félix y sus amigos estaban demasiado ansiosos por lo que sucedería. En la última fiesta, dos meses atrás, Hyunjin y Seungmin habían terminado siendo novios. En esa, Félix tenía las esperanzas puestas en que sería él. Sonrió entusiasmado cuando Jisung pasó a su lado, saludándolo. Aún no lo invitaba a bailar, pero confiaba en que lo haría en algún momento. Sin embargo, mientras el tiempo transcurría, se dedicaba a solo ver a Jisung ir y venir con las otras chicas, bailando y tomando y a él ni una mirada.

Para cuándo la noche estaba avanzada, decidió salir a tomar un poco de aire. Su vaso tenía un 70% alcohol y un 30% soda. Pero no importaba. Suspiró al llegar a la zona de bar que estaba en el jardín, ahí había más personas. Se sentó en uno de los bancos, aceptando cuando el bar tender le ofreció otro trago. Las luces en esa zona eran más bajas, la música estaba encendida y podían hacer y deshacer.

— Hola, Félix —le saludó carismático, un chico de su clase. Él correspondió con una sonrisa— ¿Has visto a Chris? Hace un buen rato lo estoy buscando.

— No lo he visto, pero dudo mucho que esté por aquí.

De todos modos comenzó a buscar con la mirada por sus alrededores. No había visto a su primo y, de hecho, cada vez que asistían a alguna fiesta terminaba perdiendolo desde el principio. Se permitió apoyar las rodillas en la base del banco, así era un poco más alta y podía buscar mejor. De todos modos, si Jisung no iba a sacarlo a bailar, al menos tenía algo en que entretenerse. Su compañero hizo lo mismo, estando ahora ambos en la misión. Félix deseaba al menos poder ayudarlo y sentir que, aunque sea, algo le había salido bien.

Sonrió cuándo Changbin apareció en su campo visual. Andaba por el pasillo que conectaba con el interior de la casa, parecía desorientado, como si también buscara a alguien. Félix iba a hacerle señas para llamar su atención y, quizás, unirlo a su club de búsqueda. Pero antes de poder hacerlo, notó a cierta castaña aparecer entre el gentío, ella se acercó a Changbin, tomando su mano mientras le hablaba sonriente, dirigiéndolo consigo. Frunció ligeramente el ceño. No sabía que Sunghae estaba en esa fiesta. Mucho menos sabía que ella y Changbin fueran cercanos. Los siguió con la mirada; Sunghae comenzó a bailar con él, ofreciéndole un trago. Changbin no parecía nada cómodo. Félix decidió bajar del asiento, la última vez que Sunghae bailaba así con alguien casi acababa mal, pero esa vez, Changbin era alguien con novio y no quería que él tuviera problemas.

— Lo siento, tengo que atender un asunto —le dijo al chico, comenzando a caminar entre el gentío.

Ver era un poco más difícil, trasladarse también, pero algo en su interior le pedía que rescatara a Changbin de esa situación extraña. Se apresuró a pasar entre la gente cuando el de gafas volvió a aparecer en su campo visual, se le veía un tanto desorientado, aunque intentaba apartarse de Sunghae ella lo tenía aprisionado, con los brazos alrededor de su cuello.

— Changbin —le llamó Félix, llegando con ellos. El más alto le miró, confundido—. Hola, Sunghae. 

— Félix —respondió ella, confundida al verlo.

— Changbin, tu novio estaba buscándote, vamos te llevaré con él.

Tomó la mano del chico, este dio pie a seguirle, pero Sunghae fue más rápida volviendo a abrazarse a él. Félix estaba por decirle que se alejara, puesto que tenía novio, sin embargo, Jisung decidió aparecer en ese momento.

— Bailemos, Félix —le invitó, tomando su mano para alejarlo de ahí. Félix le miró sorprendido, siguiéndolo, aún en shock.

Tantas fiestas, y era la primera vez que Jisung lo invitaba a bailar. Sonrió tímido cuando él lo tomó por las caderas, apegándolo a su cuerpo. Decidió olvidar a Changbin. En ese momento lo único que importaba era que Jisung estaba con él, bailando así.
La canción que sonaba era buena, Jisung sabía moverse y lo guiaba de manera perfecta. Simplemente era increíble. Quería perderse en él, sentirse entre esos brazos, aprovechar que por primera vez era el centro de atención de Jisung, pero al notar que el pelinegro miraba constantemente en otra dirección, comprendió que no era sino parte de un juego. Siguió el curso de la mirada de su acompañante, encontró a Seungmin, tomando de un vaso que el bar tender le ofreció. Cerca suyo, Sunghae aún bailaba con Changbin. Frunció el ceño cuándo noto a la chica moviéndose por la pista, acercando a Changbin hasta donde Seungmin se encontraba. Algo estaba mal, simplemente. Dejó de moverse cuando ellos comenzaron a bailar, Sunghae se mantuvo cerca por unos instantes, para después alejarse de manera sigilosa.

Félix intentó dar un paso para ir con ellos, pero Jisung tiró de su mano, atrayéndolo una vez más a su cuerpo, moviéndose a su ritmo. Félix intentaba pelear contra sus propios deseos. Su sueño hecho realidad, o investigar si algo extraño ocurría justo frente a sus narices. Las luces se encendieron de golpe, Félix intentó mirar para buscar la causa, pero Jisung lo tenía aprisionado entre su cuerpo y sus movimientos. Sin embargo, Hyunjin apareció en su campo visual, siendo guiado por Sunghae y comprendió cual había sido el plan desde el principio. Asustado, Félix volteó en busca de Seungmin y Changbin. Tal como había imaginado, ellos se estaban besando frente a los ojos de Hyunjin.

Empujó a Jisung. Debía ir a aclarar las cosas, decirle a Hyunjin todo lo que había visto. Pero de nuevo, Jisung tiró de él, esa vez, tomando su cabeza para inmovilizarlo y besarlo. Félix abrió los ojos, sorprendido: Jisung lo estaba besando. Era la más grande de sus fantasías, basada en el dolor de su mejor amigo. Frunció el ceño, empujando al chico con fuerza, haciéndolo trastabillar. Limpió sus labios con molestia alejándose para ir en búsqueda de sus amigos, sin embargo, estos ya no estaban. No estaba Hyunjin ni Seungmin, ni Changbin, solo Sunghae. Se acercó a ella, enfadado. La tomó por los hombros, sacudiéndola con fuerza.

— ¡¿Que diablos intentas, Sunghae?! —Preguntó alterado, pero la susodicha estaba perdida, riéndose sin parar como una verdadera demente— ¡¿Por qué hiciste eso?!

— Los está protegiendo —le dijo Jisung, llegando hasta dónde ellos. Sunghae no tardó en buscar refugio en los brazos del pelinegro. Félix le miró horrorizado—. Seungmin no es bueno para ustedes, Sunghae solo intenta demostrarle a Hyunjin la clase de novio que tiene.

— ¿Y tú le crees a ella? —Indagó fastidiado, Jisung parecía demasiado seguro de estar haciendo lo correcto. Félix negó, frustrado— Soy un tonto al creer que eras una persona buena. Sunghae está loca, y tú también. Te juro que si Seungmin y Hyunjin terminan, voy a hacerte pagar por eso.