Epílogo

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Muchos meses después

Los chapoteos en el agua retumbaban una y otra vez a medida que las piedras golpeaban contra el lago, para sumergirse lentamente en él. Hyunjin suponía que al final de su recorrido se asentaban en la tierra húmeda y formaban parte del ecosistema. Un buen proceso, a su parecer.

Suspiró cansado cuando lanzó una última piedra ya casi al atardecer, su reloj de pulso le anunciaba con pequeños pitidos que la oscuridad llegaría pronto y debería volver a casa. Cerró los ojos un instante sintiendo las brisas tardías tocar su rostro, el invierno acabaría pronto y con él todas sus angustias de la época se prolongarían hasta el otoño.

Había pasado más de un año desde la última vez que pudo conversar con Seungmin y, aunque todo parecía indicar que él y sus amigos estaban superándolo, aún de vez en cuando el recuerdo llamaba a la puerta y él le permitía pasar.

Prefería la compañía de la nostalgia y el silencio a olvidarse a gritos de todo lo que había ocurrido. Tal vez su cuento de hadas no se había terminado como él hubiera deseado, pero aún así siempre iba a saber quiénes fueron los protagonistas. Mientras aún esperaba por Seungmin, eso era suficiente.

Avanzó por las calles llenas de gente, la mochila al hombro le recordaba la cantidad de deberes escolares que le esperaban en casa. Y con la universidad a pocos meses, debía tener todo en orden. Ingresó al subterráneo, sujetando mentalmente la mano de la ausencia de Seungmin. Sin soltarlo, abordó el metro, dirigiéndose a los asientos del fondo, donde había menos personas.

La música de sus auriculares era una buena compañía durante las cinco estaciones hasta su parada final. Descendió junto a un tumulto de personas, cada una de ellas metidas en sus propias ideas. Al llegar a su casa lo recibió Krystal. Su relación con ella había vuelto a ser saludable, sin rencores y sin ajenos entre ellos. La saludó con una gran sonrisa antes de dirigirse a su habitación para poder cambiarse por algo de ropa cómoda.

Bajó hasta el comedor cuándo estuvo listo. La casa era silencio y les volvía a quedar grande. Aún cuando sus amigos pasaban buenos ratos ahí con él, Hyunjin seguía creyendo que era un hogar demasiado ostentoso para él, Krystal y los fantasmas del pasado. Preferiría, definitivamente, una morada con menos espacios para recordar.

— Te llegó correspondencia —hizo saber Krystal al dejar frente a él la cena servida, junto a esta un par de sobres. Hyunjin los observó con atención, ambos tenían logos de universidades reconocidas.

— ¿Más propuestas para facultades de Medicina? —Preguntó divertido, tomándolos con poco interés.

— Eres el hijo de Hwang Minhyuk, todas las universidades darían lo que fuera para que estudies en sus instalaciones.

— Estudiaré en la Universidad de Ciencias de cualquier forma —reparó, dejando las invitaciones a un lado—. Chris, Félix e incluso Changbin irán ahí también.

— Me alegra que lo hayan decidido ya —le dijo con sinceridad, sentándose para cenar con él—. Tu padre vendrá para la graduación, pronto serás universitario y está muy orgulloso de ti. Tienes que aprovechar estos últimos meses en el bachillerato, porque cuando menos te lo esperes, estarás en el siguiente nivel, ahí... tu mundo se va a expandir aún más.

— ¿Todavía más?

— Mucho más. La etapa universitaria es cuando todo lo que creías saber de la vida se pone a prueba. Conocerás gente nueva, nuevos amigos, nuevos profesores, gente por doquier. Así que descuida, estás en la mejor parte de tu vida.

Con su voz de profeta, Krystal había dado un pequeño preámbulo de lo que le esperaba. Hyunjin sabía que cuando ella decía que algo iba a suceder, así pasaba. La universidad, tal como dijo, estuvo sobre él más rápido de lo que hubiera imaginado. Se había sentido como un parpadeo.

Hyunjin observaba la llovizna a través de la ventana de su salón de clase, intentando atender la materia, pero también aprovechar a mirar la lluvia. Por ahí del mediodía, había un par de horas libres en las que coincidía con Christopher y Félix. Aprovechaban para tomar algún aperitivo juntos y charlar. Estaban en tres campus diferentes, pero siempre acordaban verse en un punto medio para mantenerse al día.

Se acomodó para adelantar trabajo en una mesa de piedra, sabía que en cualquier momento, sus amigos llegarían.

— ¡Jin! —Exclamaba Félix a todo pulmón mientras se acercaba corriendo. El pelinegro sonrió divertido, acostumbrado a esa clase de cosas con él. Cuando el rubio se dejó caer a su lado, se permitió mirarlo— Chris tiene novio, ¿tú sabías que tiene novio? —le preguntó alterado

Hyunjin miró por sobre su hombro, encontrando a Christopher acercándose a un paso más tranquilo.
Efectivamente, avanzaba hasta donde ellos, sujetando la mano de un esbelto y bonito chico pelinegro. Un par de pasos detrás de ellos, se acercaba otro jovencito pelinegro.

— Jin, amor —saludó Christopher, dedicándole una sonrisa, el aludido correspondió con un suave movimiento de manos.

— ¡Da tus explicaciones, traidor! — Exclamó Félix, señalando al moreno con el índice, logrando hacer reír a sus dos invitados.

— Él es Minho —informó Christopher, el aludido saludó con una amplia sonrisa—. Es mi novio. De hecho, tenemos ya casi tres años.

— Eso... si es sorprendente —dijo Hyunjin mientras Félix decidía dramatizar la situación consigo mismo— ¿Y están estudiando en el mismo campus?

— Sí  —asintió Minho con tranquilidad, tomando asiento. Christopher ahora animó al otro chico para acercarse. Félix y Hyunjin observaron al jovencito, quien parecía ser demasiado tímido.

Sus ojos viajaron desde el cabello del chico a su rostro bonito y fino, poseía unos ojos castaños, nariz delgada y labios carnosos. Llevaba una polera de un tono negro que resaltaba su piel blanca, jeans ajustados y las agujetas de sus tenis estaban perfectamente sujetas. Hyunjin pasó un trago grueso por su garganta, dedicándole una sonrisa.

— Y él es Taehyun —notificó Christopher—. Es el mejor amigo de Minho, él está en el campus de comunicación.

— Un gusto, Taehyun —saludó Hyunjin, quitando su mochila del lugar que ocupaba para permitirle tomar asiento.

Félix sonrió al verlos, intercambio miradas con Christopher y Minho. Hyunjin, por primera vez en mucho tiempo, acababa de sonreír con sinceridad.

Mientras estás en espera, encuentra algo que sea suficiente.

Quiereme como a ella (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora