《Ven aquí, Hyunjin. Voy a contarte un secreto; si de verdad quieres olvidar algún problema, sólo tienes que aprender a lanzar piedras al agua, cada rebote que tenga la piedra, es un consuelo. Cada piedra es un problema que estas dejando ir.》
El sonido vacío de las piedras al ser lanzadas al agua lograban apaciguar, al menos un poco, el sentimiento de frustración que Hyunjin estaba experimentando.
Cuando era un niño y algo lo afligia, su padre lo llevaba a cualquier lugar en el que pudiera lanzar piedras. Era algo tan reconfortante que para cuando pasaban un rato Hyunjin incluso se olvidaba del por qué estaba triste en primer lugar. Sin embargo, para esas alturas ya no podía dejar de pensar en que apenas un par de días atrás Seungmin había terminado con él.
No tenía sentido ni uno solo. Parecía como un capítulo mal formulado de una novela sin base. Seungmin lo había dejado, sin algo coherente que pudiera justificar sus acciones. Como si hubiera elegido palabras aleatorias, con el único fin de acabar lo que tenían. Frunció el ceño, poniéndose de pie para ir a buscar una respuesta, no podía simplemente acabarse ahí.
°PARTE 4°
Hyunjin;
Simplemente, déjame ir. Es mejor de esta manera. Quizá nunca iba a poder amarte igual. Lo justo es que ahora cada uno continúe por su lado.
Krystal guardó la tarjeta en su bolsillo, junto con la cadena. Seungmin se había despedido superficialmente de ella, pidiendole que le entregara esa tarjeta a Hyunjin cuando lo viera oportuno. ¿Como iba a decidirlo, sin embargo? Dudó por un momento cuándo vio a Hyunjin ingresar a la sala, se le miraba agotado, como si hubiera montado un gigantesco debate antes de aparecerse frente a ella. Hacía dos días que no le hablaba y ahora entendía el por qué.
Le miró apenada, extendiendo la mano a él.— Lo siento.
— ¿Lo supiste? —Quiso saber al tomar la mano de Krystal, esta tiró suavemente de él para invitarlo a sentarse en el sofá, a su lado. Asintió — No puedo creer que de verdad me dejara... habíamos acordado que intentariamos hacer que funcionara. Yo estaba realmente dispuesto a darlo todo por él.
— Seungmin se fue lejos con su padre. Jessica y Sunghae se marcharon a otro distrito.
— Sabía que Seungmin se iría al distrito de su padre, eso no era un problema.
— No se fue a otro distrito, Jin —le dijo con seriedad, el aludido la miró a la expectativa—, se fueron a otra ciudad. Lejos de aquí.
— ¿Qué tan lejos?
— No tengo idea, él solo... se despidió de mí muy rápido y dijo que no volvería. Que lo mejor era que lo de ustedes terminara.
Hyunjin frunció el ceño, observó a Krystal más confundido que antes, ella parecía tener incluso menos información que él. Negó suavemente.
— ¿Por qué intentan alejarse de nosotros?
— Deben estar teniendo problemas, Jin. A veces las familias los tienen y deben tomar decisiones de ese tipo para poder solucionarlos. No podemos obligarlos a que nos tomen en cuenta. Lo único que podemos hacer es... por ahora, confiar en que ellos saben lo que hacen y el por qué.
Hyunjin asintió comprendiendo sin otro remedio lo que Krystal decía. Tenía tanto sin necesitar un consejo de ella que, aceptarlo ahora, resultaba un verdadero problema para él, sobre todo porque sabía que esta vez Krystal estaba pensando en el bien tanto suyo como de Seungmin. Eso aunque sea le reconfortaba.
Seungmin miraba por la ventana de la habitación, las gotas de lluvia impregnándose en ella, empañándola y llenando de frio el ambiente, le provocaba un sentimiento de angustia. Suspiró al compás del tic tac del reloj. Con el embarazo el nuevo ciclo escolar sería un verdadero reto. Su padre estaba apoyándolo tal como había prometido y no era para menos, él siempre había querido que Seungmin tuviera hijos y, aún cuando era demasiado pronto, estaba contento. Cosas de padres irresponsables.
— Traje tus cosas, cariño —le dijo el señor Kim, tocando suavemente a la puerta de su habitación.
— Puedes pasar —respondió el adolescente. Casi al instante su padre cruzó la puerta, trayendo consigo algunas cajas con material escolar y el uniforme del nuevo instituto.
— Te aceptaron en el programa para adolescentes embarazados y podrás continuar estudiando junto con los demás —le informó con una sonrisa— en tu salón de clase hay otra chica embarazada así que no te sentirás solo.
— Bien... gracias, papá.
El señor Kim le dedicó una amplia sonrisa, esperando verlo menos decaído, pero Seungmin ni siquiera la correspondió. Decidió acercarse, sentándose en la cornisa, junto a él.
— Seungmin... sé que no he sido el mejor padre del mundo y mucho menos el mejor esposo Jessica, pero... intentaré ser mejor persona para ti y para tu bebé —le aseguró—. Quiero que sepas que me arrepiento de mis acciones pasadas, y lo único que deseo es que tengas la seguridad de que no necesitas a nadie más que a tu padre. Tu bebé va a conocer una mejor faceta mía.
— Sí, papá, gracias.
— Intenta descansar, en una semana más comienzan las clases y debes aprovechar ahora ¿está bien?
— Sí, está bien.
Cuándo su padre salió de la alcoba, Seungmin se permitió ponerse de pie para echar un vistazo a las cosas que le había llevado. Tenía de todo, no le faltaba nada para sus estudios. Frunció ligeramente el ceño al encontrar entre los útiles escolares un empaque con motivos infantiles. Se deshizo del papel, encontrando una mordedora sujeta a un pequeño osito de peluche.
Era el primer regalo que recibía para su bebé. Un sentimiento de cosquilleo se instaló sobre él, provocando que sintiera flotar y luego caer, como cuando se rompe la magia de una ilusión.
Vivirían bien. Su padre tenía dinero suficiente para darles una vida cómoda, pero de todos modos, siempre iba a hacerle falta una parte de su alma que se había quedado en Seúl. Llevó el dorso de su mano hasta su rostro para retirar las lágrimas que una vez más habían comenzado a descender. Si es que era verdad que Hyunjin lo amaba, él esperaba amar al bebé en el nombre de los dos.
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Quiereme como a ella (HyunMin)
FanfictionHyunjin consideraba a su mejor amiga, Sunghae, la chica más especial en su vida. Sin saber que todo cambiaría luego de descubrir que ella tenía un peculiar hermano gemelo con muy mala reputación