Parte 3

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Cuándo los padres de Félix perdieron la vida, Christopher comprendió que debía convertirse en su amigo, hermano y aliado. Sus propios padres adoptaron al bajito de cabellos rubios y le dieron un hogar. Los últimos ocho años, Christopher se encargó de volver ligera la tarea de cuidar a Félix. Era un niño demasiado inquieto, hiperactivo, hablador y travieso. Pero aún así se portaba bien, dentro del parámetro natural de un niño.

Al comenzar la secundaria, Christopher decidió mantener los pies en la tierra, intentando concentrarse en cuidar de su primo quién, de hecho, resultó ser un chico bastante coqueto y social. Cuándo conocieron a Hyunjin, las cosas se volvieron incluso más interesantes. Después del enamoramiento realmente efímero que Félix tuvo por él la amistad que formaron se convirtió en algo sólido y lleno de lealtad. Christopher, si era necesario, protegería siempre a los suyos. Justo como en ese momento se vio necesario hacer; aclaró su garganta, cruzando los brazos a un par de pasos de distancia de cierto par de chicos con cabellos azabaches. Ambos se voltearon con rapidez, parándose correctamente al verlo, lo saludaron al unísono.

— ¿Les ayudo con algo? —Preguntó, sin relajar su expresión— Minho, Taehyun deberían estar en sus asientos—. El chico más alto, Minho, fue el primero en dar un paso, dispuesto a explicarle.

— Estábamos... cazando nubes —se inventó inmediatamente, intentando desviar el tema.

A Christopher le bastó un paso a la izquierda y un paso al frente para mirar por la ventana, encontrando justo lo que creía; Hyunjin y Seungmin en uno de los jardines, charlando. Levantó la ceja, mirando de nuevo a los dos chicos.

— Ya tiene novio —informó al más bajito, quien le evitó la mirada—. Sé que te gusta Hyunjin desde hace un buen tiempo, pero si antes era imposible ahora lo es más.

— De todos modos, antes no quisiste ayudarnos —le reclamó Minho, golpeando suavemente su hombro. Christopher dejó ver su sonrisa.

— Yo no soy el cupido de mis amigos y se los dejé claro desde el comienzo.

— Que eres tan egoísta —se quejó nuevamente, cruzando los brazos también—. Ni siquiera sé el porqué Taehyun y yo votamos por ti para presidente de clase.

— Hey, pero no tienes que mezclar los asuntos —le reprochó el rubio, extendiendo una mano para despeinar sus cabellos, él refunfuñó por lo bajo—. Ustedes sabían, desde el comienzo, que eso jamás iba a suceder y digo esto no porque Taehyun no me agrade para Hyunjin, sino porque nunca le hablaron.

— Porque tú no quisiste ayudar —repitió Minho—. Taehyun es tímido, lo sabes bien.

— Los invité a almorzar con nosotros algunas veces y tampoco aceptaron, si lo suyo con Hyunjin no sucedió es porque no se pusieron manos a la obra. No es culpa mía.

— De todos modos ese tal Seungmin, que a nadie le cae bien, ya está con Hyunjin, punto, se acabó —masculló Taehyun hablando por primera vez en toda la conversación.

Tanto Christopher como Minho, observaron al chico apartarse de la ventana, yéndose directamente a su asiento para atender los deberes. Suspiraron al mismo tiempo.

— ¿Y al menos Seungmin es un buen chico? —Quiso saber Minho acomodándose por si solo entre los brazos de Christopher, este rodeó su cintura, apoyando el mentón en su cabello— Las cosas que se dicen de él en el colegio no son muy buenas, solo que es maleducado y grosero.

— Es un chico muy lindo, en realidad —comentó Christopher—. Sí, un poco gruñón a veces, pero se ve que adora a Hyunjin y lo trata bien. Llevan tres semanas saliendo, es tiempo suficiente para decir que se gustan demasiado.

— Bueno, mientras Hyunjin sea feliz está bien. Lo otro, bueno, Taehyun lo superará. Nunca ha sido muy bueno en eso del amor.

— Comprendo, Félix es igual. Eso del amor... no se les da mucho.

El azabache sonrió antes de dejar escapar una suave risita, apartándose un momento de Christopher. Estiró los labios, el más alto no tardó en besarlo con rapidez.

— Lo bueno es que a nosotros se nos ha dado muy bien, al menos en los últimos dos años.

— Lo sé. Definitivamente, está funcionando.









= PARTE 3 =



"La analogía perfecta de nuestra ecuación "






Félix suspiró, observando a Jisung escribiendo en la pizarra del profesor, a su lado, Changbin le decía que poner y como hacerlo. El pelinegro era el jefe de grupo y el de gafas el subjefe, este además era su ex novio y el otro, su enamorado actual.

Sonrió cuando Changbin volvió a su asiento, a dos pupitres del suyo, él le saludó con una seña de paz antes de sentarse junto a su actual novio. Félix volvió a sonreír cuando Jisung avanzó entre los asientos y estableció, por un momento, contacto visual con él. Pero Jisung no correspondió su sonrisa, solo se dejó caer en su lugar y miró descaradamente a otra chica de su salón de clase, quién le correspondió el coqueteo.  Fin de la obra, Félix Lee una vez más había sido enviado, sin sutilezas, a freír espárragos.

Quiereme como a ella (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora