********
Nasser.
Suelto al niño dejandolo en el sofá cuando su abuelo se acerca a pasos agigantados hacia nosotros.
—¡¿Que demonios sucede contigo?!—exclama molesto y lo ignoro viendo como el niño nos pasa corriendo por un lado para ir a esconderse bajo las sábanas de su cama, haciendo que Amina vaya a su consuelo.—¡Te estoy hablando, joder!
Le dedico una mirada pero sus gritos son lo que menos me interesa ahora, por lo que me los paso por el culo cuando le doy la espalda para salir de la habitación con un sólo motivo. Me exige que lo espere, y por supuesto que no lo hago, no me detengo y mis pasos son veloces haciéndome llegar en nada a la puerta de la habitación que ocupo con Edén, pero a la que no entro por rabia, por impotencia y porqué me está ardiendo más de lo que debería lo que sopeso.
Doy indicaciones a Yusut exigiendo qué venga conmigo, qué ordene a dos escoltas más a qué le hagan compañía a quienes quedaron al cuidado de ella, y que ahora sí, mande a buscar al médico que evite traer antes para complacerla. Hace todo lo que le pido mientras caminamos rápido por los pasillos hacia la salida de la casa, le explico lo que vamos a hacer y poniéndose al frente habla a los que están más cerca de la dirección que le doy para que se apresuren allí con la intención de descubrir algo, o en el mejor de los casos, encontrar a las ratas aún en su madriguera.
A medio camino rumbo a las escaleras Arzahar nos alcanza, y aunque lo ignoro insiste molesto en llegar a mi lugar mientras llama mi nombre furioso. Acorta la distancia rápido, pero yo sigo conteniendome y repitiéndome que mejor continúo y ya...
—No se qué carajos está pasando contigo.—reclama mientras baja las escaleras a poco pasos de mí.—Esto que hiciste con el niño es nefasto y embarazoso incluso para mí...
—Déjame en paz ¿Quieres?
—¡No!—grita y mi paciencia empieza a desbordarse, así que pisando el nivel principal, busco rápido la salida, pero me sigue.—¡¿Qué ocurre contigo?! ¡Siento que te estás dejando llevar por mierdas que te están convirtiéndo en un irracional impulsivo!—su furia es palpable, pero la elegancia con la que suelta las palabras siguen estando presente.—¡Enfócate joder, y para ya de estar hiriendo a los tuyos y amenazando a niños de cinco años para sastifacer los deseos de una maldita e irrelevante mujer...!
A medias le dejo el sermón cuando la tolerancia se me acaba, y termino agarrándolo de la chaqueta del traje y poniéndolo contra la pared a un lado de la puerta. Alza las manos enseguida que cierra la boca también, y me mira con los ojos abiertos, persuasivo y analítico, para no perderse mi reacción en el estado explosivo en el que me encuentro, y por ello bajo la guardia...
«Él no será más astuto que yo» le suelto la ropa, haciendo que se yerga, pero en ningún momento deshago mi postura amenazante, o termino de hacerme a un lado para dejar morir el momento aquí.
—Tu hijo no es de lo míos; no te confundas.—aclaro calmado y él no me quita los ojos de encima.—Tampoco creas que ciertos obstáculos que arreglar durante el camino, me desenfocan de mi objetivo, pero que te quede claro que voy a pasar por encima de cualquiera cuando de lo que me pertenece se trate.
No dice nada y yo doy un paso hacia atrás asientiendole con suspicacia antes de volver al camino y atravesar la puerta que Yusut me abre. Avanzamos hasta las camionetas y sólo una nos sigue, pues suficiente tengo con todos los hombres que ya se han de estar dirigiendo al lugar acordado.
«Los que quedan en el patio de los Maalouf, son más útiles aquí para hacer fuerza en cualquier necesidad». El camino se me hace interminable y el encierro a mi rabia no le ayuda, por lo que termino abriendo mi ventana pasandole por encima a una norma de seguridad.
ESTÁS LEYENDO
Paraíso
RandomVivían tan sumergidos en sus mundos que inevitablemente olvidaron que el que ellos pisaban daba vueltas constantemente y cuando quisieron darse cuenta de ello, esos giros los hicieron chocar. Ella no tenía preocupaciones más que elegir el destino de...