In my burning heart [JaeDo]

16

Doyoung abrió los ojos y se sentía demasiado vivo.

La adrenalina aun no desparecía por completo de su cuerpo, el sueño se desvaneció de sus ojos. De pronto las sensaciones comenzaron a saltar sobre su piel, esas manos fantasmales que se deslizaban por su cuerpo, aun podían oler los diferentes perfumes que lo habían llenado la noche anterior.

Levanto sus brazos que seguían marcados por los números de aquellas personas que seguían frescas en sus memorias. Doyoung se dio cuenta que existía un mundo fuera de su burbuja, un nuevo mundo que lo había llenado de vida. Él se levanto de la cama, buscando en los bolsillos su teléfono.

Él aun no sabia si estaba listo para dar otro paso, se preguntaba se encontraría un lugar para él en ese nuevo mundo, pero no debía pensar que pasaría en un futuro lejano, necesitaba concentrarse en su presente y tratar de mantenerlo en orden.

Debía darse prisa, antes que esa impulsividad desapareciera por completo y la razón y el miedo invadieran totalmente su cuerpo.

Sus dedos daban pequeños golpecitos en la pantalla, agendando esos números. Un extraño cosquilleo se instaló en su estómago, un suave cosquilleo cuando envio un mensaje a cada unos de ellos, caminando de un lado a otro con una sonrisa involuntaria en su rostro.

La pantalla volvió a negro, siendo arrojado entre las almohadas, deshaciéndose de las prendas que fueron colocadas adecuadamente en el cesto de ropa, Doyoung pensó que debía lavar pronto esa ropa. Una suave melodía salir de su garganta, tomando uno de los trajes oscuros que había logrado traer de su departamento.

Quizás, debía volver para recoger algunas prendas. Doyoung sentía que estaba abusando de la confianza de Jungwoo al darle esa habitación momentánea pero no podía imaginarse viviendo solo, demasiado tiempo acompañado, siempre deseaba tener una compañía en casa.

Fue duro cuando Johnny comenzó a sacar sus cosas de su hogar, esa vez, Doyoung se había encerrado en el baño mientras se ahogaba en un suave sollozo y cuando volvió a salir, observando esos espacios en blanco que dejo ese hombre, sintió que su corazón se desplomaba a sus pies. Él empujo esos pensamientos, no quería que su mañana fuera arruinada por esos pensamientos.

Coloco el traje sobre la cama desordenada, enrollando su cintura con una tolla antes de salir hacia el baño. El lugar aun estaba en completo silencio, guiado por la curiosidad, Doyoung se acercó hacia la habitación de su amigo, Jungwoo seguía durmiendo profundamente.

Él volvió a cerrar la puerta con cuidado antes de dirigirse hacia el baño.

Una larga ducha, deshaciéndose del aroma de ese lugar que se impregno en su piel. Prontamente, Doyoung salió, dejando pequeños charcos debajo de sus pies que marcaban el camino hacia su habitación, su cuerpo fresco y como siempre, el tiempo estaba en su contra, no tardo en secar su cuerpo ni su cabello antes de comenzar a vestirse.

Ajustando su camisa o su corbata, acercándose al espejo para arreglar su cabello. La tinta del bolígrafo se había aferrado a su piel mas de la cuenta, su encontraba irritada por todas esas veces que froto hasta que no hubo ni un rastro. Cuando estuvo complacido de su aspecto, de aparto, tomando su teléfono antes de salir de su habitación, dejándolo caer en su bolsillo derecho.

Era momento de salir a iniciar un nuevo día.

Por alguna razón, las calles se veían con más color y el cielo despejado que otorgaba una hermosa mañana a todas esas personas que caminaban hacia sus trabajos. El teléfono sonó en su bolsillo, él no se resistió en revisarlo, el corazón le dio un salto cuando vio que uno de ellos le había respondió su mensaje.

Lee Taeyong

Esquivando a las personas, mientras intentaba contestar pero que quedo entretenido observando esa fotografía. Taeyong permanecía envuelto en las pesadas sabanas de su cama, apenas podía ver la parte superior de su rostro, pero pudo reconocerlo inmediatamente.