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Doyoung bebía café, uno demasiado malo, pero no podía echarlo a la basura, había pagado por esa taza y la bebería hasta la ultima gota.

Algo extraño pasaba dentro del hogar de Jungwoo, en la forma que lo miraba o en la forma que se movía alredor suyo, se sentía extraño o demasiado incomodo, aun no podía darle un nombre adecuado para esa sensación, a pesar que ambos habían terminado durmiendo en el sofá y ese programa seguía en la televisión.

Jungwoo apenas era capaz de verlo a los ojos, aunque seguía sonriéndole o tocándolo, algo pasaba con él, Doyoung no deseaba preguntar, sabia que cuando estuviera listo, él se lo diría por eso decidió salir esa mañana no tan mañana. El sol brillaba con fuerza sobre ellos, quizás, pasaba el medio día.

Doyoung no paraba de dar vueltas por el mismo tema, una y otra vez, ayer lo había tomado con las barreras abajo, no era una buena idea tener una conversación después de tener sexo con esa persona, se aseguraría de no tener una conversación que implicara algo más, después de tener sexo.

Era un hombre, no un joven que solo lloraría, se sentía enojado con él mismo, debió ser más duro con ese hombre, pero no pudo. La voz de su terapeuta resonó dentro de su cabeza, decía que debía ser un hombre civilizado y conversarlo como personas maduras, pero no quería ser una persona civilizada, solo quería golpearlo y decirle que nada era su culpa, nada de su mierda era su culpa.

Necesitaba ser un animal que se dejaba llevar por su instinto y clavarle las uñas en los ojos a ese hombre o arrancarle esa lengua que lo había llenado de temor, no era momento de ser civilizado, bebió un nuevo trago, debía tranquilizarse.

En el momento que lo vio, Doyoung pensaba que ese hombre había colocado en rastreador debajo de su piel o en su nuca. Jaehyun entraba radiante a esa cafetería hasta que lo vio y el mundo desapareció a su alrededor, después de la conversación de anoche, ellos no intercambiaron mensajes, no había necesidad.

Doyoung esperaba su pedido, tardarían un buen rato. Jaehyun se acerco hacia la caja, pidiendo algo en voz baja antes de acercarse a Doyoung, dubitativo.

-Hola.

-Hola- respondió.

- ¿Dormiste bien? - pregunto Jaehyun.

Doyoung asintió, él había pensado en toda la conversación.

-No todo es mi culpa- dijo, de pronto- no todo esto es mi culpa.

Jaehyun tardo un momento en captarlo y dijo.

-Lo sé, siento por haberme pasado de los límites.

-No solo te pasaste, corriste sin pensarlo mucho- contesto Doyoun, no sentía molesto, pero si incomodo- espero que no se vuelva a repetir, debes estar agradecido que me sentía aun sensible, solo por eso me quede en el auto y no tenia otra forma de regresar a casa. Eres un hombre suertudo, Jaehyun.

Sabia que nada lo que hiciera pudiera cambiar en algo el pasado, pero necesitaba soltarlo como veneno, era por su propio bien.

-Me dejé llevar, no lo pensé demasiado, tenia un discurso en la cabeza, pero cuando llego el momento, no hubo nada planeado- dijo Jaehyun- lo lamento.

-Solo pido que no se vuelva a repetir.

-No se volverá a repetir, lo prometo.

-Tengo suficiente para cargar con rocas ajenas- murmuro Doyoung, dando un último sorbo al horroroso café antes de echarlo a ala basura.

Ellos no dejaban de mirarse como si fuera algo natural entre ellos, todo era terriblemente natural. Y es necesidad volvió a su estómago, estaba asustado de su propio cuerpo que rogaba por la necesidad tocarlo a pesar que sentía molesto con ese hombre, era un circulo y ellos estaban atrapados, ¿encontrarían la salida? No lo sabía.

In my burning heart [JaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora