In my burning heart [JaeDo]

34

Al día siguiente, Doyoung despertó en la soledad de su cama.

Recuerdos de la noche anterior aparecieron a los primeros minutos de abrir los ojos, Doyoung simplemente pataleo entre las sabanas revueltas de la cama, la vergüenza quemada en sus mejillas pálidas; esa despedida incomoda que fue sellada por un beso y esa profunda risa de Jaehyun que aun resonaba en los oídos del chico. Jungwoo no le había dicho nada; al final, ellos llegaron a un acuerdo que ninguno mencionaría en que escenario lo había encontrado a ese hombre en un auto.

Doyoung deseaba besarlo.

Toda la noche continuo con normalidad, con Yuta, acordaron que se encontrarían en su departamento que sería su punto de partida. A los pocos minutos, Jungwoo se apareció por la puerta para colarse debajo de las sabanas de su amigo, aferrándose a su cuerpo.

De esa manera, siguió por el resto del día; cuando comió o cuando se dio una ducha, Jungwoo estaba al otro lado de la puerta o sentado en la cama desnuda, observando en silencio como arreglaba sus pocas pertenencias en una maleta. Jungwoo había sido un alma amable en conseguir cajas a ultimo momento para guardar cosas que no debía llegar o simplemente sobraban.

Una promesa se desarrollo entre ellos; Doyoung volviera por esas cosas al hogar de Jungwoo.

Al medio día; se apareció Lucas, Mark y Haechan. Yuta no pudo asistir al ultimo almuerzo juntos, estaba arreglando unos asuntos de ultimo momento. Ellos rieron por el resto de la tarde con películas demasiado tontas, pero eran buenas, Doyoung disfruto de la calidez que solo ellos podían darle.

Y llego el momento, demasiado pronto para el grupo de amigos. Era momento de ver partir a uno de ellos. Doyoung peino su cabello y tomo su maleta encima de la cama de esa habitación que por tanto tiempo fue su hogar, mientras se recuperaba.

Cerro la puerta junto a un suave latido de su corazón.

Cuando volvió al salón, Mark fue el primero en abrazarlo dándole un par de palmadas sobre la espalda de Doyoung.

-Buen viaje- murmuro contra su oído- cuídalo, a veces, se descuida de su comida o no duerme demasiado.

-No te preocupes, me ocupare de él- respondió Doyoung.

-Espero volver a verlos pronto- Mark dio un ligero beso de despedida sobre la mejilla de Doyoung antes de separarse.

Lucas y Haechan se aferraron a él como si fuera a desaparecer por demasiado tiempo, Doyoung sabía que no duraría demasiado tiempo alejado de su hogar porque extrañaría esa calidez de su pequeño mundo.

-No me iré del planeta- Doyoung sonrió cuando ambos chicos se aferraron con fuerza a su cuerpo- mantendremos comunicación, no se preocupen

-Pero ya no te veremos- respondió Lucas

-Haremos videollamadas.

-Pero no será lo mismo- Haechan se aferraba con fuerza- nada será lo mismo.

Una parte de Doyoung se rompió en ese momento.

-Ya, es momento de soltarlo- Dijo Jungwoo, apartando a ambos hombres de Doyoung antes de que él saltará a los brazos de su amigo- ahora me toca a mi lloriquear.

Doyoung se acurruco contra su cuerpo, escondiendo su rostro en la curva de su cuello que estaba inyectaba de ese familiar perfume que lo lleno por completo. Y las lagrimas inundaron sus ojos; el dolor de dejarlos atrás se estaba volviendo demasiado real, demasiado fisico.

No solo su corazón dolía.

-Cuídate- murmuro Jungwoo- te enviare mensajes todos los días.

-No puedes enviarme mensajes todos los días, Jungwoo. Tendremos un día o dos, en los cuales no podremos comunicarnos.