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Su cabeza era como una roca pesada sobre sus hombros que apenas podía ser sostenía por su cuello, ojos hinchados y boca reseca con un terrible sabor sobre la lengua. Doyoung se encontraba aplastado contra el mueble del salón familiar, pero botellas vacías se encontraban repartidas por todo el lugar, recuerdos comenzaron aparecer dentro de su cabeza, ambos corriendo por todo el departamento o tomando nuevas botellas, él no recuerdo en la manera que pasaron de beber copa a botellas enteras.

Doyoung pensó en los vecinos, estaba seguro que estarían planeando su venganza a esos borrachos que hicieron un gran escandalo por muchas horas, pero no había remordimiento en el sistema del hombre, paso una mano por su cabello sudoroso, necesitaba una ducha.

Levanto con esfuerzo la cabeza.

Jungwoo descansaba plácidamente sobre su pecho con un hilo de baba deslizándose por su mejilla y empapado la camiseta, pero eso no molesto a Doyoung, se veía recién llegado de una maratón con las mejillas enrojecidas y una leve capa de sudor sobre su piel.

Él deslizo sus dedos por su cabello, una y otra vez hasta que el otro comenzó agitar sus pestañas, abriendo lentamente los ojos. Jungwoo levanto su cabeza con dificultad, apenas era capaz de abrir los ojos y con el dorso de la mano, se limpio su mejilla derecha antes de sonreír de una manera torpe y boba como un cachorro.

-Me duele la cabeza- murmuro entre dientes el hombre.

-Muévete, me estas aplastando- contesto Doyoung, dándole un suave empujo. Él necesitaba ir al baño, su estómago no se sentía nada bien.

Jungwoo se resistió, aferrándose al cuerpo de su amigo con un chillido que provino desde lo más profundo de su garganta. Doyoung sentía un suave gorgojeo en su estomago haciéndolo sonar de una forma poco natural pero los chillidos de Jungwoo apagaban ese sonido.

-No quiero, aun no puedo moverme- dijo Jungwoo, sus dedos estaban aferrados a la cintura de Doyoung.

-Vamos, Jungwoo, levántate.

-No, quiero- Jungwoo apego su rostro en el pecho- quiero dormir un poco más, no me siento demasiado bien.

Doyoung estuvo a punto de decir algo, sabia que su caprichoso amigo no accedería a ninguno de sus pedidos, pero cuando vio ese rostro descompuesto pegado contra su pecho, supo exactamente que iba a suceder en los próximos segundos.

En un movimiento, empujo a Jungwoo hacia un lado y el cuerpo sobre el suyo se tenso por completo, la espalda de Jungwoo se dobló.

Doyoung aparto la mirada, sintiendo su propio estomago revolverse. Él pensó en el poco glamour se venía después de beber, estaba seguro que ninguno de los dos se veía guapo o atractivo, ambos se veían poco humanos. Él espero hasta que los espasmos de su amigo se detuvieron antes de salir del sofá con cuidado de no pisar ese charco que se había formado en el piso.

Él aun tenia un poco de dignidad para huir hacia el baño, aun el suelo aun se moviera debajo de sus pies. Doyoung se encerró en el estrecho baño de invitados, en ese lugar ocurrieron cosas que él pensaba olvidar al día siguiente, jamás pensó sentir como su alma salía por su boca y por otros orificios de su cuerpo, se estaba muriendo en ese baño hasta que todo se detuvo.

Ya no se sentía mal, al menos, podía dar un paso sin que su estomago se revolviera. Doyoung salió de ese lugar y volvió con algunos productos para limpiar, paso unos cuantos minutos tallando el piso, pero todo quedo impecable a diferencia de él que se había impregnado de ese aroma hasta los más profundo de su cabeza.

Él ya no estaba en edad para beber de esa manera, para sentirse de esa manera. Se sentía sediento pero su estomago estaba tan sensible que dudaba soportar una gota de agua dentro de su sistema.

In my burning heart [JaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora