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Un día nuevo, Doyoung estaba de vuelta en esa oficina.

Él había considerado quedarse en casa para sentirse miserable en la comodidad de su cama, pero cada rincón estaba lleno de las manías de Johnny, él ya no se encontraba en ese lugar, solo pensaba en escapar, solo deseaba mantener su cabeza ocupada en otras cosas.

Aunque él no estaba preparado para todas esas miradas curiosas, Doyoung se preguntaba qué tan rápido se habían esparcido los rumores, se sentía paranoico. Él solo había contado sobre su situación a algunas personas cercanas, pero alguno de ellos había abierto la boca, sospechaba de dos.

Esos tipos y sus lenguas sueltas.

Doyoung encuadro sus hombros, simulando que estaba perfectamente con esas miradas curiosas que lo seguían hasta que llego a su puesto de trabajo, dejando el maletín a un lado, buscando por debajo de computador, presionando el botón para encender la pantalla.

- ¿Qué haces aquí? – dijo una voz. Lucas empujaba la silla, dejando sus largas piernas estiradas- Pensé que tomarías una semana para descansar- inseguro de sus siguientes palabras, dijo- después del divorcio con Johnny.

Doyoung no le presto atención, al menos, no inmediatamente. Él no estaba listo para hablar sobre ese tema, aun dolía como un cuchillo que estuviera enterrado en sus costillas y fuera removido a cada segundo, con cada respirar, sabia que esas personas se encontraban curiosas de su inesperada separación, ellos se habían mostrado como un matrimonio perfecto dentro de su trabajo y fuera de este.

Ellos decían que Johnny lo observaba como un diamante, como un tesoro que debía proteger. Doyoung se preguntaba donde se encontraba esa mirada, cuando se perdió ese amor que profesaba.

-Si me quedaba solo- respondió, dejándose caer en el respaldo del asiento, inclinándose ligeramente hacia atrás- me volvería loco, no quiero estar solo- él observo el lugar- me gusta este ruido, hace que no piense en mi miseria.

La mirada de Lucas se lleno de culpa, Doyoung quería decir que le molestaba que lo miraran de esa manera, pero sus palabras quedaron atoradas en su garganta. El hombre rebusco en el interior de su bolsillo, sacando un envoltorio.

Un caramelo de café.

-Mi madre decía que a veces, los dulces pueden calmar el dolor del alma- Lucas jugueteo con el caramelo- espero que funcione.

Doyoung recibió el caramelo, abriéndolo del envoltorio para introducirlo en el interior de su boca, podía sentir la mirada intensa de Lucas en él, a la espera de su respuesta, él sonrió.

-Mucho mejor- dijo Doyoung con el caramelo en la lengua.

Lucas sonrió iluminando su rostro de esa luz familiar que poseía, esa luz que era capaz de iluminar una habitación entera. Doyoung creía que Lucas absorbía energía mala para convertirla en luz como un gato demasiado grande y perezoso. De pronto, otro rostro familiar apareció del otro lado.

- ¿Estas bien? - dijo Haechan, dejándose caer sobre su asiento.

-Tú- gruño Doyoung- y esa lengua suelta.

-Uy, que agresivo- murmuro Haechan.

Lucas rio del otro lado, entretenido de la escena de aquellos dos.

-Cuantas veces tengo que decir que mantengas esa boca cerrada- dijo Doyoung, inclinándose sobre él- al menos, mantenerla ocupada para no divulgar rumores de la vida privada.

-Creo que estas un poco paranoico- dijo Lucas- no todos están pendientes de tu vida, Doyoung- estirando los brazos hacia arriba- cada uno tiene sus propios problemas.

Una llama de ira se encendió dentro del pecho de Doyoung.

-Si, claro- murmuro Doyoung- las personas siempre buscan a otras personas que estén peor que ellos, solo para aumentar solo para aumentar su propia estima, murmurando rumores a las espaldas.

Haechan coloco una mano sobre el hombro tenso de Doyoung, su rostro mostraba preocupación sincera por su amigo. Ellos se habían conocido en el primer día de Haechan, uno desastroso, pero al final, habían encontrado temas en común. Haechan era leal hasta el final de sus días, pero tenia una lengua suelta que era un peligro total., confesaba secretos ajenos sin pensarlo mucho.

-Te lo prometo- dijo él- jamás se lo diría a nadie. No diría nada que pudiera lastimarte, pero lo averiguare, confía en mí, al final del día, tendré el nombre del divulgador.

Doyoung tenía un corazón débil con ese hombre, creyó en esos ojos decididos y sinceros antes que retrocediera. Lucas volvió a su lugar, revolviendo los documentos que se encontraban esparcidos en su escritorio estrecho.

Era momento de alejarse de esos pensamientos, Doyoung debía trabajar.


...


Las horas pasaron con rapidez, ambos chicos hicieron que pasara de esa manera, entre chistes susurrados y pequeños jugueteos por debajo de la mesa, Doyoung se había alejado de esos pensamientos que entristecían su alma y corazón, deseaba quedarse por mucho tiempo en ese lugar.

Lucas y Haechan se convirtieron en su sombra, excepto durante el almuerzo, Haechan inicio su misión de "Descubrir al que inicio el rumor". Los dos observaba divertidos en la manera que Haechan se metía en las conversaciones ajenas con naturalidad como siempre hubiera estado incluido.

Doyoung no podía negar que estaba asombrado, lo respetaba.

Cuando volvieron a sus puestos, Haechan parecía emocionado, Doyoung pensó que había descubierto el nombre misterioso inicio.

-Ven, tengo que decirte algo- dijo Haechan.

De pronto, todo murmulló se acabó.

Doyoung elevo la mirada del computador, curioso por la falta de ese suave sonido. Dos hombres entraban por la puerta, se veían amigables entre ellos, cómodos. Él tardo un momento en reconocer al segundo hombre, se veía diferente de aquella tarde en ese departamento de Johnny, un traje se ajustaba en su cuerpo esbelto, parecía hecho a medida.

Doyoung pudo reconocer la belleza de ese hombre, de esos encantadores hoyuelos que aparecían a cada palabra o con un simple gesto.

Él quiso vomitar.

-Buenas tardes, señores- dijo el hombre mayor- señoritas- paso una mano por su cabello oscuro con algunas manchas blancas que revelaban su edad a igual que las arrugas en su rostro- lamento interrumpir en sus deberes, pero solicito su atención, solo será un momento.

Doyoung podía sentir el sudor frio corriendo por su cuerpo congelando sus dedos, de pronto, sentía demasiado frio y su estomago no paraba de sonar, su corazón palpitaba con fuerza dentro de su pecho.

-Antes, deseo anunciar algo importante, que cambiara el rumbo de este departamento- una sonrisa gigante se formo en su rostro- un proyecto importan fue designado a este departamento, si todo sale perfectamente, no será el último.

Una ola de aplausos se escuchó, no era común que tuviera un proyecto importante, siempre pequeños proyectos. Doyoung no podía sentir la misma emoción de sus compañeros, sospechaba que las siguientes palabras no serian de su agrado.

-Como todos sabemos, en este departamento, nos encontramos escasos de empleados expertos- dijo el hombre- así que, el señor Jaehyun decidió apoyarnos, en ser nuestra guía para el éxito de este proyecto.

El tiempo se detuvo para Doyoung, podía ver que la boca de ese hombre se movía, pero ninguna palabra era escuchada.

-Oh- murmuro Haechan- ese es el nombre que escuche- inclinando la cabeza hacia un lado- que coincidencia, ¿Cuántos Jaehyun tienen contratados esta empresa?.

Doyoung esperaba que demasiados.   

In my burning heart [JaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora