La magia se desvaneció un poco cuando el teléfono comenzó a vibrar dentro de su bolsillo, una y otra vez, ese suave zumbido que lo arrastraba hacia el mundo real, plantaba correctamente sus pies en el suelo, Jaehyun aun se mecía al ritmo de la música y su agarre se volvía más firme alrededor de su cuerpo, reconocía ese suave brillo en esos ojos oscuros, ese mismo brilló que había visto en tantas ocasiones antes que se deslizara entre sus piernas.
Volver a tener a ese hombre entre ellas hizo que sus rodillas temblaran, pero resistió, se mantuvo firme. Debía irse de ese lugar, debía irse antes de sentirse aun más débil.
-Es hora de irme- Doyoung corto ese contacto que erizaba su piel, despojarse de la calidez de ese hombre era un trabajo pesado. Un suave beso sobre su mejilla como un termino de ese corto momento.
Jaehyun dejo caer lentamente los brazos, casi se podía ver que estaba derrotado con los ojos pegados en la delgada figura de su acompañante, sus corazones palpitaban al ritmo de la música. Doyoung deseaba bailar una segunda canción y una tercera, pero era momento de irse, no podía quedarse ni un momento más y sin decir otra palabra, retrocedió antes de girar sobre sus propios talones.
Doyoung pensaba que era asombros coincidir con una persona tantas veces en esa cuidad tan grande, la posibilidad era escasa que nunca nula. Cada paso que daba era terriblemente pesado, incluso cuando coloco una mano sobre el pomo de la puerta.
Y una vez más, la puerta se cerró detrás de su espalda, pero ya no estaba en la habitación, si no, en ese pasillo solitario. Doyoung se dirigió a la escalera, escuchando ese zumbido de los comensales o del suave piano, cada paso una nueva nota hasta que volvió al principio.
Deslizando las manos por encima de su cabello, su cuerpo vibraba por la necesidad de volver a esa habitación y devorarle la boca, pero no podía defraudar a sus amigos, a pesar que ya había enviado ese mensaje hace unos minutos antes, miles de excusas se formaban dentro de su cabeza y cada una de ellas se desvaneció por completo al verlo, Johnny caminaba directamente hacia él.
Ambos se detuvieron, mirándose directamente a los ojos en completo silencio antes de seguir con su camino, Johnny paso por su lado, pero no lo toco, su corazón salto dentro de su pecho que subía por las escaleras y ese suave cosquilleo entumeció sus dedos.
Él camino hacia un rincón en donde no estorbara a los meseros que caminaban a su alrededor, sacando el teléfono del bolsillo y la pantalla se iluminaban, Yuta no paraba de enviarle mensajes, en los primeros, indicaban que estaban en el exterior del local, en jardín interior, pero eran seguidos por buenos deseos y un pedido que no se olvidara en cenar.
Doyoung se llevo una mano hacia su corazón, llenándose de valor antes de seguir su camino, empujando una puerta de cristal y la brisa fresca lo recibió con ánimo. Para él, no fue demasiado difícil en encontrarlos entre las mesas, eran un grupo llamativos.
En especial, el chico de japón con cabello blanco que sonreía bajo la atención de otro hombre que no paraba de llamarlo 'por su nombre de una manera melosa, frente a ellos se encontraba Mark son una sonrisa incomoda y un asiento vacío que suponía que le pertenecía a Johnny.
Doyoung avanzo hacia la mesa, Jungwoo fue el primero en percatarse de su presencia. Yuta sonrió.
-Pensé que no vendrías- dijo- ¿no tenias demasiado trabajo?
-Pude terminar a tiempo- respondió Doyoung- no pensé que alcanzaría a llegar- mintió.
-Recién estamos empezando- respondió Mark, introducía un pedazo de carne a su boca- siéntate a mi lado.
- ¿No está ocupado?
-Johny se acaba de ir, dijo que tenia algo impórtate que hacer y se fue- respondió Jungwoo.

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In my burning heart [JaeDo]
FanfictionDespués de cinco años de matrimonio, Johnny acaba de pedir el divorcio a Doyoung. Él ya no lo ama. Él ya no lo desea. Él ya no lo necesita. Él encontró todo lo que necesita en su asistente personal. Johnny se llevo cada una de sus pertenencias de...