Los besos de Jaehyun eran suave que se esparcían sobre su piel cálida, aun vibrante por el reciente orgasmo que lo había arrastrado hacia el placer máximo, esas manos los sostenían contra su cuerpo. Ninguno de ellos era pequeño, pero lograron encajar sus extremidades largas para permanecer en ese mueble.
Doyoung entre el respaldo y el cuerpo de Jaehyun, sosteniéndolo de la cintura para evitar que cayera al vacío, las piernas largas se ese hombre se colaba entre las suyas. Él descubrió un pequeño detalle, sus pies eran extremadamente fríos e intentaba calentarlos constantemente con los suyos, Doyoung huía.
Jaehyun reía cada vez que su compañero chillaba cuando esos pies tocaban su piel. Doyoung se preguntaba si era una buena idea que ellos permanecieran en ese lugar, sabia que debían salir pronto pero no quería soltarlo, era agradable tener atención después del sexo, era reconfortante.
Él había olvidado el placer y la calidez que le podía dar otro cuerpo, llenaba ese agujero en su pecho con la suavidad de sus manos o esos hoyuelos que se profundizaban en sus mejillas cada vez que sonreía, aunque sea una sensación efímera, aunque ese agujero volviera a estar en su pecho, se sentía bien.
Las manos subieron por su columna hasta su nuca, hundiendo sus dedos en su cabello alborotado y húmedo por el sudor, sus dedos desenredaban los nudos que se formaron, uno a uno con cuidado de no arrancar ninguno. Doyoung cerro los ojos y disfruto esa sensación de ser atendido, de ser cuidado.
Jaehyun del tipo amoroso.
Jaehyun del tipo que le gustaba abrazar y reír.
Jaehyun del tipo cálido.
Doyoung apoyo su rostro en el pecho amplio del hombre, sus dedos vagaban por la cadera, explorando esas partes de su cuerpo que no habían tenido la suficiente atención. Aun podía sentir su sabor en la punta de su lengua, o esa mirada devoradora, sus gemidos o jadeos.
Ellos debían vestirse e irse de ese lugar.
Debian hacer tantas cosas, pero ninguno movía ni un solo musculo. Doyoung estaba agradecido que ese hombre no haya vuelto a preguntar sobre la venda, aunque se mostraba cuidadoso cada vez que lo sostenía. Él fijo su mirada en el cuello blanco de ese hombre, observando esas ligeras manchas rojizas que no se irían por un par de horas, una pequeña muestra que todo era real, que él pudo tocar su cuerpo.
Jaehyun bostezo.
-Es hora de irnos- Doyoung odiaba decirlo en voz alta pero no tenían otra opción.
-Estoy cansado, solo quiero dormir un poco- murmuro Jaehyun.
-No pensé que fueras del tipo de una sola ronda- Doyoung rio, sus dedos seguían dibujando formas sobre la espalda baja.
-No, normalmente no lo soy- su voz era suave- pero me siento relajado y cómodo. Quiero dormir un poco, solo serán cinco minutos.
-Creo que dormir en el sofá no es la comodidad que buscas.
Jaehyun no respondió, su respiración se ralentizo y sus ojos se cerraron. Doyoung pensó que era hermoso, incluso durmiendo era hermoso, no se podía ver ni una marca de preocupación en su rostro, él no pudo resistirse en rozar esa mejilla ligeramente rojiza con la punta de sus dedos.
Él pensó en todo lo que cambio su vida en un corto tiempo, hace unos meses ni siquiera hubiera imaginado a ese hombre en estuviera a su lado o que disfrutase compartir oxígeno. Apartando los mechones oscuros pegados a su frente, delineando esas ligeras marcas en su piel que efecto de los años o pasar demasiado tiempo debajo del sol, descubriendo los músculos fibrosos de sus brazos, de las venas que sobresalían en sus manos.
ESTÁS LEYENDO
In my burning heart [JaeDo]
FanficDespués de cinco años de matrimonio, Johnny acaba de pedir el divorcio a Doyoung. Él ya no lo ama. Él ya no lo desea. Él ya no lo necesita. Él encontró todo lo que necesita en su asistente personal. Johnny se llevo cada una de sus pertenencias de...