DISGRACE⇝G. Weasley ✓

Chapter 9

Fred, George y Dorothy caminan hacia la sala común uno al lado del otro para ver una gran multitud que se forma alrededor de la pintura —¿Qué está sucediendo? —Fred murmura. 

—¡Disculpen, soy el premio anual! —Percy grita abriéndose camino. 

Dorothy sonríe y de repente se le ocurre una idea —Mira esto. 

Ella agarra sus muñecas y los arrastra a través de la multitud —Disculpen, soy prefecta, déjeme pasar. Fuera de mi camino, por favor —dice imitando a Percy. 

Los gemelos se ríen detrás de ella cuando finalmente alcanzan la pintura rota —Atrás. Nadie debe ingresar a este dormitorio hasta que haya sido registrado por completo —Percy dice empujando a sus hermanos hacia atrás. 

—Santo Salazar Slytherin, ¿qué pasó? —Dorothy pregunta acercándose solo para que el 'Premio Anual' le quite la mano de un golpe—. Ay, Percy —ella se queja volviendo a poner su mano en su cuerpo. 

—¡La señora gorda! ¡Se ha ido! 

—¡Se lo merece! ¡Cantante terrible! —Ron exclama desde detrás de la multitud. 

—Eso no es divertido, Ron —Hermione regaña.

Las pinturas a su alrededor lloran y se ríen mientras observan a los estudiantes
—¡Silencio! ¡El director está aquí! 

—¡Muevete, Muevete! —ordena Dumbledore mientras él y Filch caminan entre la multitud. 

Dorothy continúa mirando la pintura hasta que George la aparta y permite que Dumbledore pase —¡Ya lo escuchaste! ¡Muévete! 

—Podría matar a Percy algún día —ella le susurra a George. 

Él asiente —Y yo podría ayudar. 

Dumbledore se adelanta y sigue las rasgaduras en la pintura —Señor Filch, reúna a los fantasmas, dígales que busquen en cada pintura del castillo hasta que encuentren a la Dama Gorda. 

—No hay necesidad de fantasmas, profesor —dice Filch mientras señala una pintura no muy lejana—. La señora gorda está allí. 

Todos comienzan a empujar hacia adelante, Dorothy agarra a cada uno de los gemelos y usa su excusa perfecta mientras empuja a un lado a un segundo año —¡Cuidado a dónde vas! ¡Escucha! ¡Soy el Premio Anual! 

—Querida señora, ¿quién le hizo esto? —pregunta Dumbledore.

Ella mira hacia arriba desde detrás del gran animal detrás del cual se esconde —¡Ojos como el diablo que tiene! ¡Y un alma tan oscura como su nombre! ¡Es él, Director, del que todos hablan! ¡Él está aquí! ¡En algún lugar del castillo! ¡Sirius Black!

La multitud comienza a murmurar y hablar entre ellos, los ojos del trío se agrandan mientras se miran entre sí —Asegure el castillo, Sr. Filch. ¡El resto de ustedes, al Gran Comedor!

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Dorothy se acuesta en su saco de dormir junto a George, Ginny a su otro lado, mientras mira fijamente el techo encantado sobre ella. El Weasley más joven duerme plácidamente a su lado, Dorothy se niega a perderla de vista si Sirius Black realmente está en el castillo, no después de lo que pasó el año pasado con la Cámara. 

Desde donde se encuentra, tiene una vista perfecta no solo de su hermano, sino también de Harry, Ron y Hermione. 

Se agacha asegurándose de que su varita todavía esté en su calcetín y suspira aliviada cuando dice —Hola —ella salta, pensando que es la única despierta. 

George ahoga una risa cuando ella le da un codazo en el hombro —Estarás bien, Dot —él susurra. 

Dorothy suspira y mira hacia el techo —No soy yo quien me preocupa —ella susurra haciendo un gesto a todos los niños más pequeños en el pasillo. 

Él suspira y se acerca para tomar su mano fría —Estaremos bien —se corrige a sí mismo. 

—¿Cómo siempre tienes tanto frío? —él pregunta mientras la cubre con su saco de dormir.

Ella se encoge de hombros —Manos frías, corazón frío —la pareja se ríe, cubriéndose la boca para amortiguar los sonidos y no ser atrapados por ningún maestro. 

Pero lo que no saben es que el profesor Dumbledore los observa desde no muy lejos, sonriendo para sus adentros.