Chapter 8

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—¿Nos estás dando permiso para hacer esto? —Neville pregunta mientras sigue a la profesora McGonagall

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—¿Nos estás dando permiso para hacer esto? —Neville pregunta mientras sigue a la profesora McGonagall.

—Eso es correcto, Longbottom.

Dorothy se esfuerza por seguir el ritmo de las largas zancadas del otro mientras resopla y resopla detrás del grupo rápido
—¿Explotar? ¿Boom?

—¡Boom!

—Malvado. Pero, ¿cómo diablos, Erath, vamos a hacer eso?

—¿Por qué no hablas con el señor Finnigan? Según recuerdo, tiene una particular inclinación por la pirotecnia.

Seamus asiente —Puedo derribarlo.

—¡Ese es el espíritu!

Los niños salen corriendo y dejan a Minerva, Molly, Dorothy y Flitwick parados en los escalones —Te das cuenta, por supuesto, que no podemos dejar fuera a Ya-Sabes-Quién indefinidamente.

—Su nombre es Voldemort —Dorothy dice manteniendo los ojos frente a ella mientras gira cuidadosamente su varita entre sus dedos.

Los ojos de Flitwick brillan con miedo cuando dice el nombre —Bien podrías usarlo, Filius. Él va a tratar de matarte de cualquier manera.

Se vuelve hacia la casta y levanta su varita —Piertotum Locomotor.

Los caballeros caen de las murallas y aterrizan de pie con sus escudos y espadas, marchan junto a ellos siguiendo sus órdenes —Hogwarts está amenazado. Cuiden los límites. Protejanos. ¡Cumplan con su deber para con nuestra escuela! Siempre quise usar ese hechizo.

Dorothy levanta su varita y apunta al cielo mientras camina hacia un lugar abierto en el patio —Protego Maxima. Fianto Duri. Repelo Inimicum.

Se forma un escudo alrededor de la escuela y la rubia se vuelve hacia McGonagall esperando sus órdenes —Lupin y Kingsley, ayúdenlos, Arthur está con ellos.

Ella asiente y sale corriendo, ve a Harry corriendo hacia ella y con un suspiro lo llama.

Se detiene y se queda allí de pie torpemente por un segundo, la tensión aún es espesa entre los dos —Buena suerte.

—Tú también —él le da un asentimiento agradecido y continúa con su viaje.

Dorothy ve a Remus, Kingsley y Dean, trota para alcanzarlos y ellos asienten en reconocimiento —Dile a McGonagall, Remus, Dottie y yo nos encargaremos de este lado del castillo.

—Sí, señor.

El trío observa cómo los mortífagos lanzan hechizos contra el escudo —Oye, Dean, pensándolo bien, dile a la profesora McGonagall que podríamos necesitar una o dos varitas más.

—Es la calidad de las propias convicciones lo que determina el éxito, no el número de seguidores.

—¿Quien dijo que? —pregunta Kingsley.

Remus levanta una ceja —Yo.

Dorothy se ríe un poco y mira por encima del hombro a George que pasa, él mantiene el contacto visual con ella mientras se aleja con Fred, justo antes de que se pierda de vista, ofrece la sonrisa más grande que puede dar.

—¿Vas a decirle?

—Si no me muero.

🌹

—¿Estás bien, Freddie?

—Sí —Fred respira mirando hacia el cielo que está iluminado de azul por el escudo.

George le da un codazo a Fred
—Yo también.

—¿Vas a decirle a Dottie?

George suspira volviendo su mirada al cielo —Sí, creo que si.

—Quizás quieras hacerlo pronto, antes de que comience la batalla. Estaremos aquí por un tiempo.

DISGRACE⇝G. Weasley ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora