DISGRACE⇝G. Weasley ✓

Chapter 10

Dorothy se estremece mientras espera para caminar hacia el campo de Quidditch —Bien, ¿estamos listos? —Oliver llama. 

—Wood, me estoy congelando el culo, vámonos. 

—En este mismo momento —salen en fila india, el fuerte viento los golpea haciendo que Dorothy se rodee con los brazos.

—Tienes frío —George pregunta pasando un brazo alrededor de su hombro mientras escuchan a Madam Hooch. 

Ella asiente —Siempre. 

Montan sus escobas y vuelan hacia el cielo esperando el silbato —Y se van, Malfoy tiene la Quaffel

Dorothy levanta su escoba y vuela sobre el cazador de Hufflepuff para anotar el primer gol —¡Gol para Gryffindor. 10-0!.

Ella sonríe y continúa volando por el juego, anotando algunos goles más y escuchando los cánticos del nombre de su equipo.   

Un relámpago proyecta una sombra sobre ella cuando ve una mancha roja que cae
—¿Harry?

—Malfoy-

Wood no llegó a terminar porque ya había volado en dirección a Harry. Se lanza hacia abajo extendiendo su brazo para atrapar a Harry, pero el golpeador de Hufflepuff envía una bludger en su dirección y golpea su brazo justo cuando agarra a Harry. 

Dumbledore levanta la mano evitando que la pareja golpee completamente el suelo.

Dorothy jadea de dolor y agarra su brazo contra su pecho, sus dedos están cubiertos de sangre por el gran rasguño causado por su escoba, mira a Harry que está inconsciente —¿Dot?  ¿Dot? ¿Estás bien? 

—Sí... Sí, estoy bien. ¿Harry?

🌹

Dorothy se sienta en una cama de hospital balanceando las piernas y tarareando mientras Madam Pomfrey le envuelve la muñeca —Debido a que te niegas a beber mis pociones-

—Sin ofender, pero tienen un sabor asqueroso, prefiero curarme a la manera muggle. No tengo un juego hasta dentro de uno o dos meses, tendré mucho tiempo para sanar —ella sonríe. 

La sanadora pone los ojos en blanco.  Siendo la persona torpe que es, Dorothy ha pasado muchas noches en el ala del hospital, y cada vez que ha rechazado cualquier tipo de pociones de la bruja mayor, y cada vez su excusa sería 'Saben asqueroso'. Pero ambos saben que esa no es su verdadera razón. 

George se sienta a su lado, moviendo las piernas de un lado a otro mientras los demás se paran entre ella y la cama de Harry, la mitad mirándola a ella y la otra mitad a Harry, cambiando cada pocos minutos para ver cómo está el otro. 

Dorothy hace una mueca ante la sangre en su manga —Weasley —dice Madam Pomfrey apartando su atención de Dorothy—. Asegúrate de que se cambie los vendajes por la mañana —ella le entrega una bolsa de vendajes y él asiente y la ve alejarse. 

George niega con la cabeza con una risita
—¿Qué?

—Nada

—Georgie —ella se queja.

Él pone los ojos en blanco y se pone de pie ofreciéndole su mano, ella levanta una ceja y hace un puchero. —Sabes que eso podría solucionarse en cuestión de minutos si te bebieras la poción...

—No estoy bebiendo la poción —dice con voz cantarina mientras se acerca a la cama de Harry y reajusta el cabestrillo alrededor de su cuello.

Él pone los ojos en blanco y se para junto a ella mientras los demás se amontonan alrededor —¿De acuerdo?

—Se ve un poco de paliducho, ¿no?

—¿Paliducho? ¿Qué esperas? Cayó más de 100 pies.

—Sí, te arrojaremos de la torre y veremos qué aspecto tienes.

—Probablemente mejor de lo normal.

El grupo sonríe mientras Harry se sienta sobre sus codos —¿Qué te pasó?  —pregunta señalando el brazo de Dorothy—.

—Se rompió el brazo tratando de salvarte —Ron responde antes de que ella pueda hacerlo.

—¿Pociones? —él pregunta.

—Pociones —todos confirman mientras Dorothy pone los ojos en blanco. 

—Oye, a Ron no le gustan las arañas, a mí no me gustan las pociones —ella defiende 

—¿Por qué?

Cruza los brazos sobre el pecho y se encoge de hombros —Tengo mis razones. 

Hermione se sienta en la cama y mira a Harry —¿Cómo te sientes?

—Brillante. 

—Nos diste un buen susto allí, compañero —George dice tocando su hombro. 

Harry se sienta totalmente descansando su espalda contra el marco de la cama —¿Qué pasó? 

—Bueno, te caíste de tu escoba —comienza Dorothy. 

—¿En serio? —l pregunta con sarcasmo—. Me refiero al partido. ¿Quién ganó? 

—Nadie te culpa, Harry. Pero tú y Dorothy estaban fuera, lo que significa que solo teníamos cinco jugadores. Y se supone que los Dementores no deben entrar a los terrenos. Dumbledore estaba furioso. Después de que los salvó a ambos, los envió fuera —explica Hermione.

Ron da un paso adelante y traga un poco
—Hay... algo más que también deberías saber, Harry. Cuando te caíste, tu escoba, como que...

—Oh, por el amor de Merlín, Ronald, tu escoba voló hacia el Sauce boxeador, Harry —Dorothy explica sin rodeos. 

—Lo sentimos, Harry —dice Ron destapando la escoba—. Pero la única persona lo suficientemente rápida para salvarla estaba un poco... preocupada —dice señalando el brazo roto de Dorothy.