-¡Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños!- corrí hacia Adrien y me lancé sobre él cuando llegó a mi casa. Escuché su risa y me sostuvo con fuerza mientras yo sonreía con él- Feliz aniversario de tu hermosa y maravillosa vida- lo miré y besé su mejilla- Te amo- me besó la frente con cariño.
-Gracias, bella. Eres la mejor hermana, la mejor- volvió a abrazarme.
-Intentaré que te sientas feliz, y sea un día increíble- sonrió.
-Ya eso lo haces siempre, Kam- ladeó la cabeza.
-Ya basta de cursilerías- levanté la mano- Vamonos al restaurante que deben estar esperándote.
-Voy a recoger a Verónica, ¿quieres ir?- suspiré y reí negando con la cabeza.
-Yo te espero allá y voy organizando todo, ¿te parece?- me dio un beso en la mejilla y lo vi irse. Me quedé en la terraza y volví a entrar a la casa antes de irme. Inconsientemente, me miré al espejo y me sercioré estar bien. Mi rostro me gritó un rídicula y le di la espalda al reflejo. ¿Por qué hacía esto? Giré los ojos, y después de recriminarle volví a verme. Me sentía bien y segura, pero nerviosa. Maldije por lo bajo y me fui de la casa antes de que pensamientos estúpidos me comenzaran a atacar.
Cuando llegué habia decoraciones que supe habían sido escogidas por Adrien, el aire y el calor que emanaban las decoraciones era totalmente de su estilo. Saludé a algunas personas que conocía, e incluso a Susana. Pero a andie más de la empresa. Adrien era bastante querido y admirado por todos, cosa que no pasaba conmigo evidentemente. Al contrario, podría jurar que todos me detestaban, y no los culpaba, primero. Segundo, eso poco me importaba.
Decidí organizar un poco a los meseros y la comida, hasta que llegó Adrien un rato después acompañado de Verónica y otra chica más. La había visto antes en la cafetería, siempre acompañando a Gonzales, así que supuse que era su pareja o amiga especial. Sentí su mirada unos segundos pero me perdí de sus ojos cuando me fui a preguntar por el desayuno de Adrien, buscando inconscientemente también alejarme un poco de aquel intimidante azul.
Regresé segundos después onligada a cercarme a Adrien, y a sus acompañantes. Lo estaba pensando demasiado, yo no me prepraba para enfrentar nada. Respiré y llegué hasta donde estaban, pregpuntandole a Adrien por su desayuno y queriendo marcharme de inmediato, plan que mi primo no tenía.
-Saluda a mis invitadas- las señaló y sentí la mirada de Verónica sobre mi por unos segundos.
-Hola- respondí de forma corta queriendo mrcharme.
-A verónica ya la conoces bien- la miré y sus actitudes la noche anterior me atacaron. La conozco bien en contra de mi voluntad y deseo. Deseo- Y esta es paula- me cortó el pensamiento y miré a la chica. Era bonita, y tenía mucha fuerza en sus gestos.
-Un gusto.
-No es necesario que finjas, pero yo si estoy gustosa en conocerte por fin- su tono fue agresivo y a la defensiva, sabía que defendía entre líneas a la rubia que estaba a su lado y me atacaba por todo lo ocurrido con ella. Tenía que ser alguien cercano.
-Imagino las versiones de mi que tiene- respondí con el mismo carácter. Ya me había doblegado mucho por la persona a la que miré, que me miró allí caí en cuenta que ella le hablaba de mi. Gonzales sin importar qué, le contaba de mi a quien sea que fuese la mujer que me enfrentaba. Eso me hizo sentir algo en el pecho. Algo bueno, que me gustó, pero me asustó.
-Creo que las reales.
-Ven dame el desayuno- Adrien intervino interrumpiendo lo que sería una nueva discusión para mi. Les di una última mirada y caminé siendo llevaba por Adrien hasta la mesa.
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DE AZUL A MI
RomantikEn la vida a veces tuve que aprender a las mala lo difícil que era tener libre albedrío incluso para hacer algo insignificante como tomar una decisión. Debí aprender cada cosa, cada pequeña y mínima cosa para llegar a ser grande. Pero jamás aprendí...