CAPÍTULO XXII

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Cuando toqué la puerta del departamento de Scarlett me sentí por primera vez en Francia, la noche era fría, y se sentía pesada, me sentía ajena, incluso hablar de nuevo en Francés con todos, era demasiado extraño. Suspiré y esperé que abriera la puerta. Lo hizo segundos después mirándome con Sorpresa. Se quedó estática mirándome por unos segundos hasta que negó con la cabeza y caminó hasta a mi rodeandome con fuerza. Supe lo significaba. Por fin podia enfrentar la muerte de Adrien. Sentí que el aire se me escapaba y cerré los ojos aferrandome con fuerza a ella.

-Quería ir- supe que lloraba cuando habló. Eso me rompió. Me destrozó.

-Perdóname- susurré sollozando un poco con ella.

-Tranquila- acarició un poco mi espalda y se alejó mirándome- Separo completamente a Clemont de ti, Kam- sonreí y le di un nuevo abrazo, un poco más corto que el anterior.

-Lamento que no hayas podido despedirte de él- hizo silencio mientras cerraba la puerta y me miró.

-No hubiese sido capaz de hacerlo- hizo una mueca- ¿Se sabe quien fue?- negué.

-Aún no- señaló el sofá y me senté soltando un suspiro- están investigando. El jueves hay una reunión para hablar sobre los avances y bueno, esperaré noticias- asintió.

-Espero que se resuelva. No quiero que quede impune- se sentó frente a mi.

-No lo hará. La policía que tiene el caso era amiga de Adrien. Sé que ella se encargará de que tenga justicia- asintió.

-No esperaba que vinieras. ¿Con qué excusa te trajo clemont?- apoyó su cuerpo en el respaldo.

-Quiere que arregle algunos asuntos. Y que me quede- frunció el ceño- si, estúpido.

-¿Y tu grupo de escritores?- la miré y pensé en solo una.

-Regresaré. No sé cuando, pero lo haré. Sé que aquí no seré una postulante seria. Por eso no abandoné el proyecto. Solo... Lo voy a dirigir desde acá- asintió.

-Te extrañaba- me reí y me levante dándole un abrazo.

-Y yo- suspiré sabiendo que teníamos demasiadas cosas de las que hablar. Que no era la misma, que no me sentía yo- quisiera que estuvieses conmigo en California. Definitivamente las cosas seria más fáciles para mi.

-Las cosas ya son fáciles para ti, Kam- me tomo la mano-nadie se compara contigo. Y tienes claro lo que quieres- sonrió y asentí.

Tenía.

Ya todo había cambiado de forma drástica. Demasiadas cosas para contarle. Demasiadas cosas que sacar de mi. Pero no era momento.

Scarlett y yo preparamos la comida mientras ella me contaba cosas que habían sucedido en la empresa desde que me marché. Tal vez me preparaba para mi día de mañana, que estaba segura, sería demasiado intenso. Y no me prepararía por mucho que yo quisiera.

-Los escritores de planta están... Entusiasmados con este proyecto. Nosotros sabemos que significa también un renacer para esta sede- asentí mientras me sentaba en la mesa después de poner la comida- Hace mucha falta tu firmeza aquí- grito desde la cocina y reí. Segundos después la vi salir con una botella de vino.

-¿Mi firmeza o te hago falta yo?- sonrió.

-Escucha, tu padre es un buen empresario. Pero no maneja bien los hilos de la editorial, digo que, definitivamente es una dictadura. Pero no se ve un panorama tan claro.

-¿Tan claro?

-Hablo de los negocios que tiene tu padre y tu tío- asentí y ella suspiró dejando de lado el tenedor. Mirándome un poco más serio- Kamille, ninguno de ellos tiene la claridad que tienes para dirigir. Cuando estabas acá todo era organizado, y cada persona sabía que hacer en la editorial. Tu padre es diferente. Creo que la única manera que tiene para resolver todo, es irónicamente, no resolver nada- comi con lentitud mientras la escuchaba y organizaba mis ideas- Todos hacen las cosas por necesidad e instinto. Nada aquí es como cuando estabas.

DE AZUL A MI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora