Capitulo XXI

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En cuanto llegó al hospital, Peter le pidió el número de la habitación donde Lily estaba recluida a la enfermera de turno. Mientras recorría los pasillos, su mente se llenaba de los recuerdos de las ocasiones en que tuvo que hacer lo mismo cuando Joshua había atacado a la chica de ojos miel, lo que le provocó un fuerte nudo en la garganta.

Al llegar a la habitación, su vista se enfocó en la chica recostada en la cama, su cabello se encontraba regado en la almohada, su pecho subía y bajaba en un ritmo cadencioso y sereno y, aunque estaba dormida, se podía visualizar que había estado llorando pues su rostro se encontraba hinchado.

—Lily —susurró, sentándose al lado de la aludida.

Al escuchar la grave voz del muchacho llamándole, Lily se despertó de un respingo, luego de colgar la llamada, comenzó a llorar sin poder controlarse, al punto de que se quedó dormida sin darse apenas cuenta.

—Peter —siseó, con la voz ronca producto del llanto— no pensé que vendrías.

—¿Cómo pudiste pensar eso, Lil? Si tú me dijeras que para verte debo tomar un avión hacia el otro lado del mundo, lo haría sin dudar —replicó el muchacho, regalándole a la castaña una sonrisa.

Lily solo pudo sonreír ante esa respuesta. Una respuesta típica de Peter Wallace, ¿Por qué ella era tan terca y no podía asumir que ese muchacho era lo mejor que la vida le había regalado?

—Peter, ¿puedes abrazarme?

La chica lo miraba con rostro suplicante, la realidad le había golpeado de frente. Si Peter estaba allí con ella era porque Brandon, el chico al que ella se empeñaba en querer, no estaba disponible para estar a su lado.

—Estaba esperando que me lo dijeras —respondió el muchacho con una sonrisa, ignorante como era del dolor que había detrás de la petición de la muchacha.

Lily le hizo al chico un espacio dentro de la diminuta cama, Peter se recostó en el lugar, dejándole a la muchacha el espacio suficiente para que la castaña pudiese recostar la cabeza en su hombro. En esa posición se quedaron durante varios minutos, hasta que el chico decidió romper el silencio.

—¿Sabes algo, Lily Lo?

—Dime —contestó la aludida.

—¿Te recuerdas de la profesión que te dije que quería ejercer en caso de que lo del baloncesto no funcionaba?

—Nop —contestó Lily.

—Te dije que quería dedicarme a ser tu almohada particular, ¿ya lo olvidaste?

Lily solo negó con la cabeza, aun recordaba ese instante como si fuese ayer; en esa ocasión Peter y ella habían discutido porque tal vez era un pervertido como Joshua quien se encontraba detrás del perfil de Facebook de Brandon... como le hubiese gustado haberle hecho caso entonces.

—Pues lo dije en serio —continuó Peter—. En lo que a mí concierne, mi lugar favorito en el mundo es el hueco que hay en tu cuello, ese que solo está disponible para mi cada vez que me abrazas.

A continuación, Peter se separó un poco de ella, sostuvo el rostro de la muchacha y se perdió en su mirada, para acto seguido acercar su rostro al de ella con toda la parsimonia del mundo.

—Realmente quiero besarte —susurró el muchacho sobre los labios de Lily.

—Pues hazlo —musitó la chica en respuesta.

Peter abrió los ojos como platos, aunque esa respuesta era la que soñaba escuchar, el estaba consciente de que eso era imposible. La chica abrió sus ojos y se encontró con la mirada estupefacta del muchacho.

Te encontraré (Vida en Línea #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora