Luego de salir del parque, Peter dio varias vueltas por la ciudad, enojado, gritando dentro de la cabina del vehículo para liberar su frustración, ¿Cómo era posible que Gillian siguiera viva y lo hubiese ocultado durante tanto tiempo? Y peor aún, ¿Cómo era posible que Lily lo supiera desde quien sabe cuándo y no haya sido capaz de contarle la verdad? Sentía que se estaba ahogando.
Como si fuera una señal del destino, justo estaba pensando en cuál era el paso que debía tomar a continuación cuando recibió una llamada telefónica de Hillary.
—Hola Peter —saludó la rubia— ¿puedes venir a la escuela? La directora se interesó en tu currículo y quiere hacerte una entrevista para ver si puedes ocupar la vacante del profesor de deportes.
—¿Tiene que ser justo ahora? —replicó el chico con hastío.
—No, bueno, si estás ocupado o algo, no...
—De acuerdo —dijo Peter interrumpiendo a su interlocutora—. En media hora estoy allí.
Cambió de rumbo y tomó camino hacia la preparatoria.
Al entrar a las instalaciones de Pacific High School su corazón dio un vuelco, ¿cómo era posible que ese lugar se asemejará tanto a la escuela donde estudió con Lily? Cada pasillo, cada casillero, cada rincón le recordaba todos los momentos buenos, malos, extraños y felices que vivió con la chica de ojos miel. Jamás sería capaz de olvidarla, de eso no le quedaba duda.
˜*˜
Después de hacer la entrevista, de la cual salió bien librado y con una muy buena oferta de empleo, se ofreció a llevar a Hillary a su casa.
—Y bien, ¿Cómo te fue? —Quiso saber la rubia.
Ambos ya estaban sentados en el interior del vehículo del castaño aunque aún no se habían puesto en marcha.
—Uhm... creo que bien. Comienzo a trabajar el próximo semestre.
—¡Es una noticia genial, Peter! —exclamó la muchacha con notable alegría— ¡debemos ir a celebrar esto!
Peter no pudo continuar manteniendo la calma, bajó la cabeza y comenzó a llorar. Hillary lo observó preocupada, acarició su espalda y con suavidad le preguntó qué había ocurrido.
—¿Qué pasó, Peter? Cuéntame, por favor, no me gusta verte así...
En una acción inesperada para Hillary, Peter alzó la mirada y unió sus labios a los de ella como si la vida se le fuera en ello. Él necesitaba olvidar y estaba convencido que la única persona que podía ayudarlo estaba justo frente a él en ese momento.
Cuando el beso terminó, la pareja se quedó viéndose a los ojos unos instantes, sin saber muy bien que decir ni que hacer.
—Lo... lo lamento, Hillary, no sé que me pasó, lo siento, no debí...
—Es... está bien... supongo —murmuró la muchacha—. ¿Puedes explicarme lo que pasó?
El muchacho dio un profundo suspiro para luego comenzar a contarle todo lo ocurrido con Gillian y con Lily, sentía que debía desahogarse con alguien o estallaría de dolor.
—Vaya —exclamó la rubia, anonadada por lo que Peter le acababa de contar—. ¿Eso quiere decir que Gillian había estado viva todo este tiempo?
—Así es —respondió el aludido—. Y, sabes, eso no es lo que más me afecta. Lo que me duele de todo esto es que Lily lo supiera hace mucho y no tuvo el valor de contármelo.
—Espero que no te enojes conmigo, Peter, pero la verdad, como que la entiendo...
—¿A quién? —inquirió el chico de ojos café—, ¿a Lily?
ESTÁS LEYENDO
Te encontraré (Vida en Línea #2)
General FictionLily Albright había decidido cambiar su vida para proteger la de Peter Wallace... y vaya que había cambiado; de ser la chica solitaria de Omaha paso a ser una ciudadana mas de Nueva York, trabaja en una editorial y esta a tan solo un paso de cumplir...