—Con todo lo que pasó ayer no pude preguntarte, ¿cómo te fue en el trabajo?
Después de leer el mensaje que Hillary le había enviado a su prometido, Lily decidió actuar con normalidad; si algo había aprendido era que, si necesitaba obtener información de los hombres, debía hacerlo de manera disimulada. Y más si se trataba de alguien como Peter.
—Me fue bien —contestó el aludido—. Ah, una chica me golpeó con un balón —dijo risueño—. Me hizo recordar cuando cierta señorita también recibió un balonazo cuando estaba en la preparatoria.
—No es gracioso —dijo la chica, fingiendo sentirse ofendida—. Pero, ¿estás bien, no?, ¿no te hiciste daño?
—Nop, solo me tomó desprevenido pero nada más.
—¿Y quién te golpeo? Supongo que habrás acusado a quien lo hizo en la dirección...
—Fue un accidente, Lil. Yo estaba distraído y no me di cuenta que estaba en medio de la cancha cuando la alumna estaba lanzando el balón. Fue más mi culpa que de ella.
—Si tú lo dices...
—Lily, todo está bien, —susurró el castaño tomando la mano de su prometida—. No te preocupes.
—¿Y viste a Hillary? —preguntó la muchacha, cambiando de tema de forma radical.
—¿Uhm? —murmuró el muchacho, nervioso—. ¿Hillary?
—Si, Hillary —contestó la escritora enfocando su mirada en la de su prometido—. Tú y ella trabajan en la misma escuela, ¿no? Supongo que debiste haberla visto ayer...
Peter se quedó en silencio unos segundos, ¿sería que Lily sospechaba algo? No lo creía; de ser así, estaba convencido de que ella no se hubiese dejado tocar ni una hebra de cabello pero, igual...
—¿Por qué quieres saber? —preguntó el joven.
—Por nada en especial —contestó la aludida, frunciendo el ceño ante la evidente evasión de Peter acerca de Hillary—. Es solo que como ella está saliendo con Elijah desde hace un par de semanas, pues... no sé... supongo que me entró curiosidad.
—Uhm, ya veo —contestó el muchacho, sintiendo un enorme alivio. Sabía que debía contarle la verdad a su novia sobre lo ocurrido con la rubia el día anterior pero sintió que ese no era el momento adecuado para hacerlo—. No la vi, Lily.
La muchacha se limitó a asentir, sintiendo crecer un inmenso nudo en su garganta. Peter le estaba mintiendo. Y en algo tan simple como si vio o no a su ex novia. «Ahí había gato encerrado» —pensó—. Y eso no le agradaba en lo absoluto.
Después de eso, la cena comenzó a transcurrir en silencio. Lily trató de seguir comiendo como si nada pero no podía. La certeza que ahora tenía sobre un Peter ocultándole cosas no la dejaba disfrutar de la comida, así que solo se dedicó a jugar con el contenido de sopa que aún quedaba en su plato.
—¿Está todo bien, amor? —preguntó el muchacho cuando elevó su vista del plato y se dio cuenta que su compañera solo estaba jugando con la comida—. ¿Te sientes mal o algo?
«Sí, Peter. Me siento mal porque me estás ocultando cosas» —se dijo la escritora en su fuero interno.
—Solo no tengo hambre, Peter —contestó la castaña—. Ya te lo había dicho.
—Sí, mi amor, lo sé, pero también sé que debes comer porque Lara...
—Mejor me voy a la cama —dijo la chica, interrumpiendo la diatriba de su prometido. No podía permitirse escucharlo y no reclamarle por su comportamiento, en especial porque no quería que Peter supiera que había espiado en su teléfono.
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Te encontraré (Vida en Línea #2)
Aktuelle LiteraturLily Albright había decidido cambiar su vida para proteger la de Peter Wallace... y vaya que había cambiado; de ser la chica solitaria de Omaha paso a ser una ciudadana mas de Nueva York, trabaja en una editorial y esta a tan solo un paso de cumplir...